Expansión Galicia - Economía Digital
Tecnología: precios al alza y consumo a la baja
El sector está afrontando un inusual aumento del coste de sus dispositivos mientras que el consumo ha comenzado a descender en respuesta a estas subidas y a la situación económica actual.
Hace una semana, Apple presentaba sus iPhone 14 y sus nuevos precios, aumentando más de 100 euros el coste de sus renovados dispositivos tras varios años sin apenas cambios. Un poco antes, a finales de agosto, Sony comunicaba un incremento en el coste de la PlayStation 5 de cincuenta euros. Y un mes atrás, a finales de julio, Meta aumentaba en cien euros el precio de su casco de realidad virtual Meta Quest 2.
Teléfonos, electrodomésticos, televisores, relojes inteligentes... En un sector acostumbrado a las bajadas de precio, la situación económica actual ha dado la vuelta a la balanza de los precios, donde
IDC pronostica que el sector de los semiconductores no se recuperará hasta el año que viene
destacan las subidas y la falta de ofertas. Así lo revela un estudio realizado por el comparador de precios Idealo enfocado en las pasadas rebajas de verano. La inflación hizo que las gangas fueran más caras que hace unos años. De hecho, esta temporada los productos más demandados por los españoles están un 58% más caros que los de hace dos años, incluida la tecnología. Según dicho estudio, si en 2020 el modelo Redmi 8 costaba de media unos 134 euros, actualmente el Redmi Note 10 supera en promedio los 187 euros, es decir, se paga un 40% más.
¿Por qué sube?
Múltiples factores están impulsando estos aumentos, algunos son puramente monetarios, mientras que otros tienen que ver con los problemas del propio sector tecnológico y las consecuencias de la pandemia. “Este hecho tiene su fundamento originario en la mudanza de las empresas a los países asiáticos a finales del siglo XX y principios del XXI bajo el pretexto de la globalización para la reducción de costes y mejora del margen. Ello ha producido una dependencia occidental que ha favorecido el crecimiento económico de los países asiáticos y, en consecuencia, un aumento de la demanda; pero, a la vez, un riesgo enorme por la dependencia en la producción y la estabilidad de estos países. En la actualidad, Taiwán es el principal país productor de semiconductores suponiendo el 65% del total mundial”, explica el Dr. Daniel Arnaiz Boluda, profesor de economía en la Universidad Europea de Madrid.
Tal y como apunta Arnaiz, la escasez de chips es uno de los factores que más afecta al sector y que, según IDC, no se recuperará por completo hasta el año 2023, cuando la demanda se mantendrá sólida, pero el aumento de los niveles de inventario y una posible ralentización de la economía “podrían aliviar las limitaciones” en esta área. Esta falta de semiconductores, que se inició durante la pandemia cuando muchas plantas asiáticas cerraron para proteger a sus empleados, ha ido evolucionando convirtiéndose en un importante quebradero de cabeza para el sector. Originalmente, se esperaba que la demanda después de la reapertura por el Covid-19 fuera baja, dando tiempo a los fabricantes a liquidar los pedidos atrasados, pero no fue así. Las empresas reanudaron las compras más rápido de lo que se predijo, por lo que la demanda superó la oferta con inevitables subidas de precio.
Según Gartner, los ingresos mundiales del mercado de los semiconductores aumentaron un 25,1% en 2021, hasta los 509.000 millones de euros, superando por primera vez la barrera de los 500.000 millones. La consultora asegura que este aumento de los ingresos es consecuencia de
Las ventas de ‘smartphones’ caerán más de un 6% en 2022, con precios un 6,3% más caros