Todo o nada para el Betis Futsal en Amate
Los verdiblancos deben derrotar al Alzira y que el Ribera Navarra no se imponga al Palma Futsal
En su casa y en la del vecino. El Betis Futsal afronta hoy en Amate (20:00 / TDP) la última jornada de la LNFS contra el Family Cash Alzira con la mirada puesta no exclusivamente en lo que suceda en su partido, sino también en el encuentro entre el ATP Iluminación Tudelano Ribera Navarra y el Mallorca Palma Futsal. El equipo tudelano, empatado a 24 puntos con el sevillano, pero con el goal average a favor frente a los béticos al haberles superado en los duelos de la primera y segunda vuelta, se enfrenta a los recientes campeones de Europa con la toga puesta, pues les tocará representar el rol de jueces de la competición.
Los navarros tienen varias ventajas además del goal average positivo ante su perseguidor en la tabla. Primero, su rival no hace ni una semana que fue merecidamente campeón de Europa por segunda vez en su historia tras imponerse en la final al FC Barcelona con la celebración que eso conlleva. Los mallorquines se han tirado la semana de acto en acto, felicitación del Rey incluida. Todo esto sin apenas entrenar, aunque siguen optando a una cuarta plaza muy jugosa de cara al play off por el título. Tomen las lecturas que consideren oportunas.
La segunda prerrogativa, clave si se miran los años anteriores, es que el Ribera Navarra juega en casa, en un pabellón Ciudad de Tudela acostumbrado a ser honoris causa, pues no es la primera vez en las últimas temporadas que su afición es capaz de condicionar, a su modo, lo que sucede en el 40x20. La Caldera de Tudela será una olla a presión.
Al igual que está intentando el Betis Futsal con un pabellón de Amate que espera despedir a su equipo con noticias positivas justo una semana antes de la Final Four de la Copa del Rey que se disputará en San Pablo. Pero eso es otro tema, todavía muy lejano. Hoy sólo queda ganar y esperar, y, según ha podido conocer este periódico, el Betis ha hecho todo lo posible para que el pabellón ubicado en la Avenida la Revoltosa presente el mejor aspecto de la temporada. Y lo ha conseguido. En la misma mañana de ayer anunciaron el sold out, sin entradas por primera vez en la temporada gracias a que han premiado con invitaciones a clubes del IMD, y por si fuera poco, el acceso para el público general será de 3 euros, el más barato en lo que va de ejercicio.
Entre béticos y alzireños lo que es seguro es que uno de los dos tendrá que despedirse de la máxima categoría. Incluso podrían llorar las penas juntos, pues un empate a pesar de una hipotética derrota del equipo entrenado por Álvaro Cordón y Ferran Plana, tras el cese de Juanma Marrube hace un mes, sería la condena de ambos colistas. Cabe destacar que el Betis ha logrado el triunfo las dos veces que se ha topado con los valencianos esta campaña: 1-4 en la primera vuelta a domicilio y 2-1 en el duelo de octavos de la Copa del Rey disputado en Amate.
Ramón Martínez podrá contar con todos sus jugadores, incluido Alejandro Lemine, única baja el pasado sábado a causa de una neumonía vírica que le impidió recuperarse a tiempo para estar presente en Galicia. “La semana de trabajo ha sido muy buena, la gente está mentalizada para darlo todo en la pista”, ha declarado el técnico del Betis Futsal en la previa.
Alzira, último clasificado, llega con 23 puntos tras sumar un triunfo ante el Manzanares (4-3) en los últimos segundos, logrando obtener un meritorio hilo de esperanza si se tiene en cuenta que no saborearon la primera victoria hasta la jornada 14, precisamente frente al equipo de Ciudad Real. La plantilla de Braulio Correal tampoco estará sola en el desenlace de su primera aparición en la élite. 200 aficionados del club de la Ribera Alta del Júcar se han movilizado para acompañar a sus jugadores en un partido no apto para cardíacos altamente susceptibles de emocionarse con este deporte.
En definitiva, la victoria no será suficiente para el Betis. Ribera Navarra tiene la llave del futuro: no debe conseguir el mismo resultado que la entidad heliopolitana, eso significaría recoger las maletas y decir adiós a la Primera División tras cuatro temporadas en las que su máxima habrá sido acabar en novena posición.