TAMRON 18-200 MM F3.5-6.3
La óptica todoterreno más interesante para el sistema NEX de Sony
Gracias a su nuevo y preciso sistema de estabilización de imagen VC, resulta adecuado para la grabación de vídeo”
En el momento de la presentación del sistema NEX, uno de los aspecto que más preocupaba a los posibles usuarios era la cantidad y variedad de las ópticas. Conscientes de ello, el catálogo inicial buscó cubrir todos los frentes dejando, además, la puerta abierta a la posibilidad de que otras marcas ayudaran ampliar o mejorar dicha oferta. Pensaban en especialistas como Tamron, con su capacidad para diseñar lentes de buena calidad a precios reducidos. Objetivos tan tentadores como este zoom de 18-200 mm, equivalente en 35 mm a 27-300 mm, una lente todoterreno que no siendo especialmente luminosa (f3.5-6.3), sabe disimular cualquier carencia con un sistema de estabilización extraordinario.
Está formado por 17 elementos en 13 grupos, 7 aspas y consta de una lente asférica híbrida, tres asféricas de vidrio óptico moldeadas, un elemento “XR” de refracción extra alta y dos de baja dispersión.
Su funcionamiento es muy silencioso gracias a su motor por pasos, es también muy veloz y preciso en el enfoque y parece especialmente dotado para el vídeo su sistema de Compensación de Vibración VC. La calidad de las fotografías que se obtienen con esta óptica es muy buena en general, destacando especialmente en las focales más largas, aunque también es aceptable como angular, donde aparece una ligera distorsión de barril. En lo que se refiere a la reproducción del color, también logra buenos resultados con una gran fidelidad en los tonos, mientras que las aberraciones cromáticas están bastante más controladas de lo que esperábamos.
En el apartado de nitidez, también supera el aprobado alto general, comportándose mejor en angular y peor como teleobjetivo, ya que a 200 mm el centro del encuadre pierde algo de nitidez si se aumenta en exceso la profundidad de campo.
Pese a ser un problema común a todos los zoom de largo alcance de la serie NEX, tiene unas dimensiones considerables, ciertamente desproporcionadas con respecto al cuerpo de la cámara, pero la buena noticia es que estamos ante una lente bastante ligera con sus 460 gramos.
Con un diseño bastante atractivo y la posibilidad de poder elegir entre dos colores, negro y plata, su construcción es consistente, con buenos materiales y no transmite esa sensación plástica y endeble de otros objetivos.
Otro aspecto a vigilar es la dureza del control del zoom. Debido a ella, en cámaras como la NEX3, que cuentan con un asa muy pequeña, será frecuente buscar más sujeción atrás y es posible que se acabe pulsando accidentalmente algún botón.
Para finalizar, solo queda hablar de la relación calidad precio y ciertamente, 698 €, es una alternativa sólida, de calidad y más económica que el 18-200 mm de Sony que ronda los 800€.