Sí, los políticos cobran poco
Sí, los políticos cobran poco en líneas generales y la subida de sueldo de Juanma Moreno no debería generar polémica algu‐ na porque es justa, e incluso in‐ suficiente. Ya lo he dicho, para que no haya dudas sobre la te‐ sis central de este primer Za‐ guán del año. Ahora, quien solo observe la vida entre negros o blancos o se dedique a criticar o elogiar las decisiones según el color de quien las adopte, por simpatías o interés, puede aho‐ rrarse la lectura del resto del ar‐ tículo. Seguramente no le ha‐ gan falta los grises de esta his‐ toria, ni los matices, ni los he‐ chos que se ocultan detrás de los titulares de trazo grueso. Subamos incluso un poco el tono. Que la persona encargada de gestionar los servicios públi‐ cos, y, por lo tanto, la vida, de todos los andaluces cobrara 71.667 euros al año es vergon‐ zoso. Pero aquí no se trata de defender el estado de salud de la cuenta corriente de Juanma Moreno, sino de construir un ar‐ gumento más elevado. No se vayan todavía, que hay para to‐ dos. Igualmente, es ridículo que
Pedro Sánchez perciba 90.000 euros o que un Ministro del Reino de España no llegue a los 80.000. ¿Ahora está más claro? Entiendo y asumo que para la mayoría de los andaluces, que hacen malabares para que no les sobre mes al final del suel‐ do, puede resultar chocante leer que es insuficiente cobrar esa cantidad, pero ése es otro debate. Porque sí, claro que también es vergonzoso que 1.080 euros al mes se conside‐ re un salario mínimo adecuado en las condiciones actuales de inflación y coste de la vida. Pre‐ cisamente ese contraste nos abre la puerta a preguntarnos qué hacemos mal a la hora de valorar esta cuestión. Y, aunque son muchos los errores que so‐ lemos cometer en este análi‐ sis, pueden resumirse en uno: afrontarlo desde una idea pre‐ concebida.
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Si es de los que cree que los políticos son unos aprovecha‐ dos que solo piensan en llenar‐ se el bolsillo, esta es una dis‐ cusión inútil, porque cualquier sueldo le va a parecer excesivo. Si las circunstancias apareja‐ das a un cargo público solo le parecen privilegios intolerables cuando lo ocupa alguien de un partido al que no vota, tampoco vamos a avanzar nada. Pero si los propios políticos son inca‐ paces de empatizar con los ciu‐ dadanos a la hora de adoptar y explicar estas decisiones, cual‐ quier esfuerzo será en vano. Yo no quiero que la doctora que atiende a mi madre o el profe‐ sor que enseña a mis hijos ten‐ ga sueldos más bajos que sus compañeros de otros lugares de España. Yo mismo, por su‐ puesto, no quiero cobrar menos por el mismo puesto en compa‐ ración con un trabajador de otra ciudad. Y, por eso, tampoco quiero que quien me presida tan solo supere en salario a sus homólogos de Cantabria y Astu‐ rias. Porque el sueldo de un po‐ lítico no debe ser un privilegio por el cargo que ocupa, sino un pago por la responsabilidad que asume.
Moreno blinda las bajadas de impuestos en sus presupues‐ tos con el rechazo de Vox y la izquierda
Fran M. Galbarro. Sevilla El Go‐ bierno andaluz saca adelante las cuentas para 2024 con el voto en contra de la oposición. El PP ha dejado fuera la mayo‐ ría de enmiendas para no rever‐ tir su política fiscal: "Ahí no nos van a encontrar"
Es urgente dejar de juzgar a los colectivos para hacerlo con las personas. Un presidente, un mi‐ nistro, un consejero, un dipu‐ tado o un director general co‐ brarán mucho o poco en fun‐ ción de lo que aporten, no de lo que son. En ocasiones se pre‐ senta a los políticos como per‐ sonas con la única aspiración de serlo para vivir de ello. Cria‐ dos en una estructura de parti‐ do en la que han ido medrando, sin formación adecuada ni ex‐ periencia previa en el mercado laboral. Eso es un perfil de polí‐ tico, no es un político. Y precisamente si no dotamos de condiciones económicas, profesionales y sociales ade‐ cuadas a los puestos de res‐ ponsabilidad, los únicos políti‐ cos que quedarán serán esos, porque el sistema expulsará a los hombres y mujeres con pre‐ paración, solvencia, experien‐ cia y vocación de servicio públi‐ co. ¿Quién en su sano juicio querrá exponerse a una respon‐ sabilidad enorme, con jornadas de trabajo interminables y un escrutinio constante e invasivo de su vida personal por unas condiciones económicas y una consideración social infinita‐ mente peores que las que le ofrece la empresa privada?
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El Confidencial La Mesa del Congreso aprobó el año pasado su Presupuesto para 2023 en el que se incluía la previsión de subir el sueldo de los diputados un 3,5%
Porque no hay que olvidar ade‐ más que la subida de sueldo aprobada no afecta solo al pre‐ sidente de la Junta de Andalu‐ cía, sino también a los altos cargos de la Administración an‐ daluza. Contar con una estruc‐ tura directiva, y por supuesto también con un cuerpo funcio‐ narial, bien remunerados, es fundamental para poder captar y desarrollar talento y evitar pro‐ blemas para contar con buenos profesionales en la estructura. Por eso Juanma Moreno ha he‐ cho bien tomando la decisión, igual que hizo bien Juan Espa‐ das en 2019, cuando se subió un 33% el sueldo como Alcalde de Sevilla, que estaba congela‐ do desde 1991. Un sueldo que, por cierto, era superior al del presidente de la Junta hasta esta reciente subida, algo que supone una prueba más de que la medida era necesaria. De he‐ cho, es absurdo que el presi‐ dente siga cobrando menos que los portavoces de los gru‐ pos parlamentarios.
Si en algo se ha equivocado ha sido en esforzarse en justificar
la decisión, no en explicarla
Y si en esto ha hecho bien, ¿qué es lo que ha hecho mal? Seguramente elegir este mo‐ mento, que es lo que le achaca principalmente la oposición, no haya sido un error. Aunque haya coincidido con una crisis con dimisiones en el Servicio Anda‐ luz de Salud y unas listas de espera alarmantes. Porque, ¿cuál es buen momento para subirse el sueldo? ¿Acaso es que nunca va a haber proble‐ mas en una comunidad con ocho millones y medio de per‐ sonas? ¿No le hubieran critica‐ do de haberlo hecho justo des‐ pués de las elecciones pese a poderse entender que la mayo‐ ría absoluta le daba legitimidad para ello?
Si en algo se ha equivocado ha sido en esforzarse en justificar la decisión, no en explicarla. En aportar motivos para intentar contrarrestar las críticas, en lu‐ gar de ofrecer argumentos pre‐ vios para evitarlas. Seguramen‐ te el resultado hubiera sido el mismo, pero la pedagogía nun‐ ca sobra. Y esa valentía quizás hubiera abierto un debate sano, no una discusión demagógica.
cuentro.
Feijóo hará pinza con PNV y Junts en busca del "colapso" del Gobierno
Ana Belén Ramos El PP busca‐ rá en los nacionalistas conser‐ vadores vascos y catalanes una mayoría alternativa para torpedear la agenda del Go‐ bierno, sin abandonar la idea de presentar una moción de cen‐ sura "cuando sea preciso"
"El PP no ha pactado nada nun‐ ca con Junts fuera de la Consti‐ tución (...). Encuentros informa‐ les con diputados, concejales... probablemente ha habido y se‐ guirá habiéndolos", justificaba Tellado. "Los políticos mante‐ nemos reuniones formales e in‐ formales y tomamos café con representantes de otros parti‐ dos, y eso hay que verlo con la normalidad que conlleva", inci‐ día. El portavoz parlamentario del PP evitaba aclarar, una vez más, si Esteban González Pons se vio o no con miembros de Junts como Jordi Turull, infor‐ mación que en su día Génova desmintió con rotundidad y de la que ahora Tellado asegura no tener constancia. "Cada uno es dueño de su agenda, yo desco‐ nozco los encuentros casuales o informales que hayan podido mantener miembros de este partido", insistía.
En las filas del partido hay quien teme que la supuesta agenda secreta de contactos con el independentismo pueda explotar en mitad de la campa‐ ña de las gallegas. "Desde el momento que te reúnes con es‐ tos trileros, estás en sus ma‐ nos", comentan voces contra‐ rias a los encuentros con Junts. Mientras, Génova agita su estrategia dura contra el in‐ dependentismo con la idea de disolver partidos políticos que avancen hacia la autodetermi‐ nación, pero no descarta hablar de nuevo con el partido inde‐ pendentista en busca de acuer‐ dos que dinamiten la agenda le‐ gislativa del Gobierno, aunque, como puntualizó el propio Fei‐ jóo, siempre que esas cuestio‐ nes "estén dentro de la Consti‐ tución".