La Voz de Galicia (Santiago) - El Comarcal Santiago
Aitor Hombre, el anticuario que abre camino con un trato personalizado
Este profesional llega a entregar en persona la mercancía en distintos países
[EMILIO FORJÁN] Para este anticuario afincado en la rúa más emblemática de la villa de Negreira, la Carreira de San Mauro, el 2021 empezó mal, con pocas ventas y un futuro incierto hasta que se rebajaron las restricciones pues, como Aitor Hombre indica, «el grueso de nuestros clientes son de Santiago, Bertamiráns o Brión, y con la desescalada progresiva fuimos aumentando las ventas, o mismo los clicks de visitas a la web y en el perfil de Instagram».
Precisamente, la promoción a través de las nuevas tecnologías es una de las bazas para incentivar el interés por los muebles que él mismo adquiere en ferias de Escocia o Irlanda, aunque la pandemia, reconoce, «no permite viajar en condiciones idóneas». Aitor
matiza que funciona muy bien «al igual que el boca a boca, o que hablen bien de ti en foros especializados», amén de la presencia en portales especializados como todocoleccion.net.
Uno de los puntos fuertes de este comercio tradicional como es Antigüedades Acova, es la «fidelidad» con sus clientes a la hora de efectuar entregas personalizadas: «Este verano, por ejemplo, aproveché un viaje para entregar con mi propio camión una serie de ventas por Internet y de personas que estuvieron en la tienda por sus vacaciones. Esto confiere mucha más confianza al cliente porque es mercancía muy susceptible de sufrir daños y porque solo les cobro los portes desde el lugar al que yo tenía que ir por cuestiones personales», lo cual, dice, les abarata el gasto a los clientes de Sevilla, Madrid, Pamplona, etc. También viajó a países como Francia o Grecia para entregar los pedidos de sus clientes en un reparto totalmente personalizado.
Especializados en la ebanistería y la artesanía del mueble europeo de finales del siglo XIX y principios del XX, en Antigüedades Acova han sabido adentrarse en el mantenimiento de diferentes oficios tradicionales como la alfarería, orfebrería, salvaguardas arquitectónicas, o mismo las artes plásticas. Además, como profesionales del coleccionismo, figuran registrados en las principales casas de tasaciones y subastas de Europa desde el siglo XVIII para proveer un mayor rigor en la certificación de la cronología, el valor artístico y autenticidad del patrimonio artesanal de las piezas que reciben para su puesta a la venta.