Gente con estilo
ordobesa de nacimiento, aunque sevillana de adopción, la bautizaron como Jennifer Jessica, pero la conocemos como India Martínez. Un sobrenombre que le puso una amiga en la infancia “porque decía que me parecía a Pocahontas”, pero que la identifica plenamente no sólo por su físico racial, sino porque es una mujer peleona y luchadora, a la que le gusta llamar a las cosas por su nombre. Hablamos con ella un día después de volverse a subir a un escenario tras el largo confinamiento. Está feliz: “Ha sido como otra primera vez. Me desquité de la inactividad y de la lejanía del público y he vuelto a dormir tranquila”.
-Porque en vuestra profesión el contacto con el público lo es todo.
-Sí. Hemos tenido que posponer todas las fechas que teníamos previstas y ha sido duro, porque dos años parada grabando un disco sin hacer conciertos... Y esto que nos ha pasado a todos, que se nos ha parado la vida, me ha pillado en plena gira. Ahora llegaba la época buena con festivales, teatros, auditorios…
-¿Y qué vas a hacer?
-Para desquitarme voy a hacer unos conciertos íntimos a piano de cola y voz. Va a ser diferente, voy a ofrecer algo distinto.
-Toca reinventarse.
-Sí, esto nos ha obligado a reinventarnos. Yo necesito volver a sentir el calor del público.
-¿Dónde pasaste el confinamiento? -En Sevilla, pero la saeta la ponían hasta en Alemania. Lo pasé con mis perritos y mi pareja en casa, separada de mi familia, porque la tengo repartida por Almería, Málaga... Y eso es lo que peor he llevado, no poder verlos.
-Dicen que el encierro ha sido una prueba de fuego para muchas parejas. ¿La tuya ha salido reforzada o se ha debilitado?
-Reforzada. Las primeras dos semanas era raro porque no estoy acostumbrada a pasar tanto tiempo en casa y se me hacía extraño. Pero, como nos echamos tanto de menos cuando estoy fuera, compartimos tantas aficiones y nos tenemos tanta admiración, creo que la situación nos ha unido más todavía. Hoy, por ejemplo, llevo sólo un día fuera de casa y ya me dice que me echa de menos.
C
-¿Qué es lo que te resultó más duro de lo que nos tocó vivir?
-No poder ver a mi familia y el fallecimiento de mi abuela, que fue dos semanas antes del confinamiento. No sabemos si fue por Covid, porque en ese momento no se sabía tanto. Estuvo luchando hasta que nos vio a todos reunidos a su lado y eso nos reconfortó muchísimo. Luego, cuando se desbordó la situación, pensé en todas esa gente que vivía la pérdida de un ser querido sin poderle decir adiós. ¡Qué dolor! Así que, después de todo lo que ha pasado, tengo que dar gracias por la suerte de haber podido estar a su lado en sus últimos momentos.
-Emocionalmente te has involucrado con la pandemia con dos temas, “La saeta” y “Cruz Verde de Vida”, que es un himno a los farmacéuticos.
-Necesito cantar lo que siento. Uso la música para expresar mi opinión sobre temas sociales, recuerdos, vivencias… o la violencia de género, como ya he hecho. -¿Eres guerrera?
-Sí, para todo.
-Tu pareja es especialista de cine y profesor de capoeira. ¿Tú también practicas esa disciplina?
-Sí. Mi chico cuando yo le conocí era profesor de capoeira, aunque ya no ejerce. Ahora tiene una productora y hace series, cortos, me ha hecho algún videoclip... -¿Y a ti no te llama ser actriz?
-Sí. De hecho, dentro de poco me va a tocar hacer un papelito en una serie que está haciendo. Me voy a animar, me gusta, teniéndolo tan cerca estoy descubriendo que me encanta.
-Lo dices con cierta vergüenza.
-Lo digo con respeto, porque respeto mucho la profesión. Hace poco probé a estar dentro de una serie que hicieron para internet como especialista de cine, salí ahí repartiendo golpes y me encantó. Le dije: “Cuenta conmigo para más”. Y ahora me va a dar un papelito. A ver cómo se me da. Creo que la actuación está muy relacionada con la música, es interpretación, arte. Y me divierte mucho probar, salir de mi zona de confort.
- ¿ Qué papel t e habrí a g ust a do interpretar?
-Pues, como soy muy guerrera, me encantaría que si alguna vez hiciera algo relacionado con esto tuviera acción.