Mila Ximénez
Tras pasar el verano con su hija y sus nietos en Marbella, la colaboradora vuelve al trabajo. “No quiero tener una vida de enferma”, dice. “Estoy convencida de que pronto diré: he superado el cáncer”
“Se superan muchas cosas cuando sabes que hay gente que te está esperando”
El 16 de junio abrió su corazón en “Sálvame” y anunció que tenía un cáncer de pulmón y que debía ponerse en tratamiento para recuperarse. Ese mismo día, con mucha fuerza, aunque rota y entre lágrimas, Mila Ximénez aseguró que iba a luchar con todas sus fuerzas para vencer la enfermedad y volver a trabajar lo antes posible. Se ponía una fecha: “En septiembre, si todo va bien, estoy otra vez ahí dando guerra”. Y como la ex de Santana es una mujer de palabra: dicho y hecho. El sábado 29 ocupó de nuevo su silla de colaboradora en el “Deluxe”. Pero fue el jueves 27 de agosto cuando apareció por sorpresa en el plató de “Sálvame” para felicitar a Kiko Hernández, que el día 26 había cumplido 44 años. De paso, dio el notición que todos esperaban: “Quiero volver a trabajar. Lo necesito. Echo de menos venir al plató, las broncas, cabrearme… Y no quiero tener una vida de enferma. Estoy poniendo todo de mi parte, pero os echo mucho de menos. Así que, el sábado me han preguntado si quería ir al “Deluxe” y he dicho que por supuesto. La gente dirá: ¡qué pinta en plató! Pero necesito sentir que hay normalidad, estoy cansada de la anormalidad. “Gran Hermano”, el confinamiento y esto me tiene paralizada, pero se acabó. Pase lo que pase estaré en pie siempre. No voy a ponerme de rodillas ante ninguna enfermedad ”, dijo. Y continuó: “Además, tú y yo, Kiko celebraremos el cumpleaños dentro de poco. Será el tuyo y el mío… Tengo que cumplir años otra vez.”
Y así lo hizo. Sólo un poco más tarde, cuando sus compañeros y amigos, entre los que se encontraban Kiko Hernández, María Patiño, Chelo García Cortés y hasta Anabel Pantoja, acabaron el programa, se reunió con ellos en su local preferido, “La Muralla”. Allí estuvieron un buen rato disfrutando de su regreso y hablando de cómo le iba el tratamiento, de todo lo que ha pasado durante estos meses e incluso improvisaron una tarta de cumpleaños y soplaron las velas.
Seguro que ambos pidieron el mismo deseo: su completa recuperación. Kiko ya lo hizo unos días antes, tal y como le confesó a su amiga en el plató: “Uno de mis deseos ayer en casa fue para ti. Sabes que te quiero”.
Mila lo tiene claro. Sabe que sus compañeros se lo pondrán muy fácil en su nueva etapa, aunque ella está dispuesta a dar mucha guerra. “Vuelve el eje del mal, Kiko, Matamoros y yo”, aseguró entre risas.
LA COLABORADORA SE REUNIÓ CON SUS COMPAÑEROS Y KIKO Y ELLA SOPLARON UNA VELA DE CUMPLEAÑOS
Y continuó: “Le he prometido a Alba que iba a salir de casa. Después de estar con los niños y con ella en Marbella, me vine abajo, pero no puedo dejarme vencer por esto. He vivido cosas peores. Es un incidente que tengo que superar. No estoy enferma. Mi cuerpo tiene algo que no funciona, está enfermo, pero no soy una enferma. Tengo funcionalidad, carácter, alegría, amigos y ganas de vivir. Mi oncóloga dice que soy valiente, yo le digo que no tengo más narices. Hay mucha gente que quiere verme viva. Y yo quiero que vean que no estoy en coma, ni ingresada porque se publican muchas bobadas.”
Y lo hará, a pesar de que sólo unos días antes, en un momento de debilidad, le había asegurado a su íntima, María Patiño, que dejaba el tratamiento. “Le dije a María que iba a dejar el tratamiento, pero no, vamos a seguir ahí… Se superan muchas cosas cuando sabes que hay gente que te está esperando. Y yo no me siento sola. Dentro de poco sé que diré he tenido un cáncer. Y lo diré: lo he tenido y ya no está. Lo he superado.”
Una prueba decisiva
El siguiente paso que dará Mila será una prueba este mismo miércoles 2 de septiembre para ver cómo van las cosas. Si el tratamiento, –las sesiones de radio y quimioterapia a las que se está sometiendo– han funcionado como los médicos esperan: “Sigo con el tratamiento y parece que todo va bien, pero el miércoles me hago una prueba. Si sale bien es que todo va mejor, si no va bien, pues se le saluda. Pero va todo bien. Es un tropiezo más.
Subiré los escalones de dos en dos.”, sentenció.
Hay que recordar que en su última entrevista, la periodista confesó que “el cáncer principal que sufro es el pulmón, pero tengo metástasis, lo tengo ramificado, en el hígado… Aunque por fortuna mi doctora me ha dicho que lo hemos pillado muy a tiempo.”
“Volver al trabajo, con amigos… Todo hace el camino más ligero”
Su máxima preocupación entonces era decírselo a su hija Alba, el amor de su vida: “Ella es l o más quiero, yo siempre he intentado protegerla de todo, tenerla en una burbuja y que nada le doliese, lo que a ella le roza, a mí me destroza. Nunca imaginé que le tendría que decir esto y sé que desequilibré a mi hija y su vida se tambaleó”. Por eso precisamente, la colaboradora decidió continuar con su vida, y como todos los años, alquiló una casa en Marbella, donde ha pasado unos días en compañía de Alba y de sus dos nietos. Ellos han hecho que el camino que está recorriendo haya sido más fácil. Pero una vez que se marcharon, Mila se vino abajo, como ella misma ha contado, y pese a seguir en su batalla, quiere normalidad. “Volver al trabajo, volver con amigos… Todo esto hace el camino más ligero. Ahora hay que llegar a la meta”, ha escrito en IG. Desde “DM“te mandamos toda nuestra fuerza.