“Como no pueden con Ignacio, le atacan como hienas”
Con Kiko Matamoros fuera, se ha perdido el alma del reality. De los que quedan solo se salva Nacho Palau, que ha sido capaz de hacer autocrítica pidiendo disculpas a la madre del Borbón.
“Que Ignacio haya optado por gastar el mínimo de energías posible, es una estrategia tan loable como las demás” “Anabel me decepciona por momentos. Tantos años comentando realities y no le han servido para nada”
Con l a expulsión de
Kiko Matamoros se ha perdido el alma de esta edición. No ha sido el que más ha pescado ni el que más pruebas ha ganado, pero ha generado contenido, ha leído el concurso y ha movido el juego como nadie. Estoy más que orgulloso de su paso por la isla porque me ha hecho disfrutar de cada uno de sus avances y me ha hecho reír con su eterna ironía. Esta edición se recordará siempre por la que estuvo mi compañero, un honor que se ha ganado a pulso semana tras semana. En cambio, el rumbo que ha cogido Anabel me decepciona por momentos. Tantos años comentando realities en el plató de “Sálvame” no le han servido absolutamente de nada y parece empeñada en hacer las cosas lo peor posible. Sus imágenes burlándose de
Ignacio de Borbón cuando éste se encontraba con los ojos tapados y haber aprovechado esos instantes para cargar duramente contra él haciendo piña junto a sus demás compañeros, me parece además de desacertado, de las cosas más torpes y cobardes que he visto en este concurso, haciendo leña del árbol caído y atacando al eslabón más débil cuando se encuentra solo. ¿Por qué no se atrevió a hacer lo mismo cuando Matamoros seguía en el concurso? Luego bien que se han quejado de que mi compañero haya acogido bajo su ala al Borbón y le haya protegido en la medida de sus posibilidades. Con razón lo hizo. Han olido la debilidad y han atacado como hienas. Pero el máximo problema que tienen en contra de este chico no es que en el día a día haya optado por gastar el mínimo de energías posible, una estrategia tan loable como las demás, sino que al que llaman flojo, vago y mal superviviente haya estado ganando el collar de líder semana tras semana. Como no pueden con él, se entretienen mordiéndole los tobillos a ver si con suerte, tropieza, se cae y aterriza a la altura en la que están ellos. Porque querida Anabel, ¿además de tu carpeta soporífera con el esgrimista, últimamente qué contenido estás dando? ¿Hacer mofa de Matamoros y de Nachito para intentar ensalzar vuestro penoso contenido? El único que se salva es
Nacho Palau, quien tras leer las palabras de Ana, la madre del Borbón se arrepintió al instante rompiendo a llorar. ¡Qué diferencia marcó con solo hacer un ejercicio de autocrítica y disculparse por el daño que podía haber ocasionado a otro compañero! El resto no pudo quedar peor. Alejandro en su línea habitual, tras haber amenazado a Nachito con verse las caras fuera del concurso, no fue capaz ni de pedir perdón a su madre. Y Anabel hizo alarde de despotismo subiéndose al pedestal Pantoja desde el que cree que puede observar al resto de los mortales sin necesidad de mancharse las manos, contando con el aplauso de Ana Luque como eterna palmera. Mientras que Palau nos recordaba que a pesar de que el hambre y la ansiedad han hecho que mostrara su peor cara, en el fondo es un chico humilde y de buen corazón. Los hechos hablan por sí solos.