Los Greim muestran en vivo y en pleno corazón de Huesca su labor diaria
Los Grupos de Rescates en Montaña simularon la evacuación de un herido
CON LOS edificios de López Allué como las montañas de un valle y la plaza haciendo de valle, efectivos de los Greim simularon ayer un rescate de montaña en pleno corazón de Huesca ante mucho público.
Como antesala de la entrega de los Premios Félix de Azara -los Greim han logrado la máxima distinción-, miembros de los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil socorrieron a un montañero “accidentado” en el centro de la plaza López Allué.
Primero llegó el equipo terrestre -dos especialistas y un médico-, que, tras una primera asistencia al herido y comprobar que la única manera de llevarlo al San Jorge era en helicóptero, pidieron el refuerzo aéreo.
El helicóptero llegó a López Allué y mientras valoraba inclemencias climatológicas como el viento, los efectivos terrestres encamillaron al herido, que fue evacuado en un ciclo de grúa -un cable desde el helicóptero- en una demostración de lo que “es una actuación al uso” para los Greim, declaró Baín Gutiérrez, teniente jefe del Grupo en Jaca.
El “rescate” visto ayer es habitual en el día a día de los Greim, ya que en la provincia se hacen más de 500 rescates de montaña al año, explicó Gutiérrez tras el simulacro.
Pidió a quienes van a la montaña “mucha precaución” e incluso “valorar si sería mejor no acudir a ciertas zonas del Pirineo donde haya nevado recientemente”. Y es que hay lugares con riesgo 4 de aludes.
De hecho, el miércoles se rescató a un esquiador de montaña atrapado por un alud fuera de pistas de Astún. Afortunadamente, salió “ileso” porque el alud no lo llegó a enterrar, pero sí fue un episodio que debe servir como “toque de atención”. En esta línea, aseguró el teniente jefe de los Greim que cada vez hay mayor concienciación, sobre todo entre los montañeros habituales. Pese a ello y a las campañas de concienciación de las instituciones, siguen dándose “impericias, imprudencias y ciertas negligencias”, pero “no son la tónica normal”. ●