SIMBIOSIS Y PERIFERIAS
El CDAN acoge la obra de Rafael Navarro, Pedro Avellaned y Ramón Día
Este fin de semana es ya el último para poder disfrutar de la obra de tres creadores aragoneses en el CDAN. Por un lado, el espacio principal está ocupado por la obra fotográfica del veterano autor zaragozano Rafael Navarro. El título “Simbiosis” se revela perfectamente adecuado para una serie de imágenes que, efectivamente, muestran la simbiosis que se da entre los edificios (incluido el propio CDAN) y la naturaleza, entre la arquitectura y el paisaje. En algunos casos se establece una conexión armónica entre ambos elementos, y otras veces parece deducirse una relación más invasiva que simbiótica. En cualquier caso, el sentido del equilibrio, la armonía y la cadencia imperan en esta verdadera sinfonía visual que constituye la segunda parte de una trilogía que se inició con la serie “Arquitecturas” y que concluirá con una tercera, “Vegetales”. Reflejos y sombras contribuyen a crear una suerte de halo mágico en esta simbiosis de imágenes de una gran e intensa plasticidad.
Por otro lado, el CDAN acoge todavía dos exposiciones que se inauguraron con motivo de la última edición del festival Periferias dedicada a la temática “Gypsy”. Una de ellas, “Retratos de Aula Callejera”, es una instalación de video del altoaragonés Ramón Día plenamente conectada con esa temática, ya que, a partir de un proyecto (Aula Callejera) que ideó el profesor José Mª
Escalona hace más de veinte años en Huesca con alumnado gitano a partir de un aprendizaje basado en la fotografía y distintos talleres, Día ofrece un sugerente tríptico visual con entrevistas al propio Escalona, al guitarrista Teto Giménez (alumno de aquel proyecto junto a su hermano fallecido, Senda) y al padre de Teto, el mítico Santos Giménez, no hace mucho también fallecido. El resultado es una aguda y hermosa reflexión sobre la vida y la cultura gitanas que, al mismo tiempo, ofrece un hipnótico juego visual a tres voces.
La otra exposición, “Lugares comunes” del gran artista zaragozano Pedro Avellaned, supone en cierta forma la primera aproximación del autor al paisaje y trata el tema de lo gypsy de una forma más tangencial, quizá conectado a dicho tema por lo que tienen de nomadismo unas fotografías bellísimas que, en muchos casos, suelen captar el paisaje en movimiento, exhibiendo libertad y heterodoxia. Su muestra se completa con “Jardín del edén”, una colección de objetos e imágenes que fluctúa entre el carné de viajes y el gabinete de curiosidades, y con la instalación-collage “Apuntes para un hombre herido”, que funciona a la manera de memoria histórica y personal con la estética de los atlas de Aby Warburg. Hasta el día 3, en el CDAN.