Descubriendo regalos de la naturaleza en Oroso

Ventaja de los alrededores de Santiago: esconden mil y un rincones realmente magníficos en los que uno o está solo o disfruta de compañía lo suficientemente lejana como para reírse de los dos metros de distanciamiento social en estos tiempos de covid-19: más, muchos más. En ese escenario, Oroso tiene la ventaja de haber mimado alguno de esos espacios, y hoy sus habitantes y los que los visitan pueden disfrutar de ellos. Es el momento de descubrir los «currunchos» orosinos a los que hasta ahora no se les hacía demasiado caso. ne. Por encima de él pasaron docenas de miles de peregrinos que desembarcaban en A Coruña y alrededores para cubrir la última etapa hasta Compostela. Y por él continúan pasando las decenas de miles que se animan a hacer esta ruta jacobea desde que se recuperó ya en tiempos recientes. María Requejo va «trinta días ao mes» a este auténtico pulmón de la localidad donde con una zona verde así es imposible que tenga el aire contaminado. ¿Y por qué esa asiduidad? «É que o parque se presta para todo: para xogar para descansar… é polifacético». Y además resalta que al ser tan grande y tener tantos rincones jamás hay aglomeraciones humanas, lo cual, claro está, favorece que no haya transmisión del covid-19.

Tanta fidelidad a O Carboeiro, verde con bancos, mesas, el llamado popularmente «estanque das rás» y puentes de madera, se explica en el caso de María Requejo porque es monitora de tiempo libre y trabaja en una empresa que en cuanto puede saca a los niños de los espacios cerrados y organizan mil y un juegos al aire libre. En estos momentos, un día sí y otro también.

¿Un parque perfecto? «No — niega María—, le faltan fuentes de agua potable, y ya se las pedí al Concello». Y una anécdota fi

María Requejo, monitora de tiempo libre, en el parque O Carboeiro.