La Voz de Galicia (Santiago) - El Comarcal Santiago
«Atendemos a peregrinos todos los días»
Los romeros forman parte de la clientela habitual de Clínica Kercus durante la temporada estival
[NATALIA NOGUEROL] En Clínica Kercus, en Arzúa, tienen que hacer encaje de bolillos para organizar la agenda esta temporada. Los meses de vacaciones por excelencia para la mayoría son los de más trabajo en este negocio en el que, sin vínculo directo alguno con el sector turístico, también repercute económicamente el fenómeno jacobeo. «Intentamos atender al mayor número de gente posible, aunque en algún momento tenemos que decir que no, porque no damos atendido a tanta gente», cuenta la fisioterapeuta María Rico, que, junto con la podóloga Ana Isabel Rico, trabaja en una localidad que es final de etapa y cruce de caminos. El peregrino es, en esta época del año, paciente habitual de la clínica, donde organizar las consultas resulta especialmente complicado, porque los menos «son previsores y cogen cita unas etapas antes; la mayoría —apunta María— lo hacen en el mismo día o tarde». Tampoco faltan quienes se presentan a las puertas de la clínica requiriendo los servicios de sus dos profesionales. Cuenta a fisioterapeuta que «ahora en verano atendemos peregrinos todos los días». La demanda que llega vía Camino de Santiago «es más lineal» en los últimos años, desde cuando también perciben «más cantidad de peregrinos y con lesiones más graves. Antes [de la pandemia] presentaban un poco de dolor muscular, de sobrecarga», comenta María Rico, que ahora aborda como daños más frecuentes «problemas de rodilla, derivados de déficits musculares, sobrecargas musculares, rupturas parciales, y lesiones de tendones y ligamentos». Los pacientes que requieren el servicio de podología «vienen muchísimo con ampollas, heridas por no utilizar un calzado adecuado, y por infecciones y complicaciones por no haber tratado el problema como lo tenían que tratar», apunta.
El incremento de la demanda de los servicios que ofrecen en
Clínica Kercus por parte de los peregrinos obliga a las profesionales que la atienden a priorizar los casos. «Primero atendemos a los lesionados, y luego a los que creemos que podemos hacer algo con ellos», cuenta María Rico, que dice tener suerte con los pacientes habituales, al ser «bastante comprensivos y generosos» para que ella y su compañera pueden atender al mayor número posible de peregrinos, a los que, de no poder darles cita, «procuramos escuchar lo que les pasa y darles una solución». Al respecto, la fisioterapeuta subraya la importancia de poner la salud en manos de profesionales. «No hay peregrino que entre por la puerta sin ningún complemento», afirma en alusión al «uso excesivo» de rodilleras, tobilleras y apósitos, que, apunta, «no solo no son siempre necesarios; sino que pueden ser contraproducentes». También recomienda, para evitar lesiones, realizar estiramientos y descalzarse «antes, durante y después de cada etapa», y adoptar el hábito de caminar, antes de empezar la ruta.