Terelu Campos “De ésta salgo por mis santas narices”
No esperaba que justo un año después de recibir el alta por el cáncer de mama que tuvo en 2012, la enfermedad volviera a golpearla. Pero ha sido así. Terelu vuelve a tener un tumor, ésta vez en su mama izquierda. Es pequeño, primario y está localizadísimo, pero ha sido un mazazo para ella y su familia. Teresa está rota, Carmen también, pero las tres juntas saben que van a superarlo una vez más. -Terelu, ¿cómo estás? -Esperanzada y asustada, ambas cosas. Esperanzada porque tengo la confianza de que cuando me operen, me quiten el tumor y el análisis de ese tumor me dé esperanzas. Y esperanzas de no volver a pasar otra vez por todo. Con sólo ahorrarme algo del proceso anterior, seré feliz.
-¿Esta vez el impacto emocional ha sido peor?
-Infinitamente peor. Cuando me hicieron la eco y vi al ecógrafo pasar una y otra vez por el mismo sitio, medir… debí poner cara de pánico y me dijo: “Aquí hay un tejido que no corresponde. Voy a comentárselo a tu oncólogo”. Yo había ido sola y me derrumbé. Estaba tumbada y no paraban de caerme las lágrimas sin parar. Me hicieron una biopsia y 24 horas después me confirmaron que había que operar.
-¿En quién pensabas en ese momento?
-En mi hija y en mi madre. Yo no paraba de pensar: le tengo que volver a decir esto a mi madre… Mi hija lo sabía pero yo quería decírselo a mi ma- dre con la mayor información posible, no quería hacerle pasar cada día por el trago de las pruebas… -¿Y cómo reaccionó? -Se puso a temblar y mi doctora la tranquilizó como pudo. -¿Evitaste las lágrimas? -Con mi madre sí, porque si yo me derrumbo, la arrastro. Así que, hice de tripas corazón. Cuando la gente me pregunta que de dónde saco las fuerzas pienso… de las ganas de vivir y de la generosidad de la gente a la que quiero… Yo rezo, porque soy muy creyente, pero me daré por satisfecha si esta vez no tengo que llegar a los penaltis.
“Cuando me lo dijeron no paraba de pensar en mi hija y en mi madre… Les tengo que volver a decir esto…”