La música de Atenea y la voz de Edy Praderas suenan por Dídac
El Centro Cultural Manuel Benito se llenó ayer en el Concierto de Reyes
HUESCA.- La música de la Orquesta de Pulso y Púa Atenea y la voz de Edy Praderas se unieron ayer por Dídac, un niño de 2 años de Tamarite de Litera que es uno de los tres que hay diagnosticados en España de heteroplasia ósea progresiva, una enfermedad rara para la que no existe tratamiento y que afecta a poco más de 60 personas en el mundo.
El Concierto de Reyes de esta orquesta de plectro contó con el apoyo de los oscenses, que llenaron el Centro Cultural Manuel Benito Moliner para disfrutar de la música y hacerlo por una buena causa, recaudar fondos para la Asociación No soy de Piedra, que estuvo representada por los padres del pequeño Dídac, Esteban y Eva, que quisieron participar de esta iniciativa solidaria de Atenea, que la presentación del concierto agradeció a Ery Praderas “su colaboración desinteresada en este evento y al Ayuntamiento de Huesca por las facilidades para la celebrarlo”.
La gratitud se hizo extensiva al público que, con su aportación, se implicaron “en una buena causa, la mejora de la calidad de vida de Dídac”.
Tras la presentación de la cantante oscense Ery Praderas, componente de Manacor desde 2015, actividad que compagina con un proyecto con Edhu Palacho en formato acústico; y de la Orquesta de Pulso y Púa Atenea fundada a comienzos de los 90 bajo la dirección de Ramiro Da Silva, del que recogió el trestigo Miguel Jiménez, con el que vivió uno de los momentos más brillantes de su trayectoria. Tras su prematuro fallecimiento, la batuta la ha recogido Jennifer Cremallet, que fue recibida con un fuerte aplauso, y que dirigió un concierto que era “una espinita que la Orquesta Atenea tenía clavada y que con la pandemia se quedó en el tintero”. Por ello quisieron ofrecer un programa en que se escucharon desde bandas sonoras a música latina, pasando por la jota, y poniendo Ery Praderas la voz en algunas de ellas.
Comenzaron con A Summer Place, compuesta por Max Steiner. Una obra que suena tan atemporal que es difícil de creer que fuera escrita en 1959.
Conituaron con Verónicas y faroles, un pasodoble de Germán Lago, dedicado a distinguir las diversas suertes del toreo.
Tras el tango Volver, que popularizado por Carlos Gardel en la película El día que me quieras y que interpretó Ery, se escuchó El dúo de la Africana, una zarzuela en un acto de Manuel Fernández
Caballero. El siguiente bloque lo abrieron con la banda sonora de La vida es bella, película italiana dramática del mismo título, escrita por Nicola Piovani y cantada por Ery Padreras.
Siguieron Alma llanera, un joropo de Rafael Olivar Coronado, considerada como un himno nacional en Venezuela; y Piel Canela, bolero compuesto en 1952 por Bobby Capo donde se volvió a escuchar la voz de Ery.
Con el público entregado sonó Moliendo café, canción que el venezolano José Manzo Perroni hizo en 1958.
Pensando en los espectadores más jóvenes, Atenea interpretó la banda sonora de La bella y la bestia, de Disney, que narra el viaje de la joven y hermosa Bella a la que una bestia hace prisionera en su castillo. Obra escrita por Allan Menken y con arreglo de Jorge J. Martín.
Con El Cumba, el cumba, el cumba el cubancheeeero, Rafael Hernández Marín, cuyo significado literal es la persona a la que le gusta la cumbancha, la juerga y la algarabía, el concierto llegó al final, aunque antes de despedirse volvió Ery Praderas al escenario para cantar La bikina, un tema mexicano compuesto por Rubén Fuentes en 1964.
Con este recorrido musical, Atenea y Ery Praderas festejaron la festividad de Reyes y le “regalaron” a Dídac la solidaridad de los oscenses. ●