Reino Unido encubrió durante años transfusiones con sangre infectada
30.000 personas fueron contagiadas con VIH y hepatitis a sabiendas, según un informe
El sistema público de Sanidad y el Gobierno británico “encubrieron” un escándalo de transfusiones de sangre contaminada en el Reino Unido durante décadas después de que las víctimas fueran expuestas a riesgos “inaceptables” a sabiendas, según un informe difundido ayer.
Las transfusiones con sangre contaminada infectaron presuntamente a más de 30.000 personas con el VIH y la hepatitis C.
Las pesquisa, llevada a cabo durante cinco años en el Reino Unido a cargo del antiguo juez Brian Langstaff, determinó que las infecciones y muertes de pacientes no fueron un “accidente” sino que podrían “haberse evitado mayoritariamente”. El ex magistrado a cargo de la investigación dijo que el desastre de la sangre infectada “continúa ocurriendo” hoy, ya que algunos de los pacientes afectados “siguen muriendo cada semana”.
Entre los errores detectados se denuncia que las autoridades sanitarias fueron “demasiado lentas” a la hora de responder a los riesgos. “El sistema inepto y fragmentado de donaciones que había en el Reino Unido en aquel momento implicó que hubo fallos a la hora de asegurar un suministro suficiente del llamado Factor VIII de donantes británicos”, apunta el documento.
También se han visto evidencias que apuntan a que hubo niños que fueron tratados “de manera innecesaria” con tratamientos “no seguros” y algunos fueron utilizados como “objetos de investigación” mientras se ignoraron los riesgos de contraer hepatitis y HIV en un colegio en el que el alumnado fue tratado por hemofilia.
Con relación a ese caso, que se dio en el condado de Hampshire (Inglaterra), en las décadas de los pasados años 70 y 80, “muy pocos (de los estudiantes tratados) escaparon de ser infectados” y de los 122 alumnos con hemofilia que asistían a ese centro entre 1970 y 1987, solo 30 siguen con vida.