La Voz de Galicia (Santiago) - El Comarcal Santiago
Arquitecturas modernistas y caribeñas conviven en Negreira
Tres casas indianas sobreviven a la piqueta, que derribó dos
[E. FORJÁN] Los indianos presumieron de poderío económico edificando casas con arquitectura de evocación caribeña, como la de Manuel Negreira, en la céntrica rúa da Cachurra, en cuyo bajo se halla uno de los establecimientos de hostelería con más solera de la villa como es O Cotón. En este emblemático edificio se observa el gusto tanto por las fachadas sencillas como por los amplios ventanales.
La de Manuel Negreira no es el único ejemplo de casa de estilo caribeño o indiano que pervive. Justo enfrente se halla la Casa Capeáns, o Casa de Bola, cuyo emblemático comercio echó el cierre en el verano de 2018 tras iniciar su actividad en 1947 y con tres generaciones al frente, aunque un nuevo establecimiento de moda tomó el relevo.
Los otros tres ejemplos de la arquitectura caribeña en la capital barcalesa los encontramos en la Carreira de San Mauro. La única que sobrevivió a la piqueta es la del número 36. La antigua casa de Andrés Freire, cuya planta baja albergó el emblemático bazar Freire y hoy en día es la tienda de antigüedades A Cova, la que nos traslada al pasado.
Muy cerca de la de Freire se encontraba la desaparecida Casa do Patrón, cuyo dueño había estado en La Habana. Apenas se conservan fotos, pero se distinguía del resto de inmuebles porque tenía un jardín en la entrada. Y en la parte alta de la Carreira de San Mauro
se hallaba la casa de Cipriano González, que fue derribada para edificar pisos.
En cuanto la arquitectura modernista, en el número 19 de la carreira se halla la antigua casa del doctor José Domingo Vidal Martínez, quien fuera alcalde de Negreira entre 1975 y 1983. Recientemente fue remodelada, pero conservando los elementos característicos e incluso recuperando las antiguas puertas de madera en verde oscuro. Y en el número 24 se halla otra casa con aire modernista, en cuyo bajo estaba la antigua farmacia de la familia Fabeiro. Hoy en día, su planta baja sigue siendo una botica. Ambas no pasan desapercibidas para los peregrinos que transitan a diario por delante y que inmortalizan en fotos esta arquitectura modernista de la villa.
En cuanto a las escuelas costeadas con dinero de los emigrantes retornados de América, destaca el antiguo colegio de Covas, cuyo diseño respondía a las necesidades del alumnado: patio dedicado a la práctica deportiva y una casa para el profesor. Es la edificación más artística, aunque también se hallan las escuelas de Aro —la única que actualmente sigue albergando una escuela infantil—, ambas promovidas por la sociedad Unión Barcalesa de La Habana. Cabe mencionar la escuela de Liñaio, construida por la sociedad La Moderna de Barcala (Cuba); la escuela de Portor, prestada a la parroquia por la familia Baladrón, y la escuela de la parroquia de Broño, levantada con fondos de la emigración americana.