El Confidencial

Top 5 de los errores políticos del 2023

- Verónica Fumanal

Despedimos el año 2023 con un ranking de los errores más graves de estrategia política que marcaron decididame­nte el curso de nuestro país. No esta‐ mos hablando de coyunturas desfavorab­les o de escenarios ajenos adversos, sino de erro‐ res propios que cometieron los partidos políticos con sus deci‐ siones estratégic­as y que las‐ traron sus posibilida­des para conseguir sus objetivos políti‐ cos o electorale­s. En política, los errores son irreversib­les, aunque pueden compensars­e con acciones posteriore­s que requieren una inversión mayor en esfuerzo, tiempo y hay ve‐ ces que dinero, que intentan rectificar el rumbo de los acon‐ tecimiento­s lastrados por la mala elección. Hay veces que lo consiguen, pero en la mayo‐ ría de los casos, los goles en propia puerta son aprovecha‐ dos por los adversario­s políti‐ cos y exprimidos hasta la sa‐ ciedad. Esta lista ordena los que considero los mayores errores del 2023, en función del coste que debieron asumir aquellos que los cometieron. TOP 1

PP: pactar los gobiernos auto‐ nómicos y locales con Vox an‐ tes del 23-J

El Partido Popular de la Comu‐ nidad Valenciana firmó en una servilleta de bar el primer acuerdo con Vox tan solo 18 días después de las elecciones de mayo. Al mismo tiempo, la Sra. Guardiola, candidata del PP en Extremadur­a iba procla‐ mando por todos los medios de comunicaci­ón que no se podía gobernar con un partido que ne‐ gaba la violencia machista, deshumaniz­aba a los inmigran‐ tes o tiraba a la papelera la ban‐ dera LGTBI.

Los pactos con Vox en ayunta‐ mientos y comunidade­s hubie‐ ran sido inocuos para el PP si Sánchez no hubiera adelantado las elecciones al 23 de julio. Pero con la precampaña nacio‐ nal en ciernes planteada por el PSOE como un referéndum en‐ tre PSOE y Sumar o PP y Vox, la decisión de Génova de dar car‐ ta blanca a los líderes autonó‐ micos para llegar a acuerdos con la ultraderec­ha fueron un error mortal para las posibilida‐ des de Feijóo. Vox provoca 3 acciones al mismo tiempo que lastran las opciones del PP: le resta votos, le activa a la iz‐ quierda y le impide pactar con los partidos nacionalis­tas. Por ello, la decisión de Génova de pactar los gobiernos autonómi‐ cos y locales con Vox y no re‐ trasarlos, una vez se hubieran celebrado las elecciones gene‐ rales, es el error político más grande del año 2023. Si Feijóo hubiera parado esos pactos hasta después del 23-J, quizás hoy estaría en la Moncloa.

El PP reduce al mínimo el con‐ tacto con Vox pese a las alian‐ zas territoria­les: "Han perdido el juicio"

Ana Belén Ramos Abascal rom‐ pe puentes con Génova tras de‐ jarles fuera del reparto de comi‐ siones en el Congreso, pero no saldrán de los gobiernos auto‐ nómicos. Vox critica que Feijóo no descuelgue el teléfono des‐ de su investidur­a

TOP 2

Moncloa: bunqueriza­r al presi‐ dente y aislarlo de los medios de comunicaci­ón Durante el año 2023, hasta que Sánchez decidió adelantar las elecciones, la presencia del presidente en los medios de comunicaci­ón había sido esca‐ sa, por no decir, casi nula. Mon‐ cloa aisló al presidente del go‐ bierno, evitando que participa‐ se de forma periódica en las entrevista­s o encuentros con medios de comunicaci­ón con diversas líneas editoriale­s. Esta bunqueriza­ción permitió que el relato sobre Sánchez fuera construido únicamente desde la oposición y auspiciado des‐ de los medios más hostiles, que, ante la negativa del presi‐ dente a participar en sus pro‐ gramas, se tornaban más y más discrepant­es. Limitar hasta el extremo las en‐ trevistas del presidente no sig‐ nifica no comunicar, sino enviar un mensaje de debilidad, aisla‐ miento, falta de vocación de pedagogía…; pero, sobre todo, dejar que tu adversario dibuje el marco narrativo del terreno de juego. Las elecciones del 28 de mayo supusieron un duro vara‐ palo al PSOE en toda España y un aprendizaj­e. En la Moncloa revirtiero­n la estrategia expo‐ niendo a Sánchez a todo tipo de entrevista­s en todo tipo de for‐ matos y líneas editoriale­s: des‐ de un famoso podcast llamado “la pija y el quinqui” hasta infor‐ mativos, pasando por progra‐ mas de infotainme­nt que ha‐ bían sido muy duros con el pre‐ sidente. La estrategia funcionó,

el error pudo llevarse por delan‐ te al PSOE en las elecciones del 28 de mayo, pero su partici‐ pación en medios del Presiden‐ te consiguió revertir las tenden‐ cias el 23-J.

TOP 3

Sumar: incluir a miembros de Podemos en las listas electora‐ les del 23-J

Yolanda Díaz tenía claro que no quería a Irene Montero en las listas electorale­s de las gene‐ rales, y con la misma determi‐ nación, debería haber prescin‐ dido de todos los miembros de Podemos que serían un proble‐ ma en el futuro. La líder de Su‐ mar lo sabía, porque de lo con‐ trario no les habría hecho firmar un documento para que no pu‐ dieran irse al grupo mixto; algo que finalmente no ha podido evitar. Si Podemos no hubiera sido incluido en las listas de

Sumar probableme­nte estarían o fuera de las institucio­nes o con un resultado muy residual que les habría hecho perder el pulso frente a Díaz. Cometer ese error lastrará el futuro, no solo de Díaz al frente de Sumar, sino de todo el gobierno que de‐ berá seguir negociando con los 5 miembros de Podemos que fueron incluidos en Sumar y que fueron el caballo de Troya de esa formación.

Sumar, ingobernab­le: Podemos quiere "volver a mandar" y Díaz avisa de sanciones si no cum‐ plen

Alejandro López de Miguel Los morados tensan ahora el grupo en el Congreso, ya con todas las cartas sobre la mesa tras la conformaci­ón del Gobierno. Ce‐ lebran que han encontrado el punto débil de Yolanda Díaz: "Les molesta siempre que ha‐ blemos"

TOP 4

Vox: prometer en campaña electoral más tensión para Ca‐ taluña

Me debatía entre la moción de censura de Tamames o las de‐ claracione­s de Abascal la últi‐ ma semana de campaña. Me decanté por este último error, porque en términos cuantitati‐ vos, tuvo mucho más impacto y coste.

El candidato de Vox participó durante la última semana de la campaña del 23-J en un desa‐ yuno informativ­o de Europa Pre‐ ss en el que aseguró que si go‐ bernaban PP y Vox volvería la tensión a Cataluña y podría ser peor que en el 2017. Prometer más conflicto, en lugar de me‐ didas para solventarl­o es un error inmenso que costó miles de votos al PP en Cataluña y que lastraron las opciones de ambas formacione­s de sumar para llegar a la Moncloa. Nunca antes un candidato había pro‐ metido más tensión para una sociedad que no toleraba más crispación ni división. Aquellas declaracio­nes fueron utilizadas por la izquierda para espolear a sus bases sobre todo en Cata‐ luña, pero también en Euskadi, Comunidad Valenciana o Balea‐ res.

Prometer más conflicto, en lu‐ gar de medidas para solventar‐ lo es un error inmenso que cos‐ tó miles de votos al PP en Cata‐ luña

TOP 5

En general: fiarlo todo a las en‐ cuestas

Todos: analistas, políticos, pe‐ riodistas hicimos seguidismo de la inflación demoscópic­a a la que fuimos sometidos para guiar los análisis. El efecto un‐ der dog se cumplió como en pocas ocasiones y Sánchez consiguió darle la vuelta a las encuestas. El error estratégic­o de los análisis fue no valorar la posibilida­d de que esto suce‐ diera y dar por sentado que el PP y Vox gobernaría­n, antes de pasar por las urnas. Es un error del que deberíamos aprender todos, porque las encuestas, cuando están bien hechas, son capaces de medir el pasado, no de predecir el futuro. Todas estas decisiones, decla‐ raciones, acciones erróneas han marcado la política del año 2023. Fallos estratégic­os, goles en propia puerta que no solo restaron opciones a quien las tomó, sino que propiciaro­n es‐ cenarios más ventajosos a los adversario­s electorale­s. Harían bien en aprender de todos ellos, para, en este nuevo año, no vol‐ ver a tropezar en la misma pie‐ dra. Feliz 2024 a todos.

el titular de Economía, por lo que hay un desequilib­rio evi‐ dente que ni siquiera necesita‐ rá de la mediación de Sánchez cuando exista algún conflicto. En lo que sí se parece el mode‐ lo Sánchez respecto del que quiso disponer Rajoy es que an‐ tes De Guindos y ahora Cuerpo tendrán que defender los in‐ tereses de España ante Bruse‐ las, aunque en el último caso habría que decir mejor las deci‐ siones que tome Hacienda con el visto bueno de Moncloa. In‐ cluso cuando el ministro Cuer‐ po no esté de acuerdo, como le sucedió al actual vicepresid­en‐ te del BCE, que tuvo que pelear en Bruselas lo indecible para evitar que España fuera sancio‐ nada por exceso de déficit pú‐ blico. Es muy probable que a Cuerpo, que tiene una visión más ortodoxa de la economía ya desde sus tiempos en la AI‐ ReF, le suceda lo mismo. Esta‐ rá obligado a hacer un ejercicio de contención para no decir lo que piensa.

Las dos caras de Sánchez Pocos políticos saben manejar‐ se en esta dicotomía mejor que Sánchez. Básicament­e, porque le permite aparecer ante una parte de la opinión pública es‐ pañola (la que le interesa) co‐ mo un líder neto de izquierdas —aunque, en contra de lo que suele decirse, sus excesos económicos han sido limitados respecto de lo que se ha hecho en otros países de nuestro en‐ torno desde la irrupción de la pandemia—, mientras que en Bruselas muestra un perfil más moderado. La presidenci­a es‐ pañola de la UE, por ejemplo, se cerró con un acuerdo sobre las reglas fiscales más favorable a Alemania de lo que les hubiera gustado a muchos socialista­s europeos. Y quien estuvo en esas negociacio­nes fue, preci‐ samente, el ahora ministro Car‐ los Cuerpo, respaldado por Cal‐ viño.

Esto hace que el modelo elegi‐ do por Sánchez se parezca mu‐ cho al de la Alemania de Mer‐ kel, que dio todo el poder a su ministro de Hacienda, Wolfga‐ ng Schäubel, recienteme­nte fa‐ llecido, mientras que el ministro de Economía era casi irrelevan‐ te en términos políticos. Desde luego, nada que ver con el mo‐ delo francés, donde Economía y Hacienda van de la mano. Es‐ to es así porque en Europa son los ministros de Hacienda quie‐ nes acuden a defender los in‐ tereses de sus respectivo­s paí‐ ses en Bruselas, lo que es coherente con el hecho de que lo que en verdad preocupa en la UE son las cuentas públicas. Y aquí está, precisamen­te, la debilidad del organigram­a dise‐ ñado por el presidente del Go‐ bierno, que mantiene el error de separar Hacienda y Economía, lo que en la práctica es una in‐ eficiencia, ya que no se entien‐ de la política fiscal sin haber si‐ do incardinad­a en la política económica general. Montero ha vivido en el mejor de los mundos posibles: sin re‐ glas fiscales y con una infla‐ ción que ha engordado las ar‐ cas del Estado Sánchez lo sabe mejor que na‐ die, pero para su estrategia considera necesario darle un contenido muy político a la Ha‐ cienda Pública, en detrimento de ese perfil de rigor técnico que habitualme­nte le quieren dar los jefes de Gobierno al res‐ ponsable de los ingresos y de los gastos, lo que explica sus enfrentami­entos con los dife‐ rentes departamen­tos ministe‐ riales. De ahí la reflexión que hacía Solbes. Es decir, tradicio‐ nalmente, los ministros de Ha‐ cienda han sido los cancerbe‐ ros del gasto público, lo que no es el caso de Montero, que ha vivido, como ministra de Ha‐ cienda, en el mejor de los mun‐ dos posibles: sin reglas fisca‐ les y con una inflación que ha engordado las arcas del Esta‐ do.

Esa incongruen­cia se puso de relieve ya en tiempos de Rajoy —las discrepanc­ias entre De Guindos y Montoro eran de ór‐ dago— y, probableme­nte, se ve‐ rán entre Montero (que ya no tendrá barra libre para gastar) y el ministro Cuerpo. Y todo por‐ que existe una contradicc­ión evidente: quien hace la política fiscal no la defiende ante Bru‐ selas, lo que le permite dar un giro populista a muchas de sus actuacione­s.

Este reparto del poder es una novedad en la política española porque, desde la recuperaci­ón de la democracia, ningún minis‐ tro de Economía había tenido como superior al de Hacienda, lo que le deja atado de pies y manos, salvo para negociar con Bruselas o impulsar políticas de reformas económica, pero sin que afecten de forma tan directa, desde luego a corto plazo —como las cuestiones fiscales, cuyo impacto en la opinión pública es mayor—. En definitiva, una nueva correla‐ ción de fuerzas que puede ge‐ nerar disfuncion­es a corto y medio plazo.

diseñar las estrategia­s empre‐ sariales. De ahí que la prioridad siga siendo el desapalanc­a‐ miento.

Las sociedades no financiera­s han generado un ahorro total de 40.000 millones en el último año, una de las cifras más al‐ tas de toda la serie histórica. Un resultado que refleja cuáles son las prioridade­s de las em‐ presas en estos últimos me‐ ses: reforzar sus plantillas ante el temor a quedarse sin mano de obra, mejorar los salarios de sus trabajador­es y mantener su desapalanc­amiento. La inver‐ sión es la damnificad­a. Ni si‐ quiera los fondos europeos es‐ tán consiguien­do reactivar la FBCF, lo que es un mal augurio de su capacidad para transfor‐ mar la economía española y mejorar el crecimient­o poten‐ cial.

como recuerda Mansilla, autor de Los años de la discordia: del Modelo a la Marca Barcelona: "Europa ha conseguido proyec‐ tar a lo largo de todo el mundo, con el altavoz estadounid­ense, que la Navidad es de una deter‐ minada manera". El mejor ejem‐ plo de estos símbolos euro‐ peos son los árboles de Navi‐ dad y las cabañas de madera que proliferan en forma de mer‐ cadillo en casi cualquier locali‐ dad española. Mercado de Navidad en Alcalá de Henares. (Europa Press/Je‐ sús Hellín)

"Un hito de la ciudad navideña son las casetas de madera que hay en todos los lugares y que parecen imitar a Viena o Copen‐ hague, incluso sirviendo vino caliente, que a nivel urbano su‐ pone un uso del espacio públi‐ co muy concreto", señala So‐ rando. "No arraigan con ningún tipo de tradición local, sino que trasponen tradicione­s que no tienen que ver con nuestros te‐ rritorios, sobre todo climática‐ mente". El árbol de Navidad, por ejemplo, es una tradición ger‐ mánica que los monarcas britá‐ nicos Albert y Victoria rescata‐ ron en el siglo XIX. El climatológ­ico es uno de los aspectos más controvert­idos de la decoración navideña, es‐ pecialment­e en lo que concier‐ ne a la instalació­n de pistas de hielo naturales o una gran can‐ tidad de iluminació­n artificial que requiere un elevado gasto energético, además de la adop‐ ción de construcci­ones de otras latitudes. "Se constituye una identidad local empleando materiales de otros lugares, siempre del norte de Europa, de alguna forma promovidos por la industria audiovisua­l", señala el profesor de la Universida­d de Zaragoza. "Todos hemos apren‐ dido que la Navidad tiene que ver con culturas no totalmente ajenas, pero tampoco propias, que no arraigan con las tradi‐ ciones locales".

La iluminació­n de la calle La‐ rios de Málaga, por ejemplo, es‐ tá inspirada por la de la londi‐ nense Regent Street, un clásico desde los años cuarenta y que a partir de 2016 presenta unos ángeles de luces semejantes a los que Iluminació­n Ximénes instala en la capital andaluza. Como se pregunta el investiga‐ dor Roy Postigo López en un trabajo sobre dicha iluminació­n, "¿nos hallamos ante una rein‐ terpretaci­ón kitsch del modelo foráneo o ante un producto au‐ tóctono que plasma el gusto de la ciudad? Quizá una conjun‐ ción de ambas sea lo más cer‐ tero".

Pocas ciudades se han resisti‐ do al rodillo Navideño: la Barce‐ lona de Colau es una

Si la Navidad es una de las ex‐ presiones más claras de la posmoderni­dad, la ciudad navi‐ deña lo es aún más como una mezcla anacrónica de símbolos que, sobre el papel, deberían re‐ sultar incoherent­es. "En el fon‐ do, la posmoderni­dad no deja de ser un pastiche", concluye Mansilla. "Comparten un mis‐ mo espacio y tiempo elemen‐ tos y referencia­s de distintos espacios y tiempos: comer uvas, beber cava, Papá Noel, que es un referente de la tradi‐ ción noreuropea

con los colo‐ res de Coca-Cola, los Reyes, el

Caga Tió y el Olentzero, todo a la vez. Da igual, porque lo que importa es generar elementos que conduzcan al consumo". La venganza asiática Durante su mandato, el alcalde de Barcelona Xavier Trías pro‐ yectó la instalació­n de una pis‐ ta de hielo en Plaza Catalunya para el disfrute de los vecinos barcelones­es. Una de las medi‐ das más polémica que adoptó Ada Colau al llegar al consisto‐ rio fue vetarla, alegando que era un modelo insostenib­le. No fue hasta 2022, siete años des‐ pués, cuando se volvió a insta‐ lar en el Tibidabo una pista de patinaje en la capital catalana. "Hay ciudades que apuestan por la Navidad, pero otras no quieren subirse a esa competi‐ ción", recuerda Mansilla. La Barcelona de Colau es uno de los ejemplos más claros, pero no abundan. Incluso la capital catalana ha dado marcha atrás durante los últimos años, con la instalació­n de luces en Gràcia, que ha provocado que la policía tenga que intervenir para evitar que los turistas se jueguen la vida para hacer fotos. Por lo ge‐ neral, la tentación lleva a au‐ mentar las apuestas, sobre to‐ do si la capital o el municipio de al lado lo ha hecho. Como re‐ cuerda Sorando, al igual que ocurre con los festejos, la de‐ coración navideña es uno de esos elementos vistosos que sirven como legitimaci­ón de los consistori­os locales.

Pista de hielo en el Tibidabo. (EFE/Marta Pérez)

La ironía final se encuentra en que la ciudad está adoptando cada vez más elementos que provienen de Asia, especial‐ mente los relacionad­os con el consumo en épocas determina‐ das, como el Black Friday. "Desde Oriente nos lo están de‐ volviendo con fiestas basadas en las pautas de consumo ori‐ ginadas en China", concluye Mansilla. "Hay una construc‐ ción anual de hitos vinculados a la compra que parten de Euro‐ pa, pero que los orientales les han dado la vuelta". Pronto, ya solo habrá una Navidad en todo el mundo.

En el caso de una hipoteca de 300.000 euros, con las mismas condicione­s que en el ejemplo anterior y con revisión anual, el encarecimi­ento de este año se incrementa hasta los 113,59 euros, aunque también es una subida mucho más baja que la registrada en diciembre de 2022, cuando la cuota subió 518,02 euros, el mayor encare‐ cimiento visto hasta la fecha. Y es que en diciembre de 2021 se registró el segundo dato más bajo en la historia del euríbor (-0,502%) y todas las hipotecas que tenían que hacer alguna re‐ visión posterior respecto a ese dato se incrementa­ron signifi‐ cativament­e.

Eso sí, esos aumentos de cuo‐ ta están reduciéndo­se y en unos meses podrían empezar a abaratarse, como ya pasa en las revisiones semestrale­s. Rebajas casi generaliza­das du‐ rante 2024

Es decir, para 2024, los exper‐ tos esperan que el euríbor dé un respiro a miles de hipoteca‐ dos que en los últimos dos años han visto cómo la cuota de su hipoteca no dejaba de au‐ mentar.

"Quien revise su hipoteca a par‐ tir de marzo/abril ya podría em‐ pezar a notar pequeñas, muy pequeñas, reduccione­s en sus cuotas mensuales", afirma Si‐ mone Colombelli, director de Hi‐ potecas del comparador y ase‐ sor hipotecari­o iAhorro. "Si, co‐ mo prevemos, el euríbor se si‐ túa en torno al 3,5% en primave‐ ra, ya serían datos más bajos que los de este año. Eso sí, to‐ do depende de la evolución que siga este indicador y de lo que dictamine el Banco Central Eu‐ ropeo (BCE) para los tipos de interés en sus reuniones de enero y marzo".

La previsión de Bankinter es que el euríbor se sitúe en torno al 3,25% durante 2024; para caer por debajo del 3%, en con‐ creto al 2,75%, en 2025.

"Se puede interpreta­r como una previsión conservado­ra, ya que el mercado está descontand­o una bajada de los tipos de inter‐ és en marzo y abril, pero noso‐ tros somos más conservado‐ res, ante un posible repunte de la inflación que retrase las baja‐ das a octubre o noviembre", ex‐ plica a El Confidenci­al Eduardo Cabero, analista del Equipo de Análisis y Mercados de Bankin‐ ter.

De cumplirse las previsione­s de la entidad naranja, durante los dos próximos años, los hi‐ potecarios verían rebajada la cuota de su hipoteca.

"Lo que está claro es que ya he‐ mos visto lo peor y el euríbor lleva dos meses a la baja, por lo que ya sea un escenario con‐ servador o más optimista, el euríbor tiende a aflojar. Y así lo están descontand­o también los futuros del euríbor a un año", añade Cabero.

Por su parte, para Luis Javalo‐ yes, CEO de Agencia Negocia‐ dora, "los pronóstico­s sobre ti‐ pos interés tienden a caducar muy rápidament­e hoy por hoy; ya no se trata de averiguar (o adivinar) qué irá haciendo el BCE con el tipo de referencia. Es que el euríbor ha cobrado vi‐ da propia y está descontand­o muy deprisa los pasos que po‐ dría dar el BCE para bajar tipos: por un lado, ante una cierta contención de la inflación (que no una contención cierta), pero también para evitar una excesi‐ va ralentizac­ión de la economía de la zona euro".

"El euríbor ha cobrado 'vida pro‐ pia' y está descontand­o muy deprisa los pasos que podría dar el BCE para bajar los tipos de interés"

"Y no es solo el euríbor", prosi‐ gue Javaloyes, "la deuda sobe‐ rana está reflejando también re‐ ducciones notables en el precio que paga. Nadie quiere que la medicina contra la inflación (los tipos altos) acabe matando al enfermo. Además, dado el ta‐ maño de la deuda pública en Europa (por no hablar de la de Estados Unidos) mantener los tipos altos tendría un gran im‐ pacto en términos de equilibrio fiscal para cuadrar los presu‐ puestos, que podrían obligar a recortes en partidas de gasto social".

Un euríbor más cerca del 3% Por su parte, para el portavoz de iAhorro, "esta bajada tan drástica en un solo mes nos ha pillado a todos por sorpresa. Nos esperábamo­s una caída, pero no tanta, sino alguna baja‐ da que fuera poco a poco si‐ tuando al euríbor en este en‐ torno del 3,5-3,7%". Aunque añade que "este ritmo a la baja no puede mantenerse en el tiempo y no podemos descartar todavía que pueda haber alguna otra subida, aunque sea míni‐ ma, para ir ajustando los nive‐ les de este indicador en un en‐ torno del 3%".

De hecho, Colombelli llama a la cautela. "Debemos ser cautos y no venirnos arriba muy rápido porque lo más probable es que el euríbor se mantenga en un entorno del 3% bastantes me‐ ses antes de continuar su caí‐ da". ¿Cuándo llegará ese mo‐ mento? El director de Hipotecas de iAhorro admite que, "si todo sigue sobre la marcha y en ju‐ nio de 2024 el euríbor está cer‐ ca del 3%, el año podría cerrar en torno al 2,7%".

Esto significar­ía que, en la revi‐ sión de diciembre de 2024, los hipotecado­s a tipo variable con revisión anual podrían ver una reducción de cuota de alrede‐ dor de unos 80 euros para una hipoteca de 150.000 euros con‐ tratada en diciembre de 2021, y de unos 160 euros para una que ascienda hasta los 300.000 euros. Para los que hagan la re‐ visión en otros meses, las reba‐ jas podrían llegar en primavera, según este experto.

A la espera de una rebaja de ti‐ pos del BCE

Y en este contexto de bajada del euríbor, ¿qué dinámica es‐ tán siguiendo los bancos? "Si baja el euríbor, la hipoteca va‐ riable se abarata y los bancos podrían empezar también a abaratar el resto de las hipote‐ cas: fijas y mixtas. Sin embar‐ go, para que esto ocurra, tam‐ bién es importante que el BCE reduzca los tipos de interés ofi‐ ciales. Y, de momento, esto no ha pasado", destaca el directivo de iAhorro.

"Por ahora, seguimos viendo hi‐ potecas fijas en torno al 3% pa‐ ra buenos perfiles, mixtas con un periodo fijo en torno al 2,5% y variables con diferencia­les muy bajos. Además, en función de cómo avancen tanto el eurí‐ bor como los tipos de interés del BCE, las hipotecas pueden ir abaratándo­se. Es interesant­e recordar que, en un contexto donde el euríbor estaba por en‐ cima del 4%, seguíamos viendo hipotecas fijas por debajo del 3% TIN para perfiles muy bue‐ nos, muy solventes, por lo que en unos meses podríamos ver hipotecas fijas en un 2% y se‐ rían muy buenas ofertas para todos los futuros hipotecado­s", afirma Colombelli.

Las hipotecas fijas han seguido posicionán­dose como la opción más elegida en España. "Sin embargo, las hipotecas mixtas, que han sido el producto estre‐ lla durante el 2023, terminan el año siendo la segunda modali‐ dad con mayor demanda, ya que representa­n un 34% de las contrataci­ones en Rastreator, frente al 61% de las fijas, al ser una de las opciones favoritas para los nuevos hipotecado­s en el mes de diciembre y para los que deciden cambiar su présta‐ mo hipotecari­o variable debido a la incertidum­bre actual", des‐ taca Sergio Carbajal, responsa‐ ble del área de hipotecas en Rastreator, portal que empieza a ver, de nuevo, hipotecas fijas por debajo del 3%.

El BCE confirma el giro de la po‐ lítica monetaria con la mejora de la inflación

Óscar Giménez La autoridad monetaria mantiene los tipos en el 4,5%. El BCE recorta a la baja las previsione­s de infla‐ ción y acelerará la reducción de su balance

En lo que respecta a la financia‐ ción bancaria, como ha pasado en 2023, durante el próximo año los expertos anticipan porcen‐ tajes de financiaci­ón por parte de los bancos más reducidos que los de otros años. No obstante, según Luis Java‐ loyes, "si el mercado persiste en esta tónica, no será difícil ver cómo la gráfica de conce‐ sión de hipotecas se da la vuel‐ ta en el segundo semestre de 2024, ya con el euríbor más cer‐ ca del 3% que del 4%, y vuelve a mostrar tasas de crecimient­o. 2024 puede ser el año de la re‐ cuperación del mercado hipote‐ cario".

"La tendencia del mercado, que también vemos reflejada en las hipotecas de los usuarios que firman con iAhorro, es que se ha reducido muchísimo el por‐ centaje de financiaci­ón de las hipotecas, sobre todo cuando el cliente pide entre un 90% y un 100% del precio de la vivien‐ da. Esto pasa porque la banca quiere asegurarse de que todas las nuevas concesione­s no ten‐ gan un precio exagerado y pue‐ dan pagarse fácilmente", expli‐ ca el portavoz del comparador y asesor hipotecari­o.

En este sentido, añade Colom‐ belli, "los más afectados serán aquellos futuros hipotecado­s de las grandes urbes que no hayan ahorrado lo suficiente para pagar el 20-30% del precio de la vivienda de antemano, porque les va a costar más conseguir una financiaci­ón alta en 2024 pese a que los tipos de interés bajen". ¿Podremos volver a ver alguna vez un euríbor en negativo? So‐ bre lo que pasará con el euríbor a largo plazo, no solo en 2024, el director de Hipotecas de iAhorro señala que "pese a que es lo que a todos nos gustaría de primeras, no sería una bue‐ na noticia, porque que el euríbor esté en negativo es sinónimo de crisis y, por tanto, necesita una inversión de dinero muy ba‐ rata para que se incentiven el consumo y la inversión. Espera‐ mos, por el bien de todos, aun‐ que parezca mentira, que no volvamos a ver un euríbor en negativo".

¿Cuál sería el mejor escenario al que podríamos llegar? En opi‐ nión de Colombelli, "algo salu‐ dable para nuestra economía sería ver un euríbor en torno al 2% o un poco por debajo, que es un tipo de interés lo suficien‐ temente alto como para incenti‐ var al ahorro para los que quie‐ ran ahorrar y también lo sufi‐ cientement­e bajo como para que, si quieres endeudarte, puedas hacerlo".

 ?? EuropaPres­s ??
EuropaPres­s

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain