Diez Minutos

Sara Montiel

Fue una pionera en Hollywood y reventó taquillas cantando cuplés. Pero, sobre todo, la actriz manchega fue valiente, una mujer moderna muy adelantada a su tiempo.

- M. Larrocha / Fotos: Hearst

Siempre hablamos de los logros de Penélope Cruz o Antonio Banderas en Hollywood, pero Sara Montiel fue una auténtica pionera. Nació en 1928 en Campo de Criptana, Ciudad Real, bajo el nombre de María Antonia Abad Fernández. Con su talento, belleza y un caracter indomable consiguió cruzar fronteras en una época donde la mujer estaba destinada a estar en casa. Ernest Hemingway le enseñó a fumar puros, se casó con Anthony Mann, jugó al tenis con Greta Garbo y acabó convirtién­dose en leyenda. Saritísima trabajó en medio centenar de películas, publicó más de una treintena de discos y compartió pantalla con Gary Cooper y Burt Lancaster en la película “Veracruz”. Su vida personal fue igual de azarosa, con cuatro matrimonio­s y algún corazón roto.

Era una mujer única. “Nací pobre, pero inmensamen­te bella”, confesó en su biografía. Sara vivió libre, sin complejos y explotando al máximo su talento. Fue una mujer de impulsos, siempre se dejó llevar por el corazón, una manera de afrontar la vida que conquistó a todos. El 8 de abril de 2013 nos dejó a los 85 años.

SIN RIVAL

A su vuelta a España, Sara empezó a encadenar una película con otra. En la imagen, en una escena de “Carmen la de Ronda” (1959), película dirigida por Tulio Demicheli y que protagoniz­ó junto a Jorge Mistral.

MIRADA INOLVIDABL­E

Después del éxito de “El último cuplé”, Sara protagoniz­ó “La violetera”, de Luis César Amadori. La cinta fue un exitazo y estuvo más de un año en cartelera.

ACTRIZ DE MUSICALES

La actriz siempre presumió de buena piel. “Me la lavo con jabón y punto”, confesó. Y añadió: “Se dice que exigía una media, a manera de filtro, en todas las cámaras que captaban mi imagen. Es ridículo. Lo único que pido es luz blanca directa a la cara. Nada más. Es lo único que necesito para salir estupenda”, explicó.

MUY COQUETA

Cuando volvió a España después de su época americana, la actriz disfrutó de una popularida­d merecida. Nunca renegó de la fama, sino todo lo contrario. “Yo no iba al supermerca­do a comprar un kilo de carne y unas zanahorias con unos pantalones cualquiera y la camisa por fuera. Hoy sí. Por eso la gente me tenía respeto”, explicó tiempo después.

FELIZ CON LA FAMA

 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain