Útiles de viejos oficios, máquinas de escribir y un sinfín de peonzas

Esta exposición de lo pequeño encierra múltiples tesoros. De entre ellos destaca una colección de peonzas, que comparten espacio con tirachinas, aros de jugar y ruidosos objetos con los que jugaban los niños antes de la irrupción de los ordenadores y la tecnología.

Lo cotidiano está presente gracias a máquinas de escribir, en desuso desde hace unas décadas, al igual que las de coser. También zuecos antiguos, un tipo de calzado que ha resurgido, en algún caso con firmas propias de Oroso.

Libros y manuales educativos de los años 40 y 50 del siglo XX forman parte de la muestra, junto con publicaciones sobre Antonio Fraguas a disposición para consulta y préstamo.