Un momento inolvidable
El domingo, día 20 de noviembre, hizo un año que mi marido Alberto nos dejó… ¿Quién iba a pensar esa mañana cuando se iba con la bici tan contento, tan lleno de vida, que tan sólo un par de horas después todo acabaría? Es una locura... Es increíble, un golpe tremendo que nos ha dejado una herida imposible de curar...
Este mismo domingo sus amigos y compañeros del Club Ciclista Oscense y “Los Valero” hicisteis el mismo recorrido que aquel fatídico día, pero esta vez para rendirle homenaje a Alberto. Allí nos juntamos todos, ciclistas y familia, todos juntos por él, en el mismo lugar donde nos dejó.
Fue un acto sencillo, como era él, pero muy emotivo, cargado de sentimiento. Veros allí a tantos compañeros de bici... Aunas caras nuevas para mí, otras de hace años, de los primeros tiempos... Todos juntos para honrar su memoria, la sonrisa que se os pone a algunos cuando habláis de él, las palabras que le dedicasteis, vuestros rostros compungidos incluso con alguna lágrima, las palabras de ánimo y las anécdotas que uno a uno me fuisteis contando, con tanto cariño, me hace darme cuenta de lo querido que era mi chico.
Si tengo que sacar algo positivo de esta desgracia tan grande es precisamente esto: las muestras de cariño recibidas de tantas personas, señal de lo que se hacía querer, de lo buena gente que era.
Fue un acto muy bonito, un momento que nunca podré olvidar. Gracias a todos, a los que estuvisteis y a los que no pudisteis estar, gracias por preparar con tanto cariño este momento. Seguro que a Alberto le encantó vernos a todos juntos allí, por él.
Gracias de corazón. Maribel