La Voz de Galicia (Santiago) - El Comarcal Santiago
«Dende o confinamento veño máis a miúdo»
Camino del punto más alto de la ruta de Riamonte de la mano de Adrián Castro, vecino de Ames
[CINTHYA MARTÍNEZ] Adrián Castro es natural de A Estrada, pero vive desde hace años en la aldea de Augapesada, en Ames. Con él descubrimos el mirador do monte San Marcos, un pico situado a 343 metros de altura y desde donde se puede contemplar una magnífica panorámica del valle del río Sar y la comarca.
«Coñecín a ruta de pequeno, con miña tía, pero dende o confinamento a fago máis a miúdo, xa sexa só ou en familia», comienza relatando Adrián. Se trata de la ruta de Riamonte, un recorrido que permite conocer el conjunto etnográfico de sus molinos.
El itinerario oficial de Riamonte tiene como punto de inicio la aldea de Vilar, pero Adrián empieza haciéndolo desde Augapesada. «Dende a miña casa ata o miradoiro hai aproximadamente once quilómetros, pero si empezas a ruta no Vilar son menos: sete quilómetros ata arriba», explica. Desde Vilar, siguiendo los postes indicativos, se llega al primero de los molinos, el llamado de Ortoño, que está restaurado. Posteriormente, en una bifurcación podemos elegir por donde continuar la ruta, ya que cualquiera de los dos caminos es válido. Si seguimos el rumbo por el curso del río de Riamonte, iremos a dar a un pequeño estanque, y al llegar a la carretera, giramos a la derecha para empezar a subir, por tierra, el monte San Marcos.
Aunque en este tramo del itinerario ya no existe señalización, Adrián comenta que «é unha ruta bastante fácil, que pode facer calquera». Es posible hacerla a pie o en bici, pero el tramo de los molinos recomienda que sea a pie: «Porque o camiño está moi pegado ao río e si este ten moito caudal ese día, xa non se pode facer».
Subiendo el monte aparecen tres caminos diferentes. Por la izquierda se emprende el regreso y por los otros dos se sube hasta nuestros destinos: el mirador y la ermita. Continuamos por pistas forestales en constante subida y llegamos a lo alto del mirador do monte San Marcos. Aunque no cuenta con mucha altura, se aprecia una magnífica y nítida vista de Barouta, Seares de Arriba, Seares de Abaixo, Augapesada, Pedras, Castelo, Covas, Ventosa, y el núcleo urbano de Bertamiráns.
Subiendo otros doscientos metros desde el mirador nos encontramos con la ermita y una torre de vigilancia que probablemente fuese originaria de la época medieval. Pero de ambas, ahora mismo solo se conservan sus cimientos. «Dise que a xente da aldea colleu as pedras e as utilizou para as súas cousas, pero nin os propios veciños de aquí saben realmente o que pasou con elas», asegura Castro sobre los restos de la ermita.
La ruta de regreso, en continuo descenso, rodea la ladera del monte San Marcos entre eucaliptos y tojos. Tanto si se elige volver por el entorno de los molinos como por la otra senda, nuestro acompañante será el mismo: el silencio. «É un sitio pouco coñecido e non soe haber máis xente que a de aquí, da aldea», dice Adrián.