La Voz de Galicia (Santiago) - El Comarcal Santiago
El peregrino amortigua la caída del sector en los últimos años
Arzúa, final de etapa jacobea, mantiene un buena oferta
Eduardo Brandariz es el gerente de la tercera casa rural que abrió sus puertas en Galicia; la primera en la provincia de A Coruña. Fue hace 25 años. En Arzúa, uno de los municipios y, por extensión, comarca con mayor oferta de este tipo de alojamientos. Un estudio socioeconómico realizado, a finales del año pasado, por el Grupo de Desenvolvemento Rural (GDR) que opera en la zona —el identificado como Ulla-Tambre-Mandeo— cifra en 18 el número de establecimientos de turismo rural con actividad en el concello arzuano. En el conjunto de la comarca, se eleva a 29: cuatro en O Pino, otras tantas en Boimorto, y tres en Touro.
Con un cuarto de siglo de experiencia en el sector, Brandariz es testigo directo de su evolución, en la que, según cuenta, el auge del Camino de Santiago fue, durante los años de crisis, un balón de oxígeno para los establecimientos, localizados en los municipios que vertebra la ruta jacobea. La casa rural que él regenta, bautizada con el apellido paterno, no resultó ajena a esa casuística, a pesar de no estar a un paso del Camino. A unos 10 kilómetros del casco urbano del casco urbano de Arzúa, presta servicio, en la parroquia de Dombodán, Casa Brandariz, donde el 58 por ciento de las reservas registradas en lo que va de año en Casa Brandariz ya son de peregrinos. «Los traslados nunca son un inconvenientes para un peregrino que quiere estar en un establecimiento más singular y vivir una experiencia diferente», afirma, con los datos, en la mano, el gerente. Explica Eduardo Brandariz que eso es precisamente lo que ofrecen como reclamo agencias extranjeras en los viajes que organizan en el Camino de Santiago. Son paquetes que «están teniendo muchísimo éxito, se agotan pronto; el cliente no se lo piensa, aunque pueda resultar un poco más caro», comenta. Casa Brandariz, que cerró el año pasado con una ocupación media del 71,3 por cien, cuenta con otro plus: el de gastronomía gallega, que es algo que «el cliente valora muchísimo», apunta el gerente.