El Confidencial

Sánchez lleva al límite su política de bloques y activa al PSOE para hacer daño a Feijóo donde más duele

- Carlos Rocha

Desde que Pedro Sánchez fue investido, el pasado 15 de no‐ viembre, el presidente del Go‐ bierno se ha reunido en Barce‐ lona con Pere Aragonès, ha confirmado que se verá con Carles Puigdemont fuera de Es‐ paña en los próximos meses y ha bendecido un acuerdo para dar la alcaldía de Pamplona a Bildu. La visita al president de la Generalita­t no es tan disrupti‐ va, ha habido otras antes. Pero los otros dos hitos son simbóli‐ cos, como cuando Julio César cruzó el río Rubicón, y dan cuenta de una nueva realidad en la política española. Sán‐ chez, en estas últimas seis se‐ manas del año, ha dejado claro que su futuro pasa por desarro‐ llar esas alianzas que generan cierto malestar en su partido y un rechazo frontal en la oposi‐ ción. Y con estos mimbres se enfrentará a un nuevo año elec‐ toral que comenzará en Galicia en cuestión de semanas, con la oportunida­d de infligir a Alberto Núñez Feijóo un golpe donde más daño puede hacer al líder del PP.

"Esto va de bloques", expresaba hace unos días un dirigente te‐ rritorial del PSOE, que defendía la legitimida­d de pactar con la coalición que dirige Arnaldo Otegi mientras sea un partido legal y el PP haga lo propio con Vox. El presidente del Gobierno fue expulsado de Ferraz en un golpe de los barones, en octu‐ bre de 2016, porque quería ex‐ plorar una alianza con Pode‐ mos y las fuerzas independen‐ tistas. Resucitó, derrotó a la preferida de la estructura del partido y lleva un lustro en Mon‐ cloa apoyado precisamen­te en esos partidos. Y el último mes y medio ha servido como de‐ mostración de que esa será la tónica a seguir mientras el ta‐ blero electoral siga así. El lema de "hacer de la necesidad vir‐ tud", elevado a la máxima po‐ tencia.

El propio Sánchez ha defendido la necesidad de normalizar los encuentros con Puigdemont una vez que la ley de amnistía esté en vigor. Ese es el objetivo de la norma que se tramita en el Congreso, "devolver a la polí‐ tica" a los neoconverg­entes. Con Bildu no ha habido tanta al‐ garabía y el PSOE se afana en localizar el acuerdo a Pamplo‐ na. Y en justificar­lo por la situa‐ ción que vivía el consistori­o de la capital navarra, "paralizado", según los socialista­s. Sí hay otros portavoces, como Óscar Puente, que han naturaliza­do el pacto, algo que incluso está empezando a ocurrir entre las bases.

El bloque de "dirección del Esta‐ do", concepto que acuñó Pablo Iglesias cuando todavía era vi‐ cepresiden­te del Gobierno, está más cohesionad­o que nunca, y esta realidad se hará notar en los próximos meses. Hay dos momentos en los que ocurrirá de forma especial. El primero comenzará casi al comienzo del año, cuando María Jesús Montero, flamante vicepresi‐ denta primera, se arremangue para elaborar los Presupuest­os Generales del Estado para 2024. Es cierto que las cuentas ya están esbozadas porque hay acuerdos de investidur­a con los socios —incluido el de coalición con Sumar— que tendrán reflejo presupuest­ario.

La polarizaci­ón está en el cen‐ tro de la estrategia de Sánchez

Ramón González Férriz Sán‐ chez utiliza una retórica que sa‐ be que le resulta muy útil: gene‐ rar polarizaci­ón acusando insis‐ tentemente a sus adversario­s de generar polarizaci­ón

ERC y Bildu se abstuviero­n en la investidur­a de Sánchez en 2019, pero entonces comenzó un periodo de colaboraci­ón que ha desembocad­o en tres PGE.

El reto ahora es sumar a Junts a esta entente, a pesar de que los neoconverg­entes ya han lanzado la primera advertenci­a en materia legislativ­a. La inten‐ ción de todos los socios de la investidur­a de Sánchez es alar‐ gar la legislatur­a, al menos de momento. Pero el horizonte electoral puede cambiar las prioridade­s de unos y otros. Las elecciones catalanas están fi‐ jadas para principios de 2025, pero muchos dan por hecho un adelanto al último tramo del año que está a punto de empe‐ zar.

Las gallegas, en mes y medio Pero el ruido de comicios em‐ pezará mucho antes. En cues‐ tión de mes y medio se abrirán las urnas en Galicia, preludio de un trío de elecciones que ten‐ drá como paso intermedio a las vascas y, en el cierre, unas eu‐ ropeas que en el PP quieren convertir en una segunda ronda de las generales del pasado mes de julio. El 18 de febrero, están llamados a votar 2,6 mi‐ llones de españoles, poco más del 5% de la población, pero se‐ rán unas elecciones muy sim‐ bólicas. Núñez Feijóo dejó hace casi dos años su tierra des‐ pués de tres mayorías absolu‐ tas y se quedó con la miel de Moncloa en los labios. Hay quien opina que todavía no se ha recuperado del shock. El primer examen lo tendrá su sucesor, Alfonso Rueda, aun‐ que en el PP son optimistas y ponen como referencia el resul‐ tado del 23-J. "Si lo extrapola‐ mos, tendríamos mayoría abso‐ luta", apuntan desde Génova, donde restaban importanci­a al acuerdo entre Podemos y Su‐ mar para acudir juntos a los co‐ micios antes de que saltara por los aires. "Nos preocuparí­amos si no se presentara­n, porque los votos de Yolanda Díaz no van a salir de nuestro electora‐ do", zanjan estas fuentes. Al mismo tiempo, en el PP admi‐ ten que perder un diputado en cada provincia gallega podría poner en riesgo la mayoría ab‐ soluta de los populares. Y ese es el escenario por el que rezan en el PSOE, Sumar y el BNG. En Ferraz están muy satisfe‐ chos con su candidato, José Ramón Gómez Besteiro. Dipu‐ tado en Madrid, Sánchez lo in‐ cluyó en el comité negociador de la investidur­a para dar alas a una candidatur­a que recibirá to‐ davía más apoyos. El presiden‐ te del Gobierno se desplegó en Ferrol hace unas semanas para bendecir la candidatur­a de este dirigente gallego, que ha pasa‐ do un calvario judicial del que ha salido indemne después de hasta 10 imputacion­es. Allí es‐ tuvieron la ya exvicepres­identa Nadia Calviño y la ahora núme‐ ro dos del Ejecutivo, María Je‐ sús Montero. Y la plana mayor del PSOE volverá a mediados de enero a una convención polí‐ tica que servirá para rearmar al partido.

Pedro Sánchez, con el líder del PSE, Eneko Andueza. (EFE)

La intención de Moncloa es vol‐ ver de las elecciones en modo electoral. Y lo harán con la adrenalina en niveles altos, co‐ mo suele ocurrirle al PSOE des‐ de la vuelta de Pedro Sánchez a la Secretaría General. No en vano, el presidente acaba de publicar su segundo libro, que tiene un prólogo dedicado al lo‐ gro que supuso reactivar al par‐ tido después de la debacle de las autonómica­s y municipale­s de 2019. En Galicia tienen el ali‐ ciente de lograr un cambio his‐ tórico que, además, supondrá una nueva demostraci­ón de esa política de bloques: solo es posible de la mano del BNG de Ana Pontón, que ahora es la se‐ gunda fuerza del Parlamento en Santiago de Compostela. El re‐ to, y en Moncloa confían en lo‐ grarlo, es que Besteiro pueda superar a la nacionalis­ta galle‐ ga.

El siguiente paso serán las elecciones vascas, aún sin fe‐ cha. Ahí el PSOE tiene el reto de separarse de su actual socio de gobierno, el PNV de Iñigo Ur‐ kullu. Socialista­s y jeltzales presentan a candidatos nue‐ vos: Eneko Andueza en el parti‐ do del puño y la rosa e Imanol Pradales como la opción de Sa‐ bin Etxea. EH Bildu y el PP tam‐ bién apuestan por la renovación con Pello Otxandiano y Javier de Andrés. Con la incógnita de los candidatos, solo se puede dar por seguro que el PSE no

tiene intención de repetir la apuesta de sus vecinos del PSN en Pamplona. Andueza ha dicho que no hará lehendakar­i a

Bildu, por lo que su reto es

po‐ ner el foco en la gestión social para despegarse del PNV. A mitad de año, llegará el turno de las elecciones al Parlamen‐ to Europeo, que tienen la pecu‐ liaridad de que en España son por circunscri­pción única. El PSOE medirá el 9 de junio el desgaste por esa política de pactos que Sánchez ha aban‐ derado en el último tramo de 2023. Feijóo, según explicó en su cierre del año, cree que Sán‐ chez va a intentar que se olvi‐ den estos últimos meses de "pacto encapuchad­o" y amnis‐ tía. Y el PP no tiene intención de dejar que eso ocurra. La du‐ da es si podrá mantener la ten‐ sión durante un semestre, so‐ bre todo si, por el camino, tro‐ pieza en su fortín gallego.

birán. Pero después habrá que abordar el déficit. Los tipos de interés tendrán un efecto de arrastre a medida que más em‐ presas refinancie­n. Y el progra‐ ma especial de préstamos ban‐ carios de la Reserva Federal ex‐ pira en marzo.

Si juntamos todo esto, las pers‐ pectivas apuntan a un creci‐ miento más débil, lo que es ma‐ lo para las acciones, y a unos tipos más bajos, lo que es bueno para las acciones. La apuesta es cómo se combina‐ rán exactament­e. La gran lec‐ ción del error de 2023 es que los cuatro efectos fueron una sorpresa para la mayoría, y 2024 segurament­e traerá más. Siempre hay nuevos errores que cometer. Pero en 2024, hay que tener en cuenta una de las lecciones más antiguas: es más arriesgado comprar accio‐ nes cuando están caras porque ofrecen poco margen de segu‐ ridad para absorber las malas noticias. Las cosas siempre pueden salir bien pero, con las acciones estadounid­enses ya tan caras, las probabilid­ades no son muy altas. *Contenido con licencia de “The Wall Street Journal”

bre su experienci­a en Málaga.

El creador de ChatGPT lleva un año escaneando miles de ojos en centros comerciale­s de Ma‐ drid

Guillermo Cid Mientras Sam Alt‐ man pasa por la capital para vender las bondades de la IA, otro de sus proyectos tiene sie‐ te puestos repartidos por la ciu‐ dad para recoger datos biomé‐ tricos a cambio de unos dóla‐ res y criptomone­das

De hecho, la euforia en España contrasta con lo que ocurre en otros países. Hace poco más de una semana, Worldcoin de‐ jaba de operar en Francia, Bra‐ sil e India, donde aseguraba que estaban operando por "tiempo limitado", aunque hay sospechas de que ha tenido mucho que ver la presión de los reguladore­s. De hecho, Francia, al igual que Reino Unido o Ale‐ mania, ya había anunciado in‐ vestigacio­nes sobre el proyec‐ to. Por ahora, la Agencia Espa‐ ñola de Protección de Datos (AEPD) confirma a este periódi‐ co que ha recibido una denun‐ cia, aunque aún se encuentra en "fase de análisis".

Cabe recordar que, en sus pri‐ meros años, Worldcoin se cen‐ traba más en conseguir usua‐ rios en países pobres. Hace un año, una investigac­ión de MIT Technologi­cal Review revelaba que en Indonesia habían llega‐ do a ofrecer, además de dinero y tokens, Airpods a cambio del escaneo del iris. La situación era similar a la que se había vi‐ vido en Kenia, Sudán o Ghana. "Los representa­ntes de la em‐ presa utilizaron prácticas de marketing engañosas, recopila‐ ron más datos personales de los que reconocían y no obtu‐ vieron un consentimi­ento infor‐ mado significat­ivo", detallaba aquel reportaje.

¿Qué pretende Altman con todo esto?

En un primer momento, World‐ coin era una idea de Altman y su socio Alex Blania, CEO de Tools for Humanity —la empre‐ sa tras Worldcoin, que está re‐ gistrada como fundación—, pa‐ ra repartir su riqueza de forma equitativa a cada humano, algo para lo que necesitaba­n un identifica­dor único. Fue ahí don‐ de nació la idea de captar el iris, así que necesitaba­n regis‐ trar a todas las personas que pudieran, escaneando su ojo con Orb, su máquina esférica desarrolla­da por ellos mismos. Sin embargo, esa redistribu­ción ha ido desapareci­endo a medi‐ da que iba ganando peso su gran baza: convertirs­e en una "prueba de humanidad" para evitar los bots en internet. "Este emocionant­e progreso de la IA requiere una mayor necesidad de distinguir entre humanos y bots online. World ID es una no‐ vedosa tecnología que ofrece a las personas la posibilida­d de verificar su singularid­ad y hu‐ manidad sin compartir su iden‐ tidad en la era de la IA", comen‐ tan desde la empresa. Un usuario se registra en Ban‐ galore, India. (Reuters/Medha Singh)

"La verdad es que lo de Altman es genial. Primero, provoca el aluvión de la IA generativa y de acceso fácil con OpenAI. Eso genera el problema de que te puedan confundir con un hu‐ mano... y ahora te vende la so‐ lución", ironiza Ortiz sobre esta cuestión, aunque considera que, a nivel de protocolos y se‐ guridad, "parece que están ha‐ ciendo las cosas bien". "La par‐ te que más me gusta es que sea un modelo de negocio ba‐ sado en Web3, donde los desa‐ rrolladore­s y usuarios son pro‐ pietarios", explica, aunque le preocupa tanto que se acabe usando para fines maliciosos como que haya un robo o se vendan a terceros.

Otro de los planes que ha men‐ cionado la empresa pasaría por convertirs­e en la red mediante la cual se reparta un hipotético "ingreso básico universal finan‐ ciado por IA", que sería una es‐ pecie de renta para repartir los beneficios generados por estas tecnología­s. Por ahora, ese pro‐ yecto es poco más que una idea. En cualquier caso, las uni‐ dades de su token no se repar‐ ten entre todos sus usuarios por igual. Un 75% se reserva pa‐ ra ellos, mientras que la canti‐ dad restante se la reparten en‐ tre empleados e inversores, en‐ tre los que hay pesos pesados del sector, como Andreessen Horowitz, Khosla Ventures o Reid Hoffman.

Nadie sabe por qué el creador de ChatGPT quiere tus ojos, pe‐ ro hay motivos para preocupar‐ te

Mario Escribano Worldcoin, fundada por Sam Altman, lleva años escaneando iris por todo el mundo, y España ha sido el país europeo en el que ha teni‐ do mejor acogida. El problema es que nadie tiene claro la fina‐ lidad de todo esto

De hecho, es algo que también está generando controvers­ia en la propia comunidad de Web3, donde hay quien lo ve como un paso adelante en este entorno y quien cree que están sirvién‐ dose de su retórica para fines maliciosos. "Yo estoy a la espe‐ ra de ver cómo avanza esto, pe‐ ro no descarto hacerlo en el fu‐ turo. Antes, tengo que ver que el enfoque y la encriptaci­ón son las adecuadas", comenta Ortiz. González, por ahora, ha hecho algunas pruebas y está satisfe‐ cho. "Voy a seguir trasteando, así que espero que siga cre‐ ciendo y los casos de uso sean buenos para la sociedad. Soy optimista en ese sentido", co‐ menta este desarrolla­dor, que cree que el registro de los iris será "inevitable". "Cada vez nos controlan con cosas diferentes. Ya damos las huellas dactila‐ res y la retina es el siguiente paso", prevé. Si eso acaba sien‐ do así, la posición de Worldcoin en el futuro puede ser imbati‐ ble. Por ahora, su objetivo final sigue pareciendo lejano: alcan‐ zar en algún momento los 2.000 millones de personas registra‐ das; es decir, una cuarta parte de la población mundial.

ñola. El 7 de octubre no fue un día cualquiera para nuestra ciencia. Desde Huelva, se pro‐ cedió al lanzamient­o del primer vehículo recuperabl­e suborbital. Todo en el cohete terminó sien‐ do un acierto, incluyendo el nombre: Miura 1. Made in Spain.

Extendemos el reconocimi­ento a todo el poder judicial que vela por nuestra democracia

6-. Manuel Marchena y Pablo Llarena. Destacamos al presi‐ dente de la Sala de lo Penal del Supremo y al instructor de la causa del procés, pero exten‐ demos el reconocimi­ento a to‐ do el poder judicial que vela por la integridad de nuestra demo‐ cracia y está recibiendo un ata‐ que sin precedente­s desde el Gobierno.

5-. María Guardiola. Las elec‐ ciones autonómica­s y munici‐ pales de mayo tiñeron de azul muchos gobiernos regionales y locales. Algunos cambios se daban por descontado­s, otros como viables, pero lo de Extre‐ madura se salió de las previsio‐ nes. Plantó cara a VOX hasta donde pudo. Como Ayuso, ella le pone cara al PP desacomple‐ jado y actualizad­o. Irá a más. 4-. Carlos Alsina. Periodista más influyente de España y, sin duda, el mejor entrevista­dor. Podría estar en esta lista por su éxito de audiencia, por ser claro y directo sin dejar de ser entre‐ tenido, por la búsqueda de nue‐ vos formatos, o por su impres‐ cindible discurso tras recibir el premio Francisco Cerecedo. Sin embargo, le destacamos por al‐ go más importante, por resultar incómodo para todos.

Carlos Alsina invita a Àngels Barceló a un cara a cara para "conversar sobre las mentiras y soflamas" de las que le acusa

El Confidenci­al El locutor ha planteado este debate después de emitir en su programa parte de un editorial en el que la pre‐ sentadora de Cadena SER le ha acusado de atacar a Sánchez con "inquina"

3-. José Luis Rodríguez Zapate‐ ro. El responsabl­e principal de la quiebra de los pronóstico­s electorale­s. Agarró a su partido por la solapa cuando todos da‐ ban por segura la derrota y agi‐ tó el gen de la superviven­cia socialista hasta evitar que hu‐ biese cambio en el Gobierno. En la hora de la verdad, el ver‐ dadero líder fue él.

2-. Jude Bellingham. A pesar de la teoría de la conspiraci­ón em‐ peñada en sostener que nació en el Reino Unido, el mejor juga‐ dor del mundo no hace sino de‐ mostrar en todos los campos y por toda la cancha que nació en la Milagrosa de Chamberí y que está aquí para darle más gloria a su equipo y brillo a una Liga decadente.

1-. Carles Puigdemont. Nadie ha dado una campanada mayor en todo el año, eso es así. Esta‐ ba fugado y políticame­nte desahuciad­o, pero recibió el premio gordo electoral. Hoy es el amo del gobierno. No hay quien le discuta, manda más que nadie en la agenda, y por eso es, probableme­nte, el es‐ pañol más poderoso del mo‐ mento.

Los doce españoles que han dado vueltas de campana: 12-. Miguel Ángel Revilla. que ya era hora.

11-. Daniel Sancho. Protagonis‐ ta del año en la sección de su‐ cesos. Hemos tenido el caso hasta en la sopa (y queda). 10-. Gabriel Rufián. Porque mu‐ cho "bla, bla" y mucha superiori‐ dad moral, pero no da para más: le apartaron los suyos pa‐ ra negociar. Es un meme cadu‐ cado.

9-. Ramón Tamames. Porque ni siquiera un ego así de sobredi‐ mensionado debería eclipsar el sentido del ridículo. Por ha‐ bernos dado tanta vergüenza ajena.

Por‐

Tamames pone a la venta en Amazon por casi 5 € su discur‐ so en la moción de censura de Vox

EFE Al comienzo del libro, de 81 páginas y en cuya portada la virgulilla de la letra 'ñ' del título es una bandera de España, el economista ha añadido un tex‐ to inédito a modo de prólogo 8-. Carlos Mazón. Porque su ne‐ gociación para formar el Go‐ bierno valenciano acabó perju‐ dicando los intereses del PP en las elecciones generales.

7-. La cúpula entera del PNV, en fila india: por haber permitido que su partido sea ya un pro‐ ducto político desfasado y por haberle entregado a Bildu la he‐ gemonía cultural en la región. 6-. Santiago Abascal. Por ser el español más incoherent­e de to‐ dos. Antepuso el interés del partido al del país durante la campaña electoral, benefician‐ do al sanchismo, como es práctica habitual. seguirá igual. No tiene remedio. Santiago Abascal ha sido el es‐ pañol más incoherent­e de to‐ dos: antepuso el interés del partido al del país durante la campaña electoral

5-. Yolanda Díaz. Porque se puede ser traidora y se puede ser cursi, pero no las dos cosas al mismo tiempo (por favor). 4-. Óscar Puente. Por ser tan sumamente refinado, demasia‐ do elegante, respetuoso e ilus‐ trado.

3-. Los dirigentes del fútbol es‐ pañol, uno detrás de otro, en su conjunto. Con especial men‐ ción a Rubiales por vomitivo, así como a Negreira y asocia‐ dos por la alteración durante décadas de la competició­n.

Hermoso declaró ante Fiscalía que el beso de Rubiales no fue consentido: "No me sentí res‐ petada"

Europa Press La jugadora ha narrado el momento en el que recibió el beso después de que España ganara el Mundial fe‐ menino. Según su relato, se abrazó con Rubiales y afirmó: "La que hemos liado"

2-. Jordi Évole. Por listillo, por‐ que se lleva la palma de sumi‐ sión a los poderosos vendiendo una rebeldía postiza, por con‐ vertir el adoctrinam­iento en ne‐ gocio. No puedo con él.

1-. Irene Montero. Por algo im‐ perdonable: más de 1.200 delin‐ cuentes sexuales beneficiad­os por su dogmatismo, su torpeza y su soberbia.

Uno de los aspectos más polé‐ micos ha sido la retención de algunos aviones F-16, lo que ha puesto a Ucrania en una posi‐ ción de desventaja en los ata‐ ques aéreos. A pesar de que el Ejército de Kiev ha utilizado otros recursos militares, como los drones y sistemas de de‐ fensa aérea más antiguos, las fuerzas aéreas de Rusia les su‐ peran con creces.

Por otro lado, Washington envió sistemas de cohetes de artille‐ ría de alta movilidad (HIMARS) con ruedas, así como municio‐ nes del sistema de misiles tác‐ ticos del ejército (ATACMS) de muy largo alcance y gran preci‐ sión. Este último es una de las armas más esperadas por Ucrania y con la que Kiev puede alcanzar nuevos objetivos en la retaguardi­a rusa. No obstante, el número que llegó al frente ha sido relativame­nte pequeño co‐ mo para poder dar un giro a la guerra, apunta un análisis de Atlantic Council.

La Unión Europea, por su parte, ha aportado alrededor de 80.000 millones de dólares en ayuda, aunque gran parte se ha destinado a la asistencia finan‐ ciera y no a suministro­s milita‐ res. Países como Polonia han concentrad­o la mayor parte de los envíos, con más de 320 tan‐ ques de batalla hasta principios de 2023. Otros como Estonia han destinado un tercio de su presupuest­o anual de defensa a Ucrania, mientras que Litua‐ nia ha aportado casi 1.000 mi‐ llones de dólares en ayudar al país.

El tiempo corre en contra de Ucrania Precisamen­te, los países que están más cercanos a la fron‐ tera con Rusia han mostrado un compromiso mucho mayor que los que están alejados. "En su mayor parte, el resto ha segui‐ do el ejemplo de Estados Uni‐ dos al ayudar a Ucrania a resis‐ tir mayores ganancias territoria‐ les rusas, pero le ha negado a Ucrania los medios para lograr un éxito decisivo en la recupe‐ ración del territorio ocupado", sostiene Richard D. Hooker, in‐ vestigador experto en defensa y la OTAN, en su análisis para Atlantic Council.

Según el investigad­or, si Occi‐ dente y la OTAN se hubieran comprometi­do en la primavera de 2022 a poner todos los re‐ cursos para conseguir una vic‐ toria ucraniana, las fuerzas de Kiev tendrían ahora un número de tanques disponible­s muchí‐ simo mayor, una fuerza aérea poderosa y más efectivos para hacer frente a las líneas defen‐ sivas rusas. "Con toda probabi‐ lidad, la reciente contraofen­si‐ va de Ucrania habría logrado cambiar la situación decisiva‐ mente a favor de Ucrania. Nin‐ gún soldado de la OTAN habría tenido que entrar en combate, y con una pequeña fracción de los presupuest­os de defensa de la OTAN, la amenaza militar rusa podría haberse neutraliza‐ do durante una generación", subraya. "Lo más importante de todo es que las perspectiv­as de una escalada y una confronta‐ ción directa entre Rusia y la OTAN se habrían reducido drás‐ ticamente".

Todavía hay posibilida­des de conseguir este objetivo, pero la falta de cohesión en Estados Unidos y la UE pone las cosas más difíciles. El tiempo corre cada vez más rápido para Ucra‐ nia, que sufre una escasez de municiones mientras surgen las dudas de que la UE pueda cumplir su compromiso de pro‐ porcionar un millón de proyecti‐ les y misiles para marzo de 2024.

¿Tanto como Ucrania pida? Por qué los aliados de Kiev deben actualizar su estrategia

Leo Litra* La politizaci­ón de la ayuda a Ucrania en Estados Unidos y Europa, combinada con la creciente guerra de des‐ gaste, está poniendo en tela de juicio la estrategia de Occiden‐ te para Ucrania

La actitud a veces poco deter‐ minante de Occidente a la hora de apoyar a Ucrania se explica por varios factores. Uno de los más importante­s es la preocu‐ pación de que un apoyo todavía mayor al Ejército de Kiev pueda tener una respuesta por parte de Rusia y avivar el peligro a una escalada nuclear. No obs‐ tante, esta posibilida­d es poco probable por el temor de Moscú a las consecuenc­ias, sobre to‐ do por parte de Estados Unidos, y porque esa fue la "línea roja" que estableció Xi Jinping para continuar siendo su aliado.

Si la ayuda occidental se tam‐ balea, Ucrania también. Mien‐ tras pasaban los meses y la guerra se estancaba, Rusia ha conseguido reactivar una parte de su complejo industrial mili‐ tar, así como sobrevivir econó‐ micamente a pesar del conflic‐ to. Las capacidade­s de Moscú son, en este momento, superio‐ res a las de Ucrania, que de‐ pende del suministro de armas de Occidente.

Un análisis publicado en Fo‐ reign Affairs

apunta a que un

freno significat­ivo en las ayu‐ das a Ucrania no solo sería una catástrofe para el país y su po‐ blación, sino que acabaría con las posibilida­des de negociar un alto al fuego entre las dos partes. "Putin ganaría ventaja y no tendría motivos para enta‐ blar un diálogo si vislumbra la posibilida­d de una victoria mili‐ tar", afirma Norbert Röttgen, diputado alemán y expresiden­te del Comité de Asuntos Exterio‐ res, en el artículo. Röttgen vati‐ cina que, mientras que el po‐ tencial militar ruso puede aguantar el peso de una guerra durante años, Europa no ha au‐ mentado lo suficiente su pro‐ ducción militar y pronto podría quedarse sin las armas sufi‐ cientes para que Ucrania se en‐ frente a las tropas de Moscú. "Sabiendo esto, Putin solo ne‐ cesita esperar. El tiempo está de su lado", sostiene. ¿'Regalos' con fecha de caduci‐ dad?

El propio presidente de Rusia ha celebrado lo que parece un retroceso en las ayudas occi‐ dentales a Ucrania. "Ucrania no produce hoy casi nada. Inten‐ tan salvar algo, pero no produ‐ cen casi nada. Reciben todo gratis. Pero estos regalos pue‐ den acabar algún día. Y aparen‐ temente esto se está acaban‐ do", afirmó a principios de este mes de diciembre.

En su rueda de prensa anual, la primera que realizaba desde la invasión a gran escala, Putin se mostró confiado en que el país puede ganar la guerra y en que llegará el momento en el que las llamadas de Volodímir Ze‐ lenski a Occidente dejarán de recibir respuesta. En ese ins‐ tante, podrá cumplir sus propó‐ sitos de tomar el control de

Ucrania bajo los argumentos de "la desnazific­ación y desmilita‐ rización del país". "Habrá paz cuando logremos nuestros ob‐ jetivos. No han cambiado", ase‐ guró.

Putin está convencido de que la victoria está de su parte, mien‐ tras la Unión Europea sostiene que hará todo lo posible para asegurar la asistencia al Go‐ bierno de Kiev a pesar de los impediment­os, como el veto de Viktor Orbán. Por su parte, Joe Biden deberá hacer frente a las negociacio­nes en un Congreso dividido y que ha empezado a mostrar hartazgo después de casi dos años de guerra. "Ucra‐ nia no se quedará sola ante la agresión rusa", dijo el presiden‐ te estadounid­ense. "Durante el último año, la estra‐ tegia de Putin ha sido sobrevivir más que Occidente. Reducir la ayuda militar ayuda a esa estra‐ tegia"

Sin embargo, de cara al año que viene, las ayudas pueden tambalears­e todavía más se‐ gún el resultado de las eleccio‐ nes presidenci­ales del próximo noviembre. La posibilida­d de que el republican­o Donald Tru‐ mp gane los comicios aumenta el riesgo de que los paquetes asistencia­les se eliminen casi por completo. En Europa, mien‐ tras tanto, el ultraderec­hista Geert Wilders ha ganado las elecciones de Países Bajos con una bandera antiinmigr­a‐ ción, y que incluye el fin de la ayuda al país en guerra. "Duran‐ te el último año, la estrategia de Putin ha sido sobrevivir más que Occidente. Reducir la ayu‐ da militar ayuda a esa estrate‐ gia", concluye Mark Cancian.

tro de medio año. Por eso, el sector no las tiene todas consi‐ go y se niega a descorchar el champán por adelantado. No todo irá tan bien como parece. La clave es saber por dónde y cuándo empezarán los proble‐ mas.

La cuarta revolución industrial del turismo ya está aquí

Agustín Rivera. Málaga Exceltur admite que no se puede "crecer por crecer". "Hay que dar la mis‐ ma importanci­a al turista que al residente"

Apunta también Estalella que hay que fijarse en las pernocta‐ ciones y en el gasto, no en el número de turistas. "Lo que im‐ portan son los slots aer. El Sin‐ gle European Sky (SES, por sus siglas en inglés) abordaría un único territorio aéreo en la Unión Europea. Trataría de ofre‐ cer más vuelos directos, ade‐ más de reducir las emisiones y liberaliza­r el espacio aéreo. Torres de control También pedirán la liberaliza‐ ción de más torres de control, una iniciativa que ha cuestiona‐ do la CNMC al observar conflic‐ tos de interés entre Aena y Enaire en la licitación de estas infraestru­cturas. El Confiden‐ cial adelantó el 7 de febrero de 2023 que el Gobierno preparaba la liberaliza­ción de la gestión del control de siete de los ma‐ yores aeropuerto­s de España.

El desarrollo de nuevas tecnolo‐ gías en la aviación como el uso del hidrógeno y de combusti‐ bles sostenible­s también se acabarán por consolidar. De he‐ cho, un informe de Amadeus para 2024 subraya los cambios tecnológic­os. El fabricante ale‐ mán de aeronaves Volocopter tiene previsto proporcion­ar una flota de VoloCity eVTOL eléctri‐ cos para los Juegos Olímpicos de París de 2024 y que será una de las primeras redes de taxis aéreos eléctricos.

¿Qué pasa con los turistas bri‐ tánicos y alemanes? Siguen sin venir tantos como en 2019

Agustín Rivera. Málaga Aunque haya récord de turistas extran‐ jeros, la falta de recuperaci­ón completa de los dos principale­s mercados acelera la diversifi‐ cación de los visitantes Dale Vince, fundador de la em‐ presa de energía verde Ecotrici‐ ty, planea el estreno en el Reino Unido de una aerolínea eléctri‐ ca. Se llama Ecocity y estaría propulsada por hidrógeno ver‐ de. Toff Mobility, la primera compañía aérea eléctrica de Asia, planteará aviones eléctri‐ cos en 2024 en Corea del Sur. Surcar Airlines ha selecciona­do a Zeroavia para suministra­r mo‐ tores eléctricos de hidrógeno a sus hidroavion­es en las Islas Canarias.

Daniel Batchelor, vicepresid­en‐ te Global Corporate Marketing & Communicat­ions de Amadeus, cree que la Inteligenc­ia Artifi‐ cial Generativa (GAI) seguirá ejerciendo una influencia cada vez mayor en todo el sector du‐ rante 2024”. La IA, de hecho, ha disparado las ventas del turis‐ mo: hay ya empresas que au‐ mentan su facturació­n el 500%. Las compañías hoteleras están impulsando la Inteligenc­ia Arti‐ ficial para que los clientes pue‐ dan "comprar más y cancelar menos" mientras las agencias de viajes aún no se la plantean de un modo intensivo. Aunque, por la rápida evolución del turismo, esta tendencia se podría quedar anticuada en muy pocos meses.

y el paisaje, no podía dejar que esto se pareciese a Almería", dice, en referencia a las posi‐ bles laderas montañosas cu‐ biertas de paneles solares, co‐ mo plásticos de invernader­o. "Si hago eso, me cargo el pai‐ saje de Cofrentes, así de claro", le explicó a la directiva de Iber‐ drola que se acercó a sondear‐ le. Paradojas de la vida, el alcal‐ de defensor de la central nu‐ clear usó el mismo argumento que grupos ecologista­s o for‐ maciones como Compromís sobre los grandes parques fo‐ tovoltaico­s.

o negro. No todo es blanco

Las chimeneas de refrigerac­ión de la central nuclear de Cofren‐ tes, operada por Iberdrola. (B. A.)

Honrubia se queja de la ausen‐ cia de planificac­ión a largo pla‐ zo. La falta de trabajo es el ger‐ men de la despoblaci­ón rural. "El día que de verdad esté ce‐ rrada la central, muchos se ten‐ drán que espabilar. Muchos. En Zorita, ya no queda nada. No hay un plan de transición". El al‐ calde pone el ejemplo de los cierres de las minas de carbón en el norte de España. "Llegó pasta por un tubo para la recon‐ versión. He estado en esa zona. Hicieron 14 museos del carbón y los 14 están cerrados. Tiene que haber un plan de verdad", insiste. Y vuelve al balneario: "Le tienen que caer millones para poder invertir y ampliar". El futuro de los residuos

Los Hervideros de Cofrentes, con sus aguas sulfurosas (re‐ cuerden, el volcán), se funda‐ ron en 1902. A su alrededor, fa‐ milias adineradas de la burgue‐ sía valenciana construyer­on sus pequeñas casitas para to‐ mar las aguas medicinale­s. Hoy, son habitacion­es de hotel. Tras diversos avatares, fue res‐ catado por el municipio, que lo tiene cedido en concesión a una empresa de Miguel Ángel Fernández Torán, director gene‐ ral desde 1988. Actualment­e, se está ejecutando una amplia‐ ción a 600 camas con un nuevo edificio cofinancia­do por Enre‐ sa, la empresa encargada de la gestión de residuos nucleares en España. "Hasta ahora, he‐ mos podido optar a subvencio‐ nes para muchos proyectos porque podemos cubrir la cofi‐ nanciación", explica el alcalde. Lo de los residuos nucleares da para otro guion. Tras el descar‐ te de Villar de Cañas como des‐ tino para un almacén temporal centraliza­do (ATC) de residuos nucleares, el Gobierno ha opta‐ do por un modelo de almace‐ nes temporales descentral­iza‐ dos (ATD). O lo que es lo mis‐ mo: los residuos radioactiv­os se quedarán bajo el sarcófago de las centrales hasta la cons‐ trucción de un teórico almacén geológico profundo (AGP), to‐ davía sin fecha ni ubicación de‐ finidas. "El desmantela­miento no lo veré", asegura Honrubia. Para Cofrentes, ese almacén temporal significar­á conservar unos 600.000 euros en ingre‐ sos tributario­s. Algo es algo, pero lejos de los 10 millones que tiene ahora de presupuest­o anual (80% por la central). Cuando la nuclear se pare, al no haber actividad económica, se esfumará también el IAE. Y con él, más de cuatro décadas de un cómodo modo de vida para sus pobladores.

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EFE

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