Las uvas de la ira
cial. Derechos y deberes que son dos caras de la misma moneda.
He leído que Federico el Grande, rey de Prusia, quería ensanchar su parque de SansSouci; pero el terreno necesario al efecto pertenecía a un vecino, molinero de profesión. Federico le hizo llamar a su palacio para concertar la compra, y el dueño se negó alegando que era una herencia de sus padres, de la que nunca se desharía. Irritado Federico, hízole presente que, siendo el rey, podía quitárselo sin pagarle nada, a lo que el molinero le contestó: “Eso… si no hubiese jueces en Berlín.”
Exigir nuestros derechos lo debemos hacer y procuramos que se nos respeten bien, y así tiene que ser. Es bueno y positivo para todas las personas y para la sociedad el exigir los derechos, porque dice una antigua máxima legal: “Quien usa de su derecho, a nadie perjudica”. Y si es normal exigir nuestros derechos, una cara de la misma moneda, también es lógico por el bien de todos, cumplir el deber de cada uno. Todos tenemos deberes: familiares, profesionales, socialespolíticos… y el deber de respetar el pluralismo en materias opinables y soluciones diversas para el bien común en convivencia democrática. En este asunto algunos políticos, y sus simpatizantes, poco ejemplo nos dan, y por eso hasta nosotros los ciudadanos normales tampoco lo vivimos muy bien. Teófilo Marco Estella
Siento en mi garganta un nudo. Por favor, que alguien me diga, ¿qué podría hacer yo para cambiar el curso de los acontecimientos? Palabras del profesor de Relaciones Internacionales, Jesús López Almejo,