ÁNGEL ANTONIO HERRERA RAÚL GONZÁLEZ BLANCO ....
Esta semana cumple... 41
Raúl González Blanco ‘‘ Ojalá la vida se le siga dando como el fútbol’’
La Cibeles tiene de novio pasajero a Sergio Ramos, pero antes tuvo a Raúl. A Raúl González, futbolista inolvidable y famoso de timidez. El día 27 cumple 41 años. Debutó de chavea, por obra de Jorge Valdano. Jugó siempre a pelo, con sólo el nombre propio, y así se le conoce bajo la última palmera del mundo. Raúl, sí, Raúl. No ha sido de decorarse con pendientitos ni de doparse con rayos uva, como otros, como tantos, pero es un figura que se puso las pilas cuando tocaba, y de ahí no lo movías. Tiene un capote torero de celebrar Ligas, y fue el gran fichaje merengue que ya teníamos en casa, durante muchas temporadas. En Chamartín, sobrevivió a ocho entrenadores, y su zurda es una hemeroteca del pase, o del gol, por mucho que pese a los antirraulistas, aún en vigor, y a Luis Aragonés, en su día, que lo jubiló de la Selección.
Nunca necesitó renovar el fondo de armario de tatuajes para convencer a la grada. Siempre pensamos que volvería al Madrid, más temprano que tarde, porque es uno de los nuestros. Y aquí está ya. Tiene, ya digo, algo de novio de campeonato de La Cibeles, sólo que es un novio de celebrar Ligas que se casó con otra, Mamen Sanz. Raúl y Mamen tuvieron un rato de vida en Nueva York, no hace mucho tiempo, porque él se desempeñó por ahí. Mamen Sanz ha sido siempre una belleza serena que no desprecia el escaparate, cuando toca, pero no milita en la bobada del exhibicionismo, tan en auge. Digamos, por abreviar, que estamos en la pareja contraria a David Beckham y Victoria, fundadores del fútbol de show.
Raúl siempre fue un gran tipo que buscaba el trueno justo de su vida privada en los papeles o en las teles. Buscaba la vida que enseguida llevó, con Mamen, y la que ahora lleva. De la humildad moldeó un liderazgo. Y del hablar bajo acuñó una elegancia.