Gente con estilo: Armando del Río
“El karma no me está tratando mal”
Lleva más de media vida dando la cara en tele, cine y teatro, pero él es mucho más. Y aunque ahora lo vemos en la serie “El nudo”, está volcado en sus cortos, prepara una obra, una película…
Su currículum es abultado. Comenzó a trabajar muy pronto en el mundo de la interpretación, y lo hemos visto en multitud de series, películas y obras de teatro. Además, dirige y produce cortometrajes. ¿Se puede pedir más? A Armando del Río ahora le toca defender “El nudo”, el mejor estreno de ficción de ATRESplayer PREMIUM. -¿Quién te ha liado en “El nudo”?
-La productora, con la que trabajé en “Amar es para siempre”, y que me ha vuelto a llamar, afortunadamente. Interpreto a Javier, un personaje secundario (los protagonistas son Natalia Verbeke, Cristina Plazas, Miquel Fernández y Orio Tarrasón), que va teniendo cada vez más importancia, hasta que se vuelve clave. Es el hijo de Luisa Gavasa, quien curiosamente ha dado vida a mi amante en la serie “El último show”, de la autonómica Aragón TV. -Lo tuyo es una sucesión de series.
-Sí, ya las he dejado de contar. Son bastantes, pero se pueden hacer más, ¡eh!, no hay problema. -A ti los nudos, ¿qué tal se te dan?
-Los nudos los hago, desatarlos se me da peor (risas). Pero yo no me embrollo mucho, si veo un nudo le digo a mi mujer que lo deshaga. -Ella es actriz, Laia Alemany.
-Y hemos trabajado juntos, lo último fue la obra “Danny y Roberta”, hace ya tres años si no recuerdo mal, porque nuestra hija tenía pocos meses y ensayábamos con ella en brazos… También tenemos una productora, Cromagnon Producciones, y la he dirigido en un par de cortometrajes. -¿Cuántos llevas? -Cuatro ya. -¿Qué te atrae de ellos?
-A mí es que me gusta dirigir y, como tampoco se puede hacer una película sin ton ni son, hay que empezar por algo. No tienen mucha salida más allá de los festivales o que lo compre alguna cadena. Yo, por ejemplo, vendí “El hombre lento” en Japón, y ahí recuperé algo de dinero, porque tuvo subvenciones y premios. Con “Karma”, el último, está siendo más complicado. Tengo el guión para el largometraje. -¿Hacer una “peli” es lo próximo? -Sí, ahí estoy, empezando a tener reuniones con productoras, enseñándoles los proyectos y, si tengo suerte, espero hacerla el año que viene o el siguiente como muy tarde. -En 2020 cumples 50. ¿Te ronda ya la crisis de la mediana edad?
-¿Qué 50? (risas). No es ninguna tontería, yo ya pienso en la muerte desde hace cuatro o cinco años, soy muy cenizo para eso. No me gusta nada envejecer. Llevo fatal la decrepitud física o mental. -¿Tú crees en el karma?
-Yo creo en las deudas kármicas. Cuando haces algo mal, de alguna manera estás lanzando una energía negativa al universo, que te lo va a devolver de una manera u otra. A mí el karma no me está tratando mal: estoy viviendo de mi trabajo, que es complicado, y tengo una mujer y una hija maravillosas. No me puedo quejar. Y sí que he sentido alguna forma de protección más allá de las cosas de la Tierra. -¿La vena artística es heredada?
-No, mi padre era empresario industrial, mi abuelo era agricultor… así que nada que ver con esto. A mí siempre me ha gustado el cine, todo lo que hay detrás, cómo se hace una película… Igual en otra vida he sido James Dean o Joseph Cotten.
-Tu hija Alma (de cuatro años) tiene muchas papeletas para ser actriz, directora, productora…
-No tiene por qué. Yo salí huyendo de la forma de vida que teníamos en Zaragoza (donde nació), que no me atraía para nada. -¿Erais muchos en casa? -Tengo cinco hermanas, todas mayores que yo. -Así que has estado muy mimado.
-¿Mimado? No sé, no había mucho mimo en casa. Somos una familia un poco descastada, como se dice en Aragón. -¿Te costó el cambio?
-Fue un proceso de acoso y derribo a mis padres, hasta que les convencí de que mi carrera era la interpretación, estudiar cine… Hay que apostar por algo en la vida, luego puedes cambiar. -Sales de Zaragoza y ahora estás volviendo…
-Sí, ahora que ni siquiera tenemos casa en Zaragoza. He hecho allí “El último show”, serie protagonizada por Miguel Ángel Tirado, “Marianico El Corto”, Luisa Gavasa…
-Empezaste con “Jamón, jamón” (1992), rodando en Los Monegros.
-Hace ya media vida. Hice la película de Bigas Luna con 21 años. Al final vuelves a los orígenes, pero sin quererlo. Un buen comienzo, sí. -¿De qué trabajo te sientes más orgulloso?
-De una película que pasó un poco desapercibida, “Sinfín” (2005). Tenía un personaje muy chulo, con una historia de amor muy bonita con Ana Álvarez. -Hasta has probado suerte en el extranjero con “Penoza”.
-Significa algo así como bajos fondos. Es una serie que llevaba diez años en Holanda, es muy conocida y se han hecho versiones. Participé en el capítulo final, que se estrenó en cine. Interpreté a un narcotraficante mexicano con vínculos con las altas esferas, un tipo muy “cool” pero muy de sangre fría. -Y ahora, ¿con qué andas liado?
-Con mis proyectos de cine y teatro, una comedia que voy a dirigir y coproducir, con actores de primera línea, y no te puedo contar más. -¿Qué otras cosas te gusta hacer?
-No tengo tiempo para mucho más: me gusta leer divulgación científica; ver series, y soy muy ecléctico; el cine; jugar al fútbol… -¿Campo o ciudad?
-Soy bastante urbanita, pero me gusta el campo, tengo una casa de madera en el campo, en Guadalajara, por la zona del Alto Tajo. -¿Qué harás en Navidad?
-Estaré en Barcelona con la familia de mi mujer hasta San Esteban, el día 26. Y la Nochevieja, en Madrid con los amigos. A las Fiestas hacía tiempo que no les tenía interés, pero con mi hija y su ilusión, también se ha renovado un poco la mía. -¿Tu deseo para 2020?
-Sacar adelante mis proyectos, subsistir y que desaparezcan ciertas actitudes machistas, racistas, xenófobas… belén alonso. fotos: fernando roi. ayte. de fotografía: ana maisonave. estilista: isabel dorado. maquillaje y peluquería: marta de la torre del salón cómo te quedas!!! para redken. agradecimientos: multiespacio ramses. pl. de la independencia, 4. madrid. teléfono: 91 435 16 66.