Santander articula en cuatro ejes su defensa para evitar sanciones por la cuenta iraní
Las oficinas de Banco Santan‐ der han sido un hervidero desde hace una semana, cuando se tuvo consciencia de las infor‐ maciones que iba a publicar Fi‐ nancial Times sobre una cuen‐ ta relacionada con empresas iraníes. Desde entonces, sin embargo, los análisis legales realizados hasta ahora llevan a Santander a respirar con relati‐ va tranquilidad respecto a los riesgos legales derivados de este caso.
Hay cuatro ejes sobre los que descansa esta relativa comodi‐ dad. El primero es que la em‐ presa por la que se ha relacio‐ nado a Santander con el caso no figura en ningún listado de sanciones norteamericano, lo que hubiera generado un riesgo directo para el banco.
Por ello, desde la entidad seña‐ laban el mismo lunes que "Ban‐ co Santander no ha incumplido la normativa estadounidense
sobre sanciones impuestas a
terceros de acuerdo a nuestra investigación". "El banco cuenta con políticas y procedimientos para asegurar que se cumplen los requisitos relativos a las sanciones. Santander continua‐ rá colaborando proactivamente con las autoridades británicas y estadounidenses pertinentes", añadían.
La segunda clave es el volu‐ men de dinero investigado. La normativa norteamericana, por saltarse las sanciones a las empresas iraníes, fija unos um‐ brales que no superaron los movimientos de la sociedad clienta de Santander UK, Pisco, por lo que se ha conocido hasta ahora. Así, como publicó este medio, esta empresa recibió una transferencia de menos de 16.000 libras (unos 18.500 eu‐ ros) y tenía cantidades margi‐ nales según sus registros.
Una transferencia de menos de 20.000€ mete a Santander en la polémica de la cuenta iraní
Miquel Roig El banco español perdió en bolsa más de 3.000 millones por su vinculación al caso de las cuentas iraníes. La entidad niega haber incumplido la normativa estadounidense de sanciones
Así, a 31 de diciembre de 2023, mantenía 5.962 libras en sus cuentas, y un año antes, un im‐ porte negativo de 1.911 libras. El capital y las reservas ascen‐ dían a 978 libras y la cuenta en Santander ya había sido cerra‐ da, según publicó FT.
El tercer factor que ha aflorado en los análisis del banco espa‐ ñol es el origen del ciudadano que estaba detrás de Pisco, Ab‐ dollah-Siauash Fahimi, un ciu‐ dadano británico. Posterior‐ mente, se ha conocido que po‐ dría ser un testaferro de la so‐ ciedad pantalla, pero desde la entidad ven imposible haberlo detectado en su momento. Y desde el sector financiero se pone el acento en que son los gobiernos los que tendrían que tomar la responsabilidad de que deje de haber sociedades pantalla.
En el pasado, han aplicado san‐ ciones de miles de millones a grupos como BNP, Standard Chartered o Unicredit
Y el cuarto motivo que induce a la calma es que la sociedad ba‐ jo el foco, Pisco, manejó siem‐ pre libras. Algo que a priori aleja la posibilidad de que las autori‐ dades norteamericanas tomen cartas en el asunto. En el pasa‐ do, han aplicado sanciones de miles de millones a grupos co‐ mo BNP, Standard Chartered o Unicredit.
Con todos estos factores, de momento ningún supervisor, ni estadounidense ni británico, han abierto procesos frente a Santander, ni frente a Lloyds, la otra entidad señalada por el ar‐ tículo del rotativo anglosajón. Las únicas noticias que han surgido de momento en este sentido han llegado de bufetes que están estudiando medidas por el dinero que perdió en bol‐ sa Santander el pasado lunes, más de 3.000 millones. Son Frank R. Cruz, Block & Leviton y Bronstein, Gewirtz & Gross‐ man.