¿Y el cloro de la piscina? Mejor, nadar con gafas
El cloro de las piscinas es uno de los causantes más frecuentes de irritaciones oculares y de conjuntivitis. Desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, apuntan que es muy importante usar gafas de natación o de buceo, para evitar el contacto con agentes irritantes (cloro) y contaminantes (virus y bacterias). En el caso de notar un cuerpo extraño en el ojo (por ejemplo, si estamos en la playa y notamos un granito de arena), no debemos frotar. Mejor, lavarse las manos bien con agua y jabón y después, lavar el ojo con agua limpia.