Amarrar, esta vez sí

vía con un disparo lejano de El Hilali desviado.

Braithwaite, casi desaparecido todo el partido, tuvo de nuevo un remate de cabeza alto en el minuto 88. Y en el minuto siguiente los de Ramis disponían de un saque de esquina desde su derecha que remataba Sergi Gómez a las manos de Álvaro en posición algo forzada.

Se añadieron cinco minutos y Obeng, ya en el tiempo extra, ha protagonizado el primer disparo a portería de todo el partido, lejano y bastante inocente, que ha atrapado el meta sin ningún problema.

Los dos últimos minutos han sido de algo de acoso local, pero el Huesca de nuevo ha sabido aguantar el tipo y firmar un empate de quilates para continuar como uno de los mejores visitantes de la categoría y para sumar de nuevo fuera de posiciones de descenso. Un empate muy trabajado, de pico y pala, nada vistoso, pero su otorga a los de Hidalgo un punto que da esa sensación de que vale algo más. ●

●●● Se le ha criticado en varias ocasiones a Hidalgo el plantear partidos demasiado conservadores, pensando solo en aguantar un resultado, como pudo ocurrir en Andorra, o en Villarreal. Ayer en el Stage Front Stadium el Huesca tuvo claro el partido que quería y que tenía que hacer para al menos sumar, seguir con la racha positiva y mirar al descenso por el retrovisor. Está claro que aunque el partido hubiera durado todo el fin de semana, el Huesca no habría perforado la meta perica, pero era un día para, ante un rival tan potente como el Espanyol, y que llegaba muy crecido tras remontar en Eibar, aguantar el tipo. Los azulgranas cumplieron y con creces de mitad de campo para atrás, y el punto, esta vez sí, es bueno. Otra cosa será el próximo fin de semana en casa. ●

Asegurar:

El Huesca salió con un dibujo muy similar al que utilizó en Miranda, pero sin embargo esta vez no se tradujo en mucho caudal ofensivo. En todo caso, el trabajo defensivo fue más que correcto, y ya cuando el partido enfilaba su recta final el técnico introdujo algunos cambios para terminar el partido reforzando la defensa, con tres centrales en lugar de dos, y meter piernas frescas en el medio campo, pero también con ese objetivo de aguantar el empate ante un rival que cada vez se volcaba más sobre el área de Álvaro.

Kortajarena y Cabrera luchan por un balón aéreo.