Ocurrencia
Nací en un pueblo de la Comarca de Huesca, en el año 1933. Mis padres tenían una modesta tienda de alimentación, en la que el buque insignia era la carne de cordero de la zona sacrificado en un matadero legalmente autorizado sin transporte ni capilla, lo que se traducía en que la carne mantuviera su innato buqué.
Vine a Huesca, primero por los estudios. En el año 1946, mi padre compró una finca que debido al progreso, entre variantes y autovía, sufrió dos expropiaciones. Lo que quedó de ella, lo hemos cultivado durante setenta años.
En el año 1986, el “vaciado” del pueblo alcanzó unos niveles desorbitados, consecuencia de los cuales era imposible sobrevivir. Me vine a Huesca y abrí un pequeño negocio totalmente diferente al que tenía. Desde entonces vivo en Huesca, rompiendo la ancestral dedicación familiar como carniceros, que está, documentada desde el año 1900, aunque según datos no contrastados, venía de bastante antes. Mi esposa es de Huesca. Tuve el honor durante varios años de ser amigo de Enrique Güerri, que en colaboración con su familia fue durante muchos años quien cultivo la albahaca para adornar la peana de San Lorenzo, detalle que me contagió, y, yo también adorné la peana del patrón de mi pueblo durante cuarenta años. Además dejaba dos canastas de albahaca en la puerta de la Iglesia, que al ser un pueblo pequeño, todos los asistentes a la procesión, llevaban su ramito. He sido y soy un admirador de los danzantes. Mientras las facultades físicas me lo han permitido, he asistido en primera fila a sus actuaciones. Hace varios años que no puedo asistir por la edad y los veo por televisión.
He tenido amigos labradores y hortelanos de familias de renombre que han intentado ser danzantes. No sé si habrá estatutos o simplemente se rigen por la inercia de los tiempos, pero lo cierto es que a pesar de su insistencia, dos de ellos murieron con esa pesadilla. y desde hace años me pregunto: ¿Por qué no crear un grupo femenino que en los obligados descansos de los que danzan, irrumpiera como relevo? Nunca en competencia. Este grupo, seguro que sería bien recibido.
Las mujeres no tienen que demostrar nada pues a lo largo de la vida ya lo han demostrado todo. Desde hace ya bastantes décadas han ido rompiendo tópicos y se han ido introduciendo poco a poco en todas las profesiones: en el ejército, la policía, la guardia civil. Son pilotos de avión, maquinistas de tren, viajan al espacio. También agricultoras y ganaderas de sus rebaños, futbolistas, árbitras.
¿Y por qué no danzantas?... Me quedaré con el veredicto de un abuelo de mi pueblo: “Hay que vier o prebo que han feito ixas güenas mulles”.
En caso de que se formara, recomiendo que en sus estatutos hubiera algún artículo que el relevo no fuera tan traumático. Actualmente, comprendo que el amor propio, el pensamiento y el corazón se impliquen en cada caso, pero son muchos casos que las facultades físicas, dejan mucho que desear, siempre se ha dicho que una retirada a tiempo vale más que una derrota.
Un oscense de adopción