Cuidado con las “dietas milagro”
YA HA LLEGADO EL CALOR, QUEDA UN MES PARA EL VERANO Y TOCA METER EN CINTURA A LOS KILOS DE MÁS, PERO SIENDO CAUTELOSAS CON EL RÉGIMEN A SEGUIR. NUESTRO BIENESTAR FÍSICO Y MENTAL ESTÁ EN JUEGO.
Prometen una rápida pérdida de peso, pero conllevan riesgos: deficiencias nutricionales, daños en órganos como los riñones o el hígado, o cambios metabólicos que afectan al funcionamiento del organismo. Hablamos de las “dietas milagro”, que pese a carecer de asesoramiento profesional y evidencias científicas sobre su eficacia, son muy populares. Y aunque es posible adelgazar con ellas, el descenso de peso es insostenible en el tiempo pues se produce por la reducción drástica de ciertos alimentos. Todo ello hace que sean poco efectivas, provocando el “efecto rebote” y generando un círculo vicioso que compromete no sólo la salud física.
“Pueden suponer una amenaza para la salud mental. El supuesto objetivo de estos regímenes es conseguir resultados inmediatos y sin esfuerzo, lo que resulta muy deseable y, a su vez, poco alcanzable. Por tanto, este fin puede ser el detonante de diversos trastornos de la conducta alimentaria, especialmente en personas con una baja autoestima y que basan su bienestar emocional en la aprobación externa de su imagen corporal”, advierte
Margarita Carrasco, psicóloga de
BluaU de Sanitas.
Control profesional
Para perder peso sin peligro es importante hacerlo de manera controlada y guiada por un/a nutricionista que tenga en cuenta nuestro metabolismo e historial clínico, reduciendo los alimentos ultraprocesados, las grasas saturadas y el alcohol. “Crear unas pautas personalizadas y adaptadas a cada cual es esencial para asegurar el éxito a largo plazo y, sobre todo, para crear hábitos saludables –añade la nutricionista Natalia Galán–. La educación nutricional es clave para llevar a cabo una dieta saludable y equilibrada todos los días y evitar caer en la trampa de las “dietas milagro”.
Perder peso de manera acelerada, continuada y sin demasiado esfuerzo es posible, pero conlleva consecuencias poco beneficiosas para nuestro organismo
Lo ideal es llevar un menú equilibrado, hidratarse y, por supuesto, moverse