Más de medio centenar de detenidos tras el entierro de Navalni
◎ El vicepresidente del partido opositor se encuentra entre los arrestados ◎ Las largas colas para despedirle se extendieron durante varios kilómetros
MOSCÚ.- La policía rusa detuvo ayer al menos a 56 personas en catorce ciudades de este país durante la jornada de despedida del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, que fue enterrado tras morir hace dos semanas en una prisión ártica. Según OVD-Info, organización que vela por los derechos de los detenidos, las ciudades con mayor número de detenciones son Novosibirsk, Yekaterimburgo y Moscú, con 14, 10 y 6 detenidos, respectivamente.
La policía también practicó detenciones en Voronezh, Kazán, Nizhni Nóvgorod, Vladikavkaz, San Petersburgo, Ulán-Udé y Sochi, entre otras.
Entre los detenidos está el vicepresidente de la filial moscovita del partido opositor Yábloko, Andréi Mórev, arrestado por la policía en el metro de Moscú tras el sepelio, indicó OVD-Info. Según declaró Mórev al canal de Telegram Mozhem obyasnit (Podemos explicar), los agentes del orden le detuvieron junto a un colega en la estación de Máriino, cercana al cementerio y de momento no hay cargos.
Otras dos personas fueron detenidas en las inmediaciones del camposanto, según informó el periodista Alexandr Pliuschev y el canal de Telegram Avtozak Live, dedicado a informar sobre detenciones. Según el canal, uno de ellos fue arrestado después de gritar “¿Quién mató a Navalni?”.
En la estación de metro Liublinó, a dos estaciones del cementerio, fue detenido al exvicepresidente del movimiento Parnas, Mijaíl Shnéider, según OVD-info. Según la policía, Shnéider “se parecía a un hombre declarado en búsqueda y captura”.
Decenas de miles de rusos acudieron ayer, con flores en las manos y gritos de “Rusia será libre”, “Rusia sin Putin”, “Navalni”, “Liosha (diminutivo de Alexéi), estamos contigo”, al entierro de Navalni en el cementerio Borísovo de la capital rusa.
Las colas para despedirse de Navalni se extendieron por varios kilómetros, escenas que no se veían en este país desde hacía muchos años. En previsión de una muestra de afecto tan multitudinaria, la iglesia ortodoxa de Máriino amaneció rodeada por un cordón policial sin precedentes integrado por cientos de agentes del orden. Pese al intenso operativo policial la despedida fue pacífica. ●