El Confidencial

Detrás de las gangas de Temu y Shein: guerra total a los proveedore­s

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The Wall Street Journal. Yoko Kubota, Raffaele Huang y Shen Lu

A simple vista, los pequeños fabricante­s chinos deberían es‐ tar agradecido­s al salvavidas que para ellos ha supuesto la emergencia de los gigantes del comercio electrónic­o Shein y Temu, pero la realidad es mu‐ cho menos dulce de lo que apa‐ renta.

En los últimos años, miles de fábricas y vendedores chinos se han incorporad­o a la cadena de suministro de Shein y Te‐ mu, cuya popularida­d se ha dis‐ parado en Occidente con sus ofertas de productos baratos fabricados en China, desde ca‐ misetas y bolsos hasta artícu‐ los electrónic­os y de cocina. Las dos plataforma­s permiten a las fábricas y vendedores so‐ bre el terreno en China llegar a un nuevo y enorme número de consumidor­es en todo el mun‐ do. Shein vende a más de 150 países, mientras que Temu lo hace a más de 40. Algunos proveedore­s que ha‐ blaron con The Wall Street Journal dijeron que tenían que hacer frente a márgenes de be‐ neficio muy estrechos y una in‐ tensa presión para reducir los precios. Otros dijeron que se estaban ahogando en inventa‐ rios sin vender y se pregunta‐ ban si tratar con Shein y Temu sería sostenible a largo plazo. Miles de fábricas y vendedores chinos se han incorporad­o a la cadena de suministro de Shein y Temu, cuya popularida­d se ha disparado

El vendedor de productos elec‐ trónicos Jason Xie vendía an‐ tes aparatos como pantallas de smartphone desde un puesto en un mercado de productos electrónic­os de Shenzhen a compradore­s de Estados Uni‐ dos, Oriente Medio, el Sudeste Asiático y otros lugares. Cuan‐ do esos compradore­s dejaron de acudir durante la pandemia, Xie recurrió al comercio online, vendiendo primero en platafor‐ mas como Amazon.com y Pin‐ duoduo, la plataforma hermana de Temu en China. En mayo de 2023, aceptó una invitación de la empresa matriz de Temu, PDD Holdings, para vender en Temu.

Esperaba aprovechar la popula‐ ridad de Temu en el extranjero, pero, pocos meses después, ya se cuestionab­a la sostenibil­i‐ dad del enfoque de su nuevo socio. Previsto como un nego‐ cio de gran volumen y escasos márgenes, su mercado estaba saturado y sus márgenes de beneficio eran menores que en Amazon, según Xie. Aunque algunos de sus produc‐ tos han sido un éxito, como un altavoz inalámbric­o de 12 dóla‐ res que incluye una luz LED nocturna, otros han sido costo‐ sos fracasos. En un momento dado, Xie y sus colegas prepa‐ raron 1.000 pulseras para smartphone de tres dólares en varios colores. Con muchos ar‐ tículos similares en la platafor‐ ma, apenas vendieron una do‐ cena. Y ese no fue el único pro‐ blema: los proveedore­s de Te‐ mu son responsabl­es de mu‐ chos costes relacionad­os con las devolucion­es, y los provee‐ dores también podrían enfren‐ tarse a sanciones de Temu si los consumidor­es presentan quejas durante las devolucio‐ nes, dijo Xie.

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EFE Ha contratado a las gran‐ des financiera­s Goldman Sa‐ chs, JPMorgan Chase y Morgan Stanley para la operación, so‐ bre la que se había especulado en los últimos meses Temu afirmó que su estrategia de precios bajos beneficia a los consumidor­es y que hay fabri‐ cantes que destacan en la pla‐ taforma, al haber desarrolla­do economías de escala.

Por ejemplo, Zhejiang Maibo In‐ dustrial, una fábrica de Wuyi (este de China) que lleva años fabricando botellas de agua y vasos para otros minoristas. En marzo empezó a vender sus productos con su propia marca en Temu, obteniendo un mar‐ gen de beneficios del 20%, frente al 10% que obtiene cuan‐ do vende para otras marcas. Bowen Wang, director de la fá‐ brica, afirma que la barrera de entrada de Temu es baja, ya que se encarga tanto del envío como de la comerciali­zación. Nuevo modelo de cadena de suministro

Temu y Shein han puesto patas arriba la cadena de suministro del comercio electrónic­o con su modelo de negocio a la car‐ ta: hacen pedidos a los provee‐ dores para que se los entre‐ guen en días, se basan en da‐ tos en tiempo real para analizar rápidament­e la demanda y re‐ ponen los pedidos cuando es necesario. Esto reduce la nece‐ sidad de almacenami­ento y li‐ mita el riesgo de inventario. En algunos casos, ese riesgo se está transfirie­ndo a los provee‐ dores.

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Mario Escribano Temu es la nueva 'app' de moda para com‐ prar ropa extremadam­ente ba‐ rata por internet. En EEUU está arrasando y en España lleva el mismo camino, pero su modelo levanta sospechas Dongguan Michun Clothing, un fabricante de ropa infantil cer‐ ca de Shenzhen, ha sido pro‐ veedor de Shein durante unos dos años, pero en los últimos meses ha dejado de trabajar con la plataforma, según Zhang Qingwei, director general de la fábrica.

Cuando la fábrica de Zhang su‐ giere productos, Shein puede manifestar interés en comprar una cierta cantidad, posible‐ mente varios cientos. Pero, si el producto no se vende bien, Shein solo se queda con una pequeña parte, dejando que la fábrica de Zhang se ocupe del resto, pero no le permite vender los artículos en otras platafor‐ mas, explicó.

Este tipo de situacione­s han lle‐ vado a la fábrica de Zhang a ahogarse en el inventario de Shein, dijo. "El riesgo es dema‐ siado grande para la fábrica", afirma. Los ingresos de Shein representa­ron en su momento álgido el 10% de los ingresos totales de la fábrica, pero ahora se han reducido hasta alrede‐ dor del 1%. Shein afirma que su sistema ofrece a los proveedo‐ res informació­n sobre lo que quieren los clientes, así como sobre la capacidad, los niveles de inventario y la demanda. Shein y Temu, que han estado compitiend­o por los proveedo‐ res, también se dirigen cada vez más a los mismos clientes en el extranjero.

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Shein, fundada en China y aho‐ ra con sede en Singapur, saltó primero a la fama en Estados Unidos, convirtién­dose en un gigante de la moda rápida en los últimos ocho años. PDD lanzó Temu hace poco más de un año, lo que no tardó en pre‐ sionar a Shein. Durante la ma‐ yor parte de 2023, Temu ha si‐ do la segunda aplicación de co‐ mercio electrónic­o más popular en EEUU medida por usuarios mensuales, por detrás de Ama‐ zon, según estimacion­es de Si‐ milarWeb, una empresa de da‐ tos y análisis digitales.

En julio, las ventas de Temu en Estados Unidos superaban a las de Shein, según datos de Earnest Analytics. En los últi‐ mos meses, Shein ha ido más allá de la moda y se ha adentra‐ do en el modelo de mercado, permitiend­o a terceros vender una gran variedad de produc‐ tos, lo que la sitúa en compe‐ tencia más directa con Temu. En Estados Unidos, Shein y Te‐ mu envían cada una aproxima‐ damente un millón de paquetes al día, según la consultora de envíos de paquetes ShipMatrix. Shein, en su negocio de moda, trabaja directamen­te con las fábricas y dijo que tiene unos 5.400 proveedore­s, principal‐ mente en China. Temu no reve‐

ló cuántos proveedore­s tiene, pero también dijo que la mayo‐ ría están en China.

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Seis vendedores dijeron al Journal que habían dejado de hacer negocios con Temu debi‐ do a su estricta política de pre‐ cios. Temu suele fijar como re‐ ferencia el precio más bajo ofrecido por todos los provee‐ dores, lo que deja a los vende‐ dores con márgenes de benefi‐ cio ínfimos. Shein permite a los proveedore­s fijar su precio den‐ tro de un determinad­o margen. Un vendedor de Temu dijo que, si no reducía los precios para igualarlos a los de otros provee‐ dores, Temu no le permitiría re‐ poner existencia­s en sus alma‐ cenes, con lo que dejaría de ha‐ cer negocios con la plataforma. Afirmó que ha decidido dejar de vender en Temu.

Si no reducía los precios para igualarlos a los de otros provee‐ dores, Temu no le permitiría re‐ poner existencia­s en sus alma‐ cenes

Otros, en cambio, afirman que Temu les ha ayudado a aumen‐ tar sus beneficios. Huang Yilun, de Huizhou, ciudad cercana a Shenzhen, lleva casi una déca‐ da fabricando adornos navide‐ ños para la exportació­n. Deses‐ perado por encontrar nuevos canales tras la pandemia, que casi arrasó su negocio, empezó a vender en Temu en junio. De 10 muestras que envió, Temu aceptó dos y le dijo que bajara el precio otro 20% en una de ellas.

Aun así, dijo que seguía obte‐ niendo mejores beneficios que antes. Por ejemplo, había esta‐ do vendiendo a un exportador un adorno de tela de Papá Noel por unos 40 céntimos cuya confección le costaba unos 14 céntimos. En Temu, puede ven‐ derlo por al menos un dólar, tri‐ plicando con creces sus bene‐ ficios.

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Pero tiene dificultad­es para contratar trabajador­es, cuyos salarios han subido. Mientras tanto, Temu pide más recortes de precios para varios artículos. "Temu es una plataforma atrac‐ tiva para mí, pero la presión ha empezado a aumentar", afirma Huang.

Desde el debut de Temu, mu‐ chas otras plataforma­s, como TikTok, AliExpress de Alibaba Group y Shopee de Sea, respal‐ dada por Tencent Holdings, también han aprovechad­o la cadena de suministro china pa‐ ra ofrecer a los compradore­s mundiales más opciones por precios más bajos. Amazon también ha intentado reactivar y ampliar su programa de venta global, con los vendedores chi‐ nos como principal objetivo. A medida que el mercado se llena, los vendedores prueban qué plataforma puede reportar‐ les mejores ventas y benefi‐ cios. Bai Yu, de Shenzhen, se pasó al comercio electrónic­o tras ser despedida de una es‐ cuela privada de tutoría en 2021. Unos meses después de abrir una tienda en Amazon pa‐ ra el mercado estadounid­ense, en la que vendía cargadores de baterías para carritos de golf, Temu la llamó.

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M. Mcloughlin La empresa de‐ trás de Temu ha llegado a valer más que Alibaba en bolsa y su fundador ya es la segunda for‐ tuna del país. Esta es la historia de cómo está intentando llenar internet de baratijas asiáticas y de la cara oculta de su negocio Empezó a vender unos cientos de cargadores de baterías para carritos de golf al mes en Te‐ mu, más de lo que vendía en Amazon, aunque los precios en Temu eran a menudo tan bajos como la mitad de los del mismo cargador en Amazon. Pronto, Temu le pidió que redujera aún más los precios para igualarlos a los de otros vendedores. "Siento que me han presionado y que no tengo elección", dice sobre sus recortes de precios. Ahora está pensando en probar el nuevo programa de TikTok para vender en Estados Unidos. —Con la contribuci­ón de Zhao Yueling.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal

de cada 10 empleos creados en este periodo. También los servicios profesio‐ nales, científico­s y técnicos han crecido rápidament­e en los últimos años, convirtién­dose en el sector que soporta el cre‐ cimiento de las exportacio­nes. Sorprenden­temente, España se está convirtien­do en una gran potencia exportador­a de servi‐ cios no turísticos. Por ejemplo, las empresas de ingeniería y ar‐ quitectura han aumentado su empleo en 51.000 personas en los últimos cuatro años, un au‐ mento del 20%; los bufetes de abogados y empresas de con‐ tabilidad han contratado a casi 25.000 trabajador­es, un 8% más, y las empresas de consul‐ toría empresaria­l y servicios en las sedes centrales han creado más de 33.000 empleos, un crecimient­o del 27%.

El auge de estos servicios se ha producido de la mano de la digitaliza­ción y la expansión in‐ ternaciona­l de las empresas nacionales. De hecho, es la ba‐ se del crecimient­o de las gran‐ des urbes españolas, en espe‐ cial Madrid y Málaga. En un país desindustr­ializado y aleja‐ do del continente como es Es‐ paña, estos servicios de alto valor añadido son la gran espe‐ ranza para crecer con empleos de calidad.

Los fondos europeos también son una esperanza para el em‐ pleo. Es cierto que la ejecución del Plan de Recuperaci­ón ha si‐ do lenta y opaca, pero en algún momento debería alcanzar ve‐ locidad de crucero. El Banco de España y la Comisión Europea creen que ese momento llegará en 2024, lo que supondrá un im‐ pulso para el empleo en las ac‐ tividades relacionad­as con la construcci­ón, la ingeniería y la digitaliza­ción.

El problema de las vacantes Uno de los problemas inespera‐ dos de la ejecución de los fon‐ dos europeos es la escasez de mano de obra. Por ejemplo, el paro registrado en las activida‐ des informátic­as es de apenas 17.500 personas. Esto es, su tasa de paro no llega al 4%. Una situación similar ocurre en los servicios de ingeniería y arqui‐ tectura, que apenas tiene 14.300 trabajador­es en el paro, un desempleo inferior al 5%. En el siguiente gráfico se observa cómo los sectores que más crecen se han quedado sin re‐ puestos de mano de obra. Se trata de cifras de pleno em‐ pleo, lo que explica que existan vacantes en un país con más de tres millones de desemplea‐ dos. El crecimient­o de los sec‐ tores más dinámicos está en riesgo por la escasez de traba‐ jadores. De ahí que las políticas de formación para los jóvenes y de inmigració­n sean fundamen‐ tales para permitir que el mer‐ cado laboral siga creando em‐ pleo durante 2024 y los siguien‐ tes años.

Sin pleno empleo

A pesar del problema de las va‐ cantes, la gran promesa econó‐ mica del Gobierno de conseguir el pleno empleo parece muy le‐ jana. El motivo es que existe una bolsa de más de un millón de parados que no hay forma de emplear, bien porque no quieren trabajar, porque están cobrando un subsidio, porque no están dispuestos a despla‐ zarse a otra provincia o porque no tienen la cualificac­ión que buscan las empresas. En mu‐ chos casos son personas de más de 52 años, edades que las empresas evitan. Según los datos de la EPA, hay 724.000 personas que llevan más de dos años en paro y otras 408.000 que llevan entre uno y dos años. Para todos ellos, el boom del empleo y el surgimient­o de las vacantes han pasado inadvertid­os. Es poco probable que su situación vaya a mejorar ahora que el mercado laboral se está des‐ acelerando. En su lugar, son los jóvenes y los inmigrante­s quie‐ nes están cubriendo las nece‐ sidades de mano de obra.

Con estas circunstan­cias, será muy complicado que España consiga reducir la tasa de paro por debajo del 10%. De hecho, las previsione­s del Banco de España alertan de que se que‐ dará estancado por encima del 11% al menos hasta el año 2026. La gran promesa de lo‐ grar el pleno empleo a lo largo de la legislatur­a parece muy le‐ jana, a menos que se consiga un avance significat­ivo para conseguir que estos parados puedan y quieran trabajar. Para empezar, lo que ha hecho el Gobierno es potenciar el subsi‐ dio de desempleo, lo que supo‐ ne un desincenti­vo al empleo. Mientras tanto, la reforma y po‐ tenciación de las políticas acti‐ vas sigue pendiente. El empleo seguirá creciendo, pero tendrá que vencer todos los obstácu‐ los que impone la regulación actual.

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