La Voz de Galicia (Santiago) - El Comarcal Santiago
Los intérpretes de la música popular
Son herederos de una tradición secular, de quienes afinaron sus notas en las fiestas y conservaron zarzuelas, muiñeiras y pasodobles en repertorios que buscan actualizar
[o. p.] Las bandas de música populares son a los melómanos lo que un equipo de fútbol a los aficionados al balompié: cada uno puede tener sus preferencias entre formaciones de la comunidad, pero siempre tendrá un hueco para la de su tierra. En el área de Santiago se contabilizan más de una decena de formaciones, en varios casos por encima del siglo de antigüedad. La Municipal de Santiago es una de ellas, con origen en el año 1848 y una profesionalización que comenzó de mano del Concello hacia 1876. También la Banda de Arca do Pino celebrará sus primeros 160 años en el 2024, mientras la de Visantoña (Santiso) alcanza los 145 años y la de Santa Cruz de Ribadulla roza el siglo de existencia. Otras, como las de Padrón, Ordes y Arzúa, retomaron hace años la actividad tras parones desde sus primeras referencias históricas. En casos, como la Unión Musical de Ponteledesma, el origen reciente hunde sus raíces en la suma de formaciones desaparecidas, mientras municipios como Teo muestran la pujanza de la música con dos formaciones en plena actividad. Formaciones como las de Negreira y Brión completan una tradición que conservó el legado de la música popular desde siempre.
Fueron, con los grupos de gaitas, los primeros que animaron a bailar a los asistentes a las fiestas populares, y los encargados de hacer llegar a cada parroquia de la geografía gallega unos repertorios que sumaban zarzuelas, muiñeiras, jotas y pasodobles. Fueron los intérpretes del Ponteareas de Soutullo, antes de que llegase al cambio de guardia de Buckingham, y en sus repertorios estaba La Revoltosa antes de que Luis Cobos le añadiese batería electrónica.
Unos repertorios que buscan modificar en muchos casos, para ampliar su público entre la gente de menor edad, porque entre los mayores lo tienen garantizado. Son músicos que se forman en las propias escuelas que gestionan la gran mayoría de bandas, en muchos casos con apoyo municipal. Son los integrantes de las bandas populares y de los colectivos que las sustentan, verdaderos dinamizadores culturales.