¿Cuándo volverá el growth?
DICEN qué si cambias la forma de ver las cosas, las cosas que ves también cambian y algo de eso probablemente van a necesitar los inversores a la hora de enfocar el 2023, tras un intenso 2022 que se ha convertido para las bolsas americanas en el peor ejercicio desde 2008, y para las europeas en el peor desde 2018. Con el agravante de que a diferencia de 2008 y de 2018, el 2022 también ha sido un año horrible para los mercados de renta fija.
Una caída generalizada, por tanto, en las bolsas, a la que ha acompañado en esta ocasión, como decíamos, la caída de la renta fija que ha provocado pérdidas importantes a los inversores de perfil más conservador. El 2022 ha finalizado siendo el peor año para la renta fija en lo que va de siglo, y habría que remontarse hasta los años 92-94 del pasado siglo para ver caídas de precio tan relevantes como las de este año. Tras varias décadas en las que la bajada de los tipos de interés ha sido la constante, solo alterada por breves periodos de subida, los inversores conservadores han descubierto que la renta fija también puede tener minusvalías, aunque a vencimiento solo haya pérdida de capital si se produce el impago (default).
En 2022 el llamado “value” ha batido por goleada a los valores de crecimiento (“growth”) y dentro del growth las compañías tecnológicas, que son las reinas del “growth” han caído con fuerza, incluyendo a las grandes megacaps que parecían invencibles. La antigua Facebook, ahora Meta, ha perdido dos tercios de su valor en el 2022 y ha pasado de estar en el “top 5” de empresas por capitalización a ser la numero 25. Amazon, aunque se mantiene en el número 5 por capitalización, ha perdido la mitad de su valor este año, y Apple, que sigue la primera en capitalización, una cuarta parte. Son solo unos pocos ejemplos, pero hay muchos más, como el de Tesla que ha perdido más de un 70 % de su valor o el de Peloton que ha perdido un 95 %.
El índice Nasdaq de empresas tecnológicas ha sido el segundo peor índice mundial del año, solo superado por el RTS ruso, y ha cerrado los cuarto trimestres del año 2022 en negativo, algo que solo había ocurrido en 2001, mientras que el Dow y el S&P han sido capaces de cerrar el cuarto trimestre en positivo. En diciembre, aunque todos los índices han caído, el Nasdaq ha vuelto a ser el peor (de nuevo solo superado por el RTS ruso), con un descenso mensual del 8,7 % frente al 5,9 % del S&P o el 4,3 % del Eurostoxx.
La pregunta es ¿cuándo volverá el “growth”? ¿Cuando volverán las tecnológicas y sobre todo las megacaps? No lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que su vuelta será, al menos en nuestra opinión, la señal del suelo de las bolsas y que esa señal se producirá cuando los tipos de interés se estabilicen, es decir dejen de subir, aunque permanezcan en un nivel alto y aunque no se produzca el famoso “pívot” de la Fed, que probablemente no se producirá, porque estamos ante un cambio monetario estructural. ●