“La asignatura de igualdad creo que es urgente en las aulas“
Esta educadora social da en Barbastro una charla a 450 escolares sobre prevención de la violencia de género en los adolescentes
BARBASTRO.- Marina Marroquí, licenciada en Ciencias de la Información, educadora social, referente en la lucha contra esta lacra, dirigió una charla a 450 escolares sobre prevención de la violencia de género en adolescentes. La actividad se enmarca en el ciclo Somontano Familias, organizada desde el Servicio Social de la Comarca con recursos de la DGA.
Autora del libro Eso no es amor: 30 retos para trabajar la igualdad, lo resume así: “al final, nos damos cuenta de que nadie enseña el amor de verdad ¿dónde lo aprendemos?, lo que más nos enseña esta sociedad, aún arrastramos lo que no es amor”. En el taller sobre prevención de la violencia de género en adolescentes, “el objetivo principal sería despertar la mentalidad crítica, cuestionar qué aprendemos, qué consumimos, películas, series, canciones, anuncios… si todo eso tiene poder educativo entre nosotros o no, analizar los falsos mitos del amor romántico, si amas perdona y cosas parecidas. A partir de ahí, les cuento el precio que pagué por creer que el amor era lo que me enseñaron”.
“No puedo cambiar las leyes educativas, aún no me dejan -añade-, pero sí puedo hacer la asignatura de igualdad porque creo que es urgente en las aulas. En el libro planteo 30 retos para construir una autoestima sana, abordar el tema del bullyng en las aulas, que la diversidad sexual no sea un trago de años en las que al final acabas convenciéndote de que no hay nada malo en la sexualidad, en identificar el abuso sexual y por fin, la violencia de género”.
Cree que “la violencia de género está cada día en la calle y en medios informativos porque ha estado tantos siglos callada que lo único posible para visibilizarla es abrir las puertas de cada infierno que aún está en silencio. Aún así, sigue, mayoritariamente, oculta. Solo tres de cada diez mujeres consiguen denunciar y la mitad abandonan el proceso judicial”.
Se basa, también, en la macroencuesta de violencia sobre la mujer: “El estudio más grande que se ha hecho en la historia, más de once millones de mujeres de este país han sufrido violencia de género sexual, es un 52%, una de cada dos. No nos queda otra que alzar la voz, que esté en todas partes, que a nadie se le pueda olvidar que está ahí y pueda ocultarse en el silencio. Una vez visibilizada hay que trabajar para que deje de ocurrir”.
En cuanto a las herramientas necesarias para combatir la situación, Marina opina que “en la familia y en la escuela se hacen grandes esfuerzos para inocular la igualdad. Al final, no les educas solo cuando hablas con ellos mientras desayunas, les educa cada videojuego que ven, serie de dibujos, canciones que escuchan, persona a la que siguen en redes sociales, todas tienen poder educativo. Tenemos que analizar qué cultura les está educando, qué pasa en esos móviles… Creo que, tanto el sistema educativo, el concepto de ser profesor, profesora o familia se ha quedado obsoleto. Ahora tienen toda la información al alcance de la mano, ha cambiado la manera de transmitir conocimientos. Lo que debe hacer es transmitir los valores y capacidad crítica necesaria para saber qué conocimientos son válidos o perjudiciales”. ●