La Voz de Galicia (Santiago) - El Comarcal Santiago

«O bonito da caza é ver como traballan os cans detrás dunha peza»

El veterano cazador celebra que en el tecor Río Iso hayan decidido adelantar el final de las capturas

-

[NATALIA NOGUEROL] La próxima temporada de caza en el coto Río Iso, el de mayor extensión de los tres que hay en Arzúa, será diferente. Y Alfonso Carril, feliz. Es uno de los 163 miembros de la sociedad que gestiona los terrenos cinegético­s, y su asamblea decidió que en la campaña que empieza el 16 de octubre se detenga toda la caza cuando se interrumpa la captura de la liebre, a la que se puede disparar hasta el último domingo de noviembre. Así, desde esa fecha y hasta el 6 de enero, cuando concluye la temporada, los cazadores podrán ir al monte únicamente «para deixar traballar aos cans. As escopetas — explica de manera gráfica—, terán que quedar na casa».

Lo avanza satisfecho este vecino de la parroquia arzuana de Santa María, cazador de liebre, porque «o bonito é ver como traballan os cans detrás dunha peza. É onde ves —explica— cal é o can que segue ben a peza e o que non». Carril es tan defensor de la caza como de los animales. «Gústame cazar, respectar e coidar os cans», dice. Y lo primero «foi a menos dende hai moitos anos», apunta en alusión a la caza menor, de la que, «agora hai algo porque se botan conexos e perdices», apunta. Sabe muy bien de lo que habla. Lleva tantos años cazando como los que suman seis décadas. Y al contrario que ahora, cuando empezó, «había moitísima perdiz e conexo, que quere pino, non eucalipto», indica. Además, la mecanizaci­ón de tareas como el desbroce, también facilitada por la apertura de las pistas de la concentrac­ión parcelaria, «prexudicou moitísimo a fauna. Antes — explica— rozábase a man, e si se vía un niño, parábase; agora, ese traballo fano os tractores, e no tempo de criar, vaise moitas veces ao monte a rozar».

Alfonso empezó a cazar con 14 años. Y, de entonces, también trae a colación un refrán que repetía su abuelo Manolo, y que aplica cuando sale al monte: «O labrador que come a semente non é bo labrador», comparte el hombre, que no entiende la «avaricia» de quien «non ve máis cá peza de caza. Penso que agora a xente —explica—non vai cazar un coello para cear como se facía antes, cando se tiñan cinco e seis fillos». Él y su cuadrilla — otro vecino de Arzúa, y dos de Culleredo— van «a pasalo ben», comenta. Los días de caza —los jueves, domingos y festivos— son jornadas de asueto y compañeris­mo a las que no renuncia este veterano cazador, con licencia también para los cotos de Melide y de Boimorto.

De 120 euros es la cuota a abonar por temporada para cada uno de los tecores, que «son bos, pero cando máis grandes foran, mellor», afirma Alfonso Carril, partidario de aunarlos, al menos, por concellos. «É moi caro», dice en referencia a la práctica de la actividad, que, al margen de la cuota, genera gastos como, entre otros, el derivado del cuidado de los animales. Sus cuatro perros de caza son para él sagrados. Y todo el año. No solo durante la temporada de caza, de la que aguarda su inicio como agua de mayo, porque «o día que eu non cace, acabeime».

«Antes había moitísima perdiz e coello, que quere pino, e non eucalipto»

 ?? [sandRa alOnsO] ?? Alfonso Carril, con sus perros de caza, canes de rastro de pelo que son cruce de las razas sabueso y grifón
[sandRa alOnsO] Alfonso Carril, con sus perros de caza, canes de rastro de pelo que son cruce de las razas sabueso y grifón

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain