Cuenta atrás para el esquí
EL INVIERNO ha llegado de repente, lo que no significa que sea pronto, porque tanto el verano como los primeros signos del otoño se hicieron esperar demasiado. Son estos fríos propios de estas fechas, pero que a veces irrumpen sin dejar espacio al entretiempo. Bienvenida sea la nieve y, después, el frío para mantener ese manto nivoso que cubre ya las cumbres pirenaicas y las pistas de esquí. Tan importante es lo primero como lo segundo, precisamente para ir preparando las estaciones invernales, que tienen la mirada puesta en el puente de la Constitución. Bueno, un puente que pueden ser dos o incluso una semana al completo para muchos. Cuando ese arranque es posible, es un buen indicativo.
En estas fechas, las ganas de disfrutar del deporte blanco, aparecen siempre. En esto no hay cambio climático, aunque que haya nieve sirve de estimulante para ir preparando el destino. Hay ganas también de disfrutar de campañas de esquí “normales”, sin cortapisas de ningún tipo, aunque en esta ocasión el precio del combustible, de la energía y la inflación, en general, puede tener su repercusión. Con todo, el primer requisito es que haya nieve y las condiciones de este fin de semana han sido un buen comienzo, aunque se esperaba inicialmente que la nevada dejara un manto ligeramente más grueso.
La mirada del Alto Aragón vuelve a estar puesta en las cumbres, de donde emana buena parte de la economía de la zona pirenaica. En el llano, se mira al cielo también pero después directamente al suelo por la siembra del cereal de invierno. Siempre pendientes del tiempo, hay que disfrutar de los beneficios de las precipitaciones y del frío.