La Voz de Galicia (Santiago) - El Comarcal Santiago
Toques bien merece una, y más, visitas por su rico patrimonio natural y monumental
No necesita presentación. Es un pequeño municipio rural de interior, con una basta extensión y pocos habitantes. Pero Toques se distingue de los concellos que se ajustan a su perfil social, económico y demográfico, que no son pocos en Galicia, por su privilegiado entorno paisajístico y por un rico patrimonio arqueológico y artístico que ya quisieran muchos para sí. Afirmar que es digno de visitar tampoco es novedad, pero, si a estas alturas, todavía queda alguien que se resista a creer que merece mucho la pena dejarse caer por el interior coruñés, aquí van tan solo tres de muchas razones para rescatarlo del engaño.
Toques custodia un conjunto artístico de excepción dentro del patrimonio nacional: la iglesia de San Antolín, en la parroquia de
Santa María de A Capela. Es la única edificación que se conserva de un antiguo monasterio benedictino, del siglo X. Los restos que pueden observarse en el entorno, que ofrece una excelente estampa del magnífico paisaje del municipio, son, sin embargo, de la fábrica de puntas que se levantó en el lugar tras la desamortización del convento. Pero el principal valor de este emblema del patrimonio de Toques, reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC), es la ermita prerrománica del siglo XI — a partir de la que se amplió la iglesia para comunicarla con el monasterio— y las pinturas murales que alberga en su interior. La restauración, hace un lustro, de la composición cromática, del siglo XV, destapó la ubicación original del calvario de la capilla prerrománica. En torno a él y a la orden benedictina giran las imágenes que, en óptimo estado de conservación, reflejan las pinturas, de la misma escuela que las de la conocida iglesia de Vilar de Donas, en el Camino Francés a su paso por Palas de Rei.
Las fervenzas
Otra buena razón para visitar Toques son As Fervenzas, una cascada en la concepción del río Furelos con un desnivel de más de cuarenta metros. Brañas es el núcleo de referencia para acceder al lugar, que puede disfrutarse tanto en su parte baja como en la alta. Las instantáneas para inmortalizar el momento son espectaculares. El salto de agua da nombre a una de las tres rutas de senderismo homologadas que se habilitaron en el municipio para dar a conocer sus principales recursos y valores. Otro de esos senderos desplaza al visitante al dolmen de Forno dos Mouros, otro emblema del patrimonio cultural de Toques. Localizado en el límite con el concello de Sobrado dos Monxes, es uno de los monumentos megalíticos más importantes de la comunidad. Su estado de conservación es «moi bo», señala la ficha que a este elemento arqueológico le abrieron en abeancos.gal, un completo catálogo digital en abierto del patrimonio de la Terra de Melide que impulsaron el museo etnográfico de la comarca y la asociación de usuarios de software libre, también de ámbito comarcal, Melisa. El monumento funerario forma parte de una necrópolis de 29 mámoas alineadas con el Camino Real que discurre a lo largo de la divisoria principal del monte de O Bocelo.