Coppola: “A Hollywood le importa más pagar deudas que hacer buenas películas”
Francis Ford Coppola es uno de los grandes genios del cine y eso se sentía ayer en la rueda de prensa en Cannes en la que presentó Megalópolis. Un respeto casi reverencial de los periodistas que el maestro cortó con una humildad desarmante al decir: “Por favor llamadme Francis, no señor Coppola”.
A sus 85 años, Coppola sigue pensando en nuevas historias –“dentro de 20 años estaré aquí”– pero también reflexiona sobre su vida y si algo reconoce es que ha hecho siempre lo que ha querido. “Nunca me ha importado”, respondió a la pregunta sobre si no sentía miedo por haber arriesgado su dinero, nada menos que 120 millones de dólares. “Sofía y Roman –sus hijos– no necesitan mi fortuna”, dijo el realizador, que agregó que “el dinero no importa, lo que importan son los amigos”.
Así que se lanzó sin pensarlo a poner en imágenes esa historia que quería contar, una locura que ha recibido más malas críticas que buenas pero de la que Coppola se mostró claramente satisfecho. “Es como sentía que la película tenía que ser”, afirmó Coppola sobre su historia futurista en la que Nueva York se ha convertido en Nueva Roma y en la que hay una lucha abierta entre el alcalde Cicero (Giancarlo Esposito) y un empresario visionario llamado Caesar Catilina (Adam Driver), sobre cómo se debe reconstruir la ciudad. Una película que reconoce que está muy fuera de lo que se hace hoy en día tanto por parte de los estudios como de las plataformas que están dominando el cine. “En la industria cinematográfica están muy, muy endeudados. Y el trabajo no es tanto hacer buenas películas, sino asegurarse de pagar esas deudas”, señaló Coppola.