Cómo tratar rozaduras y ampollas
Son lesiones muy frecuentes en los pies, sobre todo después de largas caminatas, excursiones o rutas a pie (como por ejemplo, el camino de Santiago). El roce continuo de la bota, el calcetín y el sudor pueden propiciar rozaduras y ampollas. Lo adecuado es lavar la ampolla con jabón neutro o suero fisiológico. Aplicar un desinfectante. Hay que tener cuidado de no retirar la piel; conviene cubrir la zona con un apósito.