Elecciones 2024: ¿Musk o Gates?
El año que viene, más de 2.000 millones de personas de casi 60 países diferentes tendrán que elegir entre dos maneras de concebir algunos aspectos que son fundamentales para el futuro de la humanidad. Gran‐ des retos que no pueden enten‐ derse bajo el paradigma de las viejas ideologías surgidas del siglo XIX, porque los dilemas que hay que responder ni si‐ quiera existían cuando nacieron las grandes corrientes del co‐ munismo, socialismo, liberalis‐ mo, conservadurismo… Estas dos formas de ver el mundo tie‐ nen que ver con las respuestas a los nuevos retos de nuestro siglo, que hoy representan dos de los tecnólogos más impor‐ tantes de nuestra historia y su perspectiva de cómo afrontar las prioridades del siglo XXI. Los próximos comicios son una elección entre las visiones de Elon Musk y Bill Gates. La inteligencia artificial se ha colado en nuestras vidas con una facilidad y naturalidad asombrosas. Imágenes mani‐ puladas de famosos en actitu‐ des tan verosímiles como fala‐ ces; fotografías pornográficas de niñas que nunca se desnu‐ daron ante una cámara; vídeos con declaraciones de políticos que no pronunciaron, pero con su voz, su entonación y su acento. Todas estas aplicacio‐ nes de la IA ya son parte de nuestras vidas y aunque no se‐ pamos muy bien cómo, el futu‐ ro distópico que algunas series anunciaban ya ha llegado. Estas aplicaciones de la IA son las más visibles en la cotidiani‐ dad de las redes sociales, pero todos los sectores están sien‐ do sometidos a una revolución invisible pero irrevocable. ChatGPT ya hace trabajos es‐ colares sin que ningún detector de plagios pueda probarlo. ¿Có‐ mo deben afrontarlo los profe‐ sores? Siendo capaces de eva‐ luar a los jóvenes de otras ma‐ neras o asumiendo que el futu‐ ro será de quien mejor sepa preguntarle a la IA. En otros sectores, los cambios que se están introduciendo pueden cambiar el paradigma del nego‐ cio por completo. La IA ya ha empezado a infiltrarse en nues‐ tras vidas, pero cómo se haga, tiene solo que ver con la visión humana y este es el punto en el que Musk y Gates difieren. Elon Musk ha asegurado que la IA puede acabar con todos los trabajos y que llegará a ser más inteligente que la persona más inteligente, dando a entender que la IA nos sustituirá como si esto fuera Blade Runner. El magnate de Tesla ofrece una visión muy poco humana del fu‐ turo, con una máxima pragmáti‐ ca: si una máquina lo puede ha‐ cer mejor, apártese el error hu‐ mano.
El reglamento de inteligencia artificial: la visión europea de la sociedad digital
Vicente Moret El código tiene repercusiones en la cadena de suministro e incluye obligacio‐ nes para proveedores, desarro‐ lladores, distribuidores y usua‐ rios siempre que el resultado de los servicios tenga impacto dentro de la UE
Bill Gates acaba de realizar sus predicciones para 2024 con una visión más humana de la IA. Para el creador de Micro‐ soft, la IA el próximo año pasa‐ rá a ser dominante y ofrece una visión social de cómo puede re‐ volucionar la medicina, el acce‐ so a la educación, incluso a la salud mental. Para Gates, la IA tendrá un papel determinante en la lucha contra el VIH y otras enfermedades como la tu‐ berculosis o la malaria. Su vi‐ sión es justo la contraria de la de Musk, porque asegura que la IA será una herramienta pa‐ ra eliminar las desigualdades entre los países ricos y pobres. La emergencia climática es otro de los aspectos en los que el mundo tendrá que elegir qué vía seguir: si la negacionista de Musk o la científica de Ga‐ tes. El CEO de X no tiene ningún problema en afirmar pública‐ mente que la agricultura no tie‐ ne ningún efecto sobre el cli‐ ma, así como refutar, sin nin‐ gún tipo de prueba, las teorías que afirman que la ganadería extensiva tiene graves efectos en las emisiones. Musk no siempre fue así, en 2018 ase‐ guraba que el cambio climático era la mayor amenaza de este siglo. Pero ahora se ha situado entre los mayores exponentes del negacionismo climático, aunque las legislaciones de emisiones cero beneficien la in‐ dustria del vehículo eléctrico que él revolucionó con Tesla.
La UE llega a un acuerdo políti‐ co sobre la primera ley para re‐ gular la inteligencia artificial
Nacho Alarcón. Bruselas Tras 22 horas de reunión este miér‐ coles y jueves y una nueva se‐ sión de 14 horas este viernes, los colegisladores de la Unión Europea han alcanzado un acuerdo político
Bill Gates asistió a la
conferen‐ cia COP28 sobre el clima en
Dubái para mostrar su apoyo a que la crisis climática esté en la agenda política mundial. La posición de Gates está basada en el consenso científico, que asume que la acción humana está amenazando la biodiversi‐ dad del planeta. Su discurso está centrado en cómo comba‐ tir el cambio climático gracias la innovación tecnológica para lograr que las industrias reduz‐ can las emisiones contaminan‐ tes; algo que considera que se puede realizar sin aumentar los costes de producción. Políticamente, Gates y Musk no pueden estar más alejados, y, como decíamos anteriormente, su antagonismo no solo es ideológico, sino que parte de la concepción sobre la libertad de expresión, la democracia, las instituciones. Musk, desde que compró Twitter para combatir lo que él llamaba la censura de la red social, se ha ido posicio‐ nando como un referente del populismo de extrema derecha. El pasado mes de diciembre, estuvo presente en la conven‐ ción de Meloni, junto con Abas‐ cal. Además, no ha dudado en pronunciarse a favor de Milei en la pasada campaña argenti‐ na o viajar hasta Brasil para re‐ unirse con Bolsonaro y afirmar que era un “mito de la libertad”. Gates se sitúa en el extremo opuesto a Musk. Es un líder re‐ conocido de los entornos libe‐ rales que apuesta por el mayor pago de impuestos de las for‐ tunas para redistribuir la rique‐ za, que aboga por la lucha con‐ tra la pobreza y por un sistema del bienestar basado en la edu‐ cación y la sanidad pública. De hecho, suele ser utilizado por los conspiranoicos como un chivo expiatorio al que adjudi‐ can querer controlar el mundo a través de un chip inoculado en la vacuna contra el covid.
Elon Musk compra una empre‐ sa de paracaídas con la mente puesta en la Luna y en Marte
R. Badillo SpaceX ha adquirido un negocio de paracaídas para cohetes y naves espaciales por un precio muy bajo. Una com‐ pra que podría ser clave para las próximas misiones tripula‐ das de la NASA
En el año 2024, casi 60 países u organizaciones supranacio‐ nales acudirán a las urnas; será el año más electoral de la histo‐ ria. Se celebrarán elecciones en EEUU, la Unión Europea, In‐ dia, México, Portugal, Bélgica, Sudáfrica… Incluso Rusia, Irán o Bielorrusia también tienen procesos, aunque de dudosa calidad y fiabilidad. Y en todos ellos, la elección es sobre dos modelos antagónicos en los que temas como la IA, la crisis climática o la concepción de‐ mocrática serán los protagonis‐ tas. Modelo Musk o Gates.