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Amazon: robots y drones para revolucionar el ecommerce
La compañía estadounidense abre las puertas de su centro de robótica en Boston para mostrar sus planes de automatización de procesos con el fin de pisar el acelerador en el comercio electrónico.
Son las 10 de la mañana en Westborough, una localidad ubicada a 40 kilómetros de Boston, Massachusetts, y el BOS27 de Amazon está en pleno funcionamiento. En estas instalaciones no hay paquetes que van y vienen, ni grandes estanterías de productos de todo tipo, pues se trata de un centro de robótica, es decir, la cuna donde el gigante del comercio electrónico fabrica los robots que después manipularán los paquetes que llegan al consumidor. Y es que, desde que la compañía abriera este centro en 2021, sumándose a otro ubicado también en el mismo estado, Amazon deja claro que el futuro de sus centros de logística pasan por la aplicación de robótica. “Este viaje comenzó hace 10 años y estamos orgullosos, pero va a ser mucho más increíble lo que vamos a hacer en los próximos cinco años. El aprendizaje computacional y la automatización de los procesos de fábrica son ahora nuestros objetivos”. aseguraba Joe Quinlivan, vicepresidente de Robótica, Fulfillment y TI de Amazon a los periodistas de todo el mundo que Amazon convocó en el BOS27 hace unos días.
La compañía ha establecido en Massachusetts sus dos fábricas de robots (North Reading y BOS27), y no por casualidad. El estado norteamericano es el lugar de origen de Kiva Systems, empresa de robótica que Amazon compró por 775 millones en 2012 y en base a la cual ha construido la actual Amazon Robotics. De este estado es también iRobot, compañía que la estadounidense adquirió este verano por 1.700 millones de dólares, y aquí también se encuentra el MIT, Massachusetts Institute of Technology. Si buscas talento en robótica, Boston es the place to be, según los expertos. Y los altos directivos de Amazon lo corroboran. “Estamos en el centro del universo de la robótica, aquí en Massachusetts. 350.000 pies (unos 32.500 metros cuadrados) donde probamos todos los robots que después utilizará Amazon en sus centros y donde hacemos las pruebas pertinentes de calidad. Aquí estamos fabricando las máquinas del futuro”, aseguraba Tye Brady, jefe de Tecnología de Amazon Robotics.
En concreto, entre el centro de North Reading y el de Westborough, la compañía suma 10 líneas de producción de robots de las cuales salen aproximadamente 1.000 al día, un total de 330.000 al año, siendo el mayor fabricante de robots industriales del mundo. Entre ambas fábricas trabajan unos 400 trabajadores. “De momento son humanos los que ensamblan los robots y seguirá siendo así, aunque
exploramos nuevas tecnolo- gías”, explicaba en la línea de producción Erika McClosky, directora de manufactura en Amazon Robotics.
¿Y el empleo?
De hecho, entre tanto robot capaz de clasificar productos, subir y bajar grandes estanterías de artículos o incluso drones capaces de entregar paquetes (ver apoyos), la mano de obra humana parece fundamental, o eso aseguran desde Amazon.
John Maynard Keynes preveía en 1993 que se avecinaba un desempleo tecnológico generalizado por el descubrimiento de medios para economizar la mano de obra, como la robótica. En Amazon se aferran a la idea contraria. “Hicimos nuestra primera inversión seria en robótica hace más de 10 años y en esos 10 años hemos creado más de un millón de puestos de trabajo. Además, hemos creado 700 nuevas categorías de empleo y actualmente el 75% de los 13 millones de paquetes que se entregan a diario a los usuarios en sus casas están manipulados por algún sistema robótico”, añade Quinlivan. La cifra podría rozar el 100% en los próximos 5 años.
Para fomentar el empleo, y en defensa de esta creación de empleo en robótica, Amazon ha invertido en programas como Career Choice y el programa de aprendizaje de mecatrónica y robótica, para volver a formar a personas en campos de gran demanda como la robótica y la ingeniería de software. En concreto, el programa de aprendizaje de mecatrónica y robótica se puso en marcha en 2020 y cuenta con más de 1.400 graduados. Amazon cubre el coste del programa de 12 semanas en el aula, 2.000 horas de formación en el puesto de trabajo para ayudar a los empleados a aprender nuevas habilidades y a desempeñar funciones de mantenimiento técnico en demanda. Una vez completado el aprendizaje, el salario de los empleados aumenta aproximadamente un 40%, aseguran.
“No se pierden empleos, se crean y se transforman. Hombres y máquinas están trabajando juntos porque no se puede avanzar sin empleados. Se necesitan ambos para ser eficientes. No se eliminarán puestos de trabajo por la robótica”, insiste el jefe de Tecnología de Amazon Robotics.
Momento complicado
La apuesta de Amazon por la robótica responde a un intento de la compañía por recortar costes en el segmento de las entregas a domicilio. La crisis actual y la situación de incertidumbre también tocan al gigante estadounidense, que en sus últimas cuentas aseguraban que el gasto de los consumidores estaba en aguas desconocidas y bajaba las previsiones de ingresos por debajo de lo esperado en Wall Street. De hecho, la compañía está reduciendo su gasto en logística y ha suspendido proyectos de centros en todo el mundo, incluido España. Además, esta semana el gigante ha comunicado el despido de 10.000 empleados, un 1% de la plantilla, fundamentalmente en los departamentos fabricación de Alexa, ventas y recursos humanos.