Beatriz de Borbón,
adiós a una mujer singular
l pasado sábado a las 9.30 de la mañana fallecía Beatriz Von Hardenberg Zu Fürstenberg, más conocida como Beatriz de Borbón, a consecuencia de una larga enfermedad pulmonar. Su propia hija, Olivia de Borbón, nos comunicó la triste noticia mediante un mensaje de texto: “En el hospital Quirón de Marbella mi madre ha muerto, a causa de un paro cardíaco producido como consecuencia de la enfermedad de EPOC que padecía desde hace años. Dadas las circunstancias sanitarias que se viven en toda la nación, el velatorio se efectuará en la más estricta intimidad”.
La duquesa de las ranas, como la llamaban con cariño, falleció a los 73 años, de una enfermedad respiratoria. Su hija
Olivia está destrozada. Hace un mes enterró a su hermana
EY así fue. Al día siguiente de su muerte, el cuerpo sin vida de “la duquesa de las ranas”, como la llamaban cariñosamente por su amor a estos animales, fue incinerado ante la única presencia de sus dos hijos, Olivia y Fran; su ex marido, Francisco de Borbón y Escasany, duque de Sevilla; su yerno, Julián Porras; su abogada, y su íntimo amigo, Joaquín Trías.
DIEZ MINUTOS se puso en contacto con Julián Porras, el marido de Olivia que, destrozado, comentó: “Si un director de cine decide hacer una película de miedo, esto no se le ocurre. Lo que estamos pasando, sobre todo Olivia, es inhumano”.
Julián se refería a las dos pérdidas tan cercanas que ha sufrido la familia, ya que el pasado 14 de febrero fallecía a los 44 años, Cristina, la hija pequeña de Beatriz y Francisco, una pérdida que creen aceleró la enfermedad de la ex duquesa de Sevilla. La intención de la familia es hacerles un homenaje conjunto a la madre y a la hija en Marbella este verano.
Un reconocimiento público que muchos creen que llega tarde para Beatriz de Borbón, ya que fue una pionera en el mundo de la moda. “Era inteligente, culta, muy divertida. Nada “posturona” y muy cercana”, así la definen quienes la conocían.
La condesa de Von Hardenberg y princesa Zu Fürstenberg nació el 28 de junio de 1947 en la Selva Negra, Alemania, y a los 20 años empezó a pasar los veranos en Marbella. Allí conoció a Francisco de Borbón, duque de Sevilla y primo del rey don Juan Carlos. En 1973 se casaron y tuvieron tres hijos: Olivia, Francisco y Cristina. Eran años en los que Marbella era el epicentro de la jet set y por su casa desfilaban desde Julio Iglesias a Sean Connery. Siempre cercana, no hacía distinciones. Por eso, era uno de
BEATRIZ SE FUE APAGANDO POCO A POCO TRAS PERDER A SU HIJA PEQUEÑA
los personajes más queridos por los periodistas.
En la década de los ochenta trajo la revista “Vogue” a nuestro país y como su directora amadrinó a grandes diseñadores españoles como Montesinos o Jesús del Pozo.
Era inteligente, culta, divertida y fue pionera en el mundo de la moda
La que fuera duquesa de Sevilla era también gran amante de los animales. De hecho, cuando se fue a vivir con su marido y sus hijos a Miami fue una de las primeras famosas que paseó por la calle un cerdito vietnamita al que llamó Piggly Wiggly. Y se ganó el título de la “duquesa de las ranas”, porque estos animales estaban presentes siempre en su casa y en su vestuario.
Adoraba a sus tres hijos, fruto de su matrimonio con el duque de Sevilla, del que se separó en 1989. Hace unos años volvió a vivir a Marbella para estar cerca de su hija Olivia y de sus nietos, pero siempre pendiente de Fran y de Cristina, la pequeña. No se pudo despedir de ella el pasado 14 de febrero. No pudo estar en su velatorio en Madrid para darle su último adiós. Un mes más tarde Beatriz ya está abrazada a su hija pequeña. Descanse en paz, duquesa.
Daniel I. Carande