El dolor de origen músculo-esquelético
La importancia de detectarlo precozmente
El dolor puede ser un síntoma muy práctico pues informa al animal de que existe un problema y evitar mover una zona lesionada. Sin embargo, la gran capacidad de muchos caballos de aguantar el dolor sumado a su forma de manifestarlo, no siempre entendido por los propietarios, puede complicar las cosas. La medicina preventiva resulta fundamental en todos los casos para detectar los dolores precozmente y así poder establecer un tratamiento adecuado para los mismos. En este artículo intentaremos dar claves para detectar cuanto antes estos síntomas, y el mes que viene nos centraremos en el tratamiento del dolor.
El
dolor se define como una percepción sensorial, subjetiva y desagradable que se genera en respuesta a un daño real o potencial de un tejido. Cuando un tejido sufre un daño o se ve traumatizado (aunque ese daño no deje como consecuencia una lesión) el cuerpo responde generando dolor para que de esta manera el animal sea consciente de que en esa zona hay un problema y responda inmovilizándola para no agravar ese daño. En otras palabras, un daño en un tejido da lugar a dolor y el dolor da lugar a inmovilización. Así que el dolor es un medio que emplea el cuerpo como protección para evitar el agravamiento de las lesiones.
Hasta aquí podemos considerar al dolor como algo relativamente “bueno”, ya que es un aviso para que un problema no se agrave y se controle. Sin embargo cuando se perpetúa en el tiempo puede pasar de ser un medio de protección a ser un medio de agravamiento de las lesiones, pues la inmovilización prolongada trae consecuencias que siempre son negativas para la función del cuerpo.
Así, en los casos de dolor crónico o mantenido, se produce una “fijación” de la zona que duele por medio de una contracción de la mus-
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