ÁNGEL ANTONIO HERRERA
Esta semana cumple... 75 Joan Manuel Serrat
Cumple Serrat 75 años, el 27 de diciembre, y ahí tenemos excusa para darle homenaje, aunque para celebrar a un tipo como él no hacen falta excusas. Ha ensanchado las calles con el verso cantado. Le ha ganado el pulso a la canallada del cáncer, bajo un silencio que es ejemplo, y es distinción.
Se mueve entre el silencio para lo privado y el clamor de un cancionero donde “le tiembla el corazón en la garganta”, citando a Joaquín Sabina. Un tío que casi palmó, y no se le nota, es mucho tío. Él es un cabal de ir en mangas de camisa por la vida. Y su sastrería íntima, y la del artista, que a veces viene a ser lo mismo, es un paño de oro. Alguna vez arriesgó que no hay nada mejor para un catalán que triunfar en Madrid. Le escuchan con gozo Felipe González y Esperanza Aguirre.
He estado en sus conciertos y les encoge el alma a los de su generación, a los del botellón y a los que vengan. Un tipo que ha inventado “Mediterráneo” es un clásico, sí, pero un clásico joven, porque “Mediterráneo” lo pones de arranque o cierre de un concierto de los Rollings y se monta la apoteosis. No tiene escuela, porque imitarle es naufragar, pero a la canción con buena letra llegan todos de su mano, desde Ismael Serrano a Jorge Drexler. Ramoncín, cuando era punky, siempre le piropeaba. Las generaciones recientes le dicen amén. Es un maestro de lo suyo, pero sin escuela, porque la suya empieza y acaba en él mismo. Estamos ante un elegante de espíritu, y su indumentaria es la música, con largo fondo de armario que nunca pasa de moda.
Puso melodía de alivio a muchos abismos de nuestras vidas. Nos acompañó con su mensaje en las libertades de la juventud, y en la juventud de la libertad. Comenzó cantando porque así se podía arrimar mejor a las muchachas. Hoy es un forajido de la emoción que sigue llenando teatros.
‘‘ Ojalá siempre le tiemble el corazón en la garganta’’