Los simpatizantes de Bolsonaro invaden el Congreso de Brasil
◎ Tomaron también el Palacio Presidencial, el Palacio de Planalto, y a la sede del Tribunal Supremo Federal ◎ Los manifestantes se concentraron ayer domingo frente al Cuartel General del Ejército en la capital, Brasilia
MADRID.- Cientos de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro superaron ayer las barreras policiales e invadieron la sede del Congreso brasileño, el Palacio Presidencial, el Palacio de Planalto, y la sede del Tribunal Supremo Federal en Brasilia en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Los participantes en la protesta superaron las barrearas policiales y arrancaron alambradas a pesar de que la Policía empleó gas pimienta y otros medios antidisturbios. Los manifestantes tenían el objetivo declarado de derrocar a Lula y a su vicepresidente, Geraldo Alckmin.
Los manifestantes se habían concentrado ayer frente al Cuartel General del Ejército, en el centro administrativo de Brasilia, y marcharon hasta la Explanada de los Ministerios, donde decenas de participantes se habían encaramado al edificio sede del Congreso.
Más tarde se dirigieron a la sede presidencial y a la del Supremo, donde invadieron el plenario del tribunal. La llegada de efectivos de la Policía Militar fue aplaudida por los manifestantes.
Los simpatizantes de Bolsonaro acamparon frente a diferentes cuarteles de las Fuerzas Armadas brasileñas para exigir un golpe de Estado para “salvar Brasil” y deponer a Lula, vencedor de las elecciones de octubre de 2022.
Las fuerzas de seguridad no disolvieron estas concentraciones, tampoco frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia, punto de partida de la manifestación que terminó con la toma del Congreso. Las acampadas comenzaron tras confirmarse la derrota electoral de Jair Bolsonaro.
Frenar a los “vándalos”
El presidente Lula da Silva, firmó un decreto para que el Gobierno federal asuma las competencias de seguridad en el distrito federal de Brasilia, después del asalto de “vándalos” contra las principales instituciones políticas y judiciales del país
Desde el estado de Sao Paulo, adonde Lula había viajado para supervisar los estragos causados por las inundaciones, el mandatario condenó la violencia de las últimas horas, que “no tiene precedentes”. “Nunca se ha hecho en la historia de este país”, se lamentó durante un discurso en el que recordó sus propias derrotas electorales.
Efectivos de la seguridad del Tribunal Supremo Federal y de fuerzas de choque de la Policía Militar del Distrito Federal consiguieron recuperar el control de la sede del TSF, cuyas fuentes, citadas por la cadena O Globo, confirmaron que algunos de los asaltantes estaban retenidos en el garaje del edificio y la sede bajo control de las autoridades, que evaluaron los daños. ●