Belén Esteban confiesa su secreto para perder los kilos de este verano
“Estoy como una bola”, reconocía la colaboradora de “Sálvame”, tras sus vacaciones en Tenerife. Belén se puso manos a la obra y ha conseguido bajar de peso.
Asu vuelta de l as vacaciones de verano, Belén Esteban reconocía que agosto, el descanso y el disfrute de la comida le habían pasado factura en la báscula. “He engordado 5,7 kilos. Estoy como una bola. Tengo más barriga que cabeza”, reveló entonces con humor y entre risas en “Sálvame”. La de Paracuellos estaba recién llegada de Tenerife, donde había pasado unos días con Miguel Marcos.
Báscula en mano
Lo cierto es que Belén no se veía bien con esos kilos. No estaba preocupada, pero sí dejó caer que le gustaría bajar un poco de peso y verse con una figura más estilizada. Así lo soltó a principios de septiembre en el plató de su programa: “Me veo con unos kilitos de más”. Interesado por su aumento de peso, Jorge Javier insistió... “Porque he comido y estoy gordita. Pero estoy perfecta”, zanjó ella rotunda.
Dicho y hecho. Belén se puso manos a la obra para adelgazar un poco. Durante varias semanas, se marcó unos objetivos diarios que, a la vista de los resultados, los ha ido cumpliendo a rajatabla. Báscula en mano, la de Paracuellos quiso demostrar su esfuerzo y compartió en su perfil de Instagram su peso actual: 64 kilos y 100 gramos.
Orgullosa, mostraba su nueva silueta y contaba a sus compañeros de plató cuáles habían sido sus tips para quemar esos kilos: “Además de cuidar la alimentación, ahora camino cada día 6 kilómetros”, dijo con satisfacción. Una rutina que le ha ayudado a llevar un estilo de vida más saludable.
Alonso Caparrós: “Se te nota, Belén”
Alonso Caparrós salió en su apoyo con un animoso “se te nota, Belén”. Un mensaje de refuerzo positivo, que apoyaron el resto de compañeros.
Además de mostrar de lo contenta que estaba con su imagen, la colaboradora no puedo evitar lanzarle una pulla a Jesulín en “Sálvame”: “Me encanta que los padres disfruten de los hijos, pero de todos los hijos (…) Es una vergüenza que no sepas ni a qué colegio va un hijo tuyo.”