La Voz de Galicia (Santiago) - El Comarcal Santiago
«Algunha vez pensamos marchar, como no 2000, con catro inundacións»
Carlos Berdullas preside la Asociación de Vecinos San Brais de A Ponte Maceira
Las estadísticas reflejan que noviembre de 1997 y diciembre del 2000 fueron de los más lluviosos entre finales del siglo pasado y el comienzo del actual. Y es que las inundaciones en Galicia tienen un carácter particular. Los factores que intervienen en su desarrollo son variados pero, en general, están más asociadas a eventos de un largo período de precipitaciones, propios de las condiciones climáticas de la comunidad. Carlos Berdullas preside la Asociación de Vecinos San Brais, que une a familias de ambos lados del Tambre.
Su familia es de las mayores damnificadas por las «enchentes» invernales: «Houbo un tempo en que tiñamos marcado na parede do salón os sinais onde chegou a auga», algo que ya forma parte del pasado, porque afortunadamente, dice, «xa non ocorre tantas veces como antes». Aun así, a la memoria se le viene que alguna vez les pasó por la cabeza dejar la casa e irse a vivir a otro lugar: «Acórdome polo ano 2000 porque foron catro veces seguidas con inundacións; na ponte da Constitución, en Noiteboa, en Reis e subira tamén na Semana Santa», y añade que en el año 1989 fue la más grave que recuerda, «cando chegou á primeira planta da casa», a la que siguió otra crecida espectacular en diciembre del 2000.
Sobre la situación actual, apunta a que el último episodio «grave» sucedió hace dos años «cando chegou a entrar ata medio metro», aunque asume que «nos últimos anos estamos tendo sorte,
porque as borrascas non entran polo leito do Tambre como antes, senón que están arrimando máis cara a comarca do Xallas», con lo que zonas como Val do Dubra y Oroso, por donde transcurre el Tambre, recogen menos agua que luego termina en A Ponte Maceira. Aun así, señala «este inverno estivemos a vinte centímetros ou así, de que volvese entrar na casa», afirma Berdullas.
Sobre las medidas para evitar que tengan que abandonar su vivienda,
comenta Carlos que los reiterados llamamientos a la Xunta y a los responsables de la presa, la compañía Naturgy «permitiron que teñan máis controlado o aforo de auga, pero aínda así, non se entende que teñan tanta auga embalsada cando as previsións advirten que as borrascas descargarán moita chuvia», señala, y agradece la sensibilidad del alcalde de Negreira «porque nos últimos anos axudounos para que desembalsaran o suficiente como para que o leito non se desbordase». Sobre las quejas de la ría de Muros-Noia, del exceso de agua dulce que mata el bivalvo por la apertura de las compuertas, no cree que todo se deba a las apertura «porque este inverno tamén houbo mortaldade en Vilagarcía ou Rianxo, e non foi a auga do Tambre, porque o que estamos é en momentos de moita auga doce como pasou outros anos», si bien ahora, precisa, «parece que ten máis repercusión que morra a ameixa».