“No siempre se conoce el trabajo que hacemos”
Presidenta del Ilustre Colegio de Enfermería de Huesca
Hoy se celebra el Día Internacional de la Enfermera, ya que el 12 de mayo pero de 1820 nació Florence Nightingale, considerada como la primera enfermera investigadora y promotora de la enfermería moderna. Carmen Tosat cuenta el presente y futuro de la profesión.
¿Por qué es importante celebrar el día de la enfermera?
—Porque a pesar de ser reconocidas como la columna vertebral de la asistencia sanitaria, hemos visto una y otra vez cómo las crisis financieras conducen a menudo a restricciones presupuestarias en la atención de salud, normalmente, a expensas de los servicios de enfermería. Este enfoque pasa por alto el valor económico sustancial, y a menudo infravalorado, que la enfermería aporta a la asistencia de salud y a la sociedad en su conjunto.
El lema de este año hace referencia al poder económico de los cuidados. ¿Cree que el trabajo de las enfermeras está bien valorado por la sociedad?
—Las encuestas siempre reflejan que los ciudadanos califican con una nota muy alta nuestra labor, pero no siempre conocen bien el trabajo que hacemos. Las enfermeras indican productos sanitarios y medicamentos, investigan, son especialistas, tienen sus consultas, y son las responsables de los cuidados. Es por ello que, en los últimos años y desde la Organización Colegial de Enfermería se han puesto en marcha distintas iniciativas de visibilidad y reconocimiento de la profesión, como la Ruta Enfermera, ese enorme tráiler que estuvo en Huesca y Barbastro a principios de diciembre del año pasado, y la nueva campaña ‘Pregunta a tu enfermera’ que arranca hoy y tendrá lugar durante todo el año (preguntaatuenfermera.com). El trabajo enfermero bien realizado no solo contribuye a la mejora de la calidad de la atención sanitaria, sino que, además, genera un ahorro económico importante, de lo cual se beneficia toda la sociedad.
¿Y por los poderes públicos? En todos los foros, y mucho más después de lo que pasó en la pandemia, los políticos de todo signo y a todos los niveles -local, autonómico y estatal- no se cansaron, o sí, de elogiar a las enfermeras. Pero la realidad es que falta todavía dar pasos cruciales a la hora de favorecer el desarrollo profesional como, por ejemplo, los puestos vinculados a la especialidad, tiempo para investigación que contribuya al progreso de la ciencia de los cuidados, que el sistema cuente con las enfermeras y enfermeros que necesita (casi 1.500 más en Aragón sólo para llegar a la media europea), liderazgo profesionalizado y no a expensas de los cambios políticos, etc. Esas son algunas de las medidas que, entre otras, demostrarían el interés político por preservar nuestro sistema sanitario. Todo en enfermería cuesta mucho, tanto esfuerzo como tiempo, pero allí estaremos para ir consiguiendo esos retos, que desde luego repercutirán favorablemente en el sistema sanitario y en la sociedad en general.
¿Cómo es el presente de la profesión?
—España presenta un déficit crónico de enfermeras y enfermeros. Hacen falta muchos más, ¡hay que decirlo, fuerte y alto! Estamos a la cola de Europa en relación a la población que debemos atender. España tiene una ratio de 6,25 enfermeras por cada 1.000 habitantes, mientras que la media de la Unión Europea es de 8,27, según el último informe de la Organización Colegial de Enfermería. Aragón supera la media nacional, con 7,16 profesionales por cada 1.000 personas, pero seguimos lejos de la media de la UE, y en nuestra provincia hay que tener en cuenta la complicada orografía y la dispersión. Actualmente, estamos insistiendo en la necesidad de actualizar y adecuar, a los tiempos en que vivimos, dos leyes muy importantes, como son la conocida como Ley del medicamento, y la Ley de ordenación de profesiones sanitarias (LOPS). ¿Cómo se presenta el futuro? —Si las administraciones no apuestan por la enfermería como motor básico para el sistema sanitario, no es gris el futuro de la profesión, sino de toda la sociedad. Hacen falta más enfermeras y que sus condiciones de trabajo no las inviten a emigrar de unas comunidades autónomas a otras, o incluso irse al extranjero como ha ocurrido en determinados momentos. ●